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miércoles, 21 de febrero de 2018

La española que recluta mecenas del arte en Iberoamérica

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La presidenta de Callia, Carmen Reviriego, conversó con El Comercio sobre el mundo de los museos, los mecenas y el compromiso social con el arte

España
“Todos podemos ser mecenas. En muchos museos hay asociaciones de amigos del museo donde se puede colaborar. Se han convertido en lugares de encuentro, familias enteras se pueden comprometer”, dice Carmen Reviriego. (Foto: Archivo personal)
La española Carmen Reviriego pasa unos 120 días del año fuera de su casa y puede llegar a volar más de 120 horas al mes. Su conocimiento del mundo de los artistas, las galerías y las subastas la llevó a impulsar los Premios Iberoamericanos de Mecenazgo, que este 26 de febrero celebrarán su cuarta edición en el hotel Ritz de Madrid.
—Muchas personas no están familiarizadas con lo que hace el mecenazgo...Yo creo que es un tema cultural que compartimos todos los iberoamericanos. Quizás por una forma equivocada de transmitir por qué el arte es importante para la sociedad. Se ha explicado con conceptos muy complejos y de una manera muy metafísica, lo que ha hecho que la sociedad viera al arte como la hermana rica del compromiso social y lo que es la filantropía, cuando apoyar el arte es tan importante como apoyar la sanidad.
—¿Por qué?Porque el arte es una herramienta que sirve para rehumanizar a la sociedad. El arte educa, sensibiliza. Cuando me preguntan “¿qué es el arte?”, yo siempre digo que el arte es lo que se siente cuando uno se sobrecoge. Y las personas se sobrecogen escuchando una melodía, leyendo una novela, contemplando una escultura o una pintura, es cuando nos sobrecogemos con la belleza, con las emociones.
—Sin importar si somos ricos o pobres.Los más ricos cuando no están produciendo están consumiendo, y al final están muy insatisfechos. En el caso de los más pobres, a pesar de que trabajan de sol a sol muchas veces no son capaces de cubrir las necesidades más básicas. Todo eso produce una especie de desconexión con nosotros mismos y nos lleva a trabajar como robots. Al final todos somos esclavos. El arte sirve para recordarnos a los más ricos y a los más pobres que somos capaces de emocionarnos.
—¿Cuándo surgieron los primeros mecenas?En el Renacimiento, cuando los artesanos dejaron de ser artesanos para pasar a ser artistas, creadores. Los primeros mecenas fueron los italianos que los contrataban para decorar sus casas o las iglesias. Su misión es conservar el patrimonio histórico y cultural de un país, transmitirlo y promoverlo y ayudar a que los nuevos talentos artísticos tengan salida.
—¿Su ayuda es más que económica?Hay mecenas que son coleccionistas, prestan sus obras a museos públicos y así la gente de a pie puede contemplar Picassos y obras que a lo mejor no tienen en donde viven, porque no todo el mundo puede viajar a Europa y contemplar un Velázquez.
—Transmiten el mensaje de lo positivo que es dar.A los coleccionistas, el arte les da algo que no les da otros bienes materiales. Cuando uno tiene capacidad económica se puede comprar un barco, un reloj maravilloso, un Ferrari, pero eso al cabo de poco tiempo los deja vacíos. Sin embargo, cuando coleccionan arte se enriquecen por dentro. Desde el punto de vista de las emociones, se hacen más ricos y tienen la oportunidad de trascender.
—¿Pensó alguna vez que se convertiría en una mecenas del mecenazgo?Mi padre provenía de una familia adinerada en España y coleccionaba arte, tenía una gran sensibilidad con la pintura, la escultura y la música. Mi madre, por otro lado, procedía de una familia muy humilde, pero siempre tuvo gran compromiso social. Yo soy una mezcla. Llevo más de 20 años trabajando para familias que tienen grandes patrimonios artísticos y para mí ayudar a difundir el compromiso social con el arte no es difícil, es una pasión.
—¿Con qué grandes mecenas ha trabajado? Muchísimos, por ejemplo, el año pasado el premio se lo llevaron Patricia Phelps de Cisneros, que es la mecenas más importante de Latinoamérica en el mundo, y Carlos Fitz-James Stuart, duque de Alba, que tiene uno de los mayores patrimonios artísticos del mundo entero.
—¿Hay muchos mecenas peruanos? Tienen a algunos grandes mecenas. Por ejemplo, el empresario Eduardo Hochschild tiene una gran colección y hace exposiciones de sus obras que son de artistas peruanos por el mundo entero. Sin embargo, aún no hay muchos mecenas en el Perú y en general en Iberoamérica.

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