Páginas

sábado, 6 de marzo de 2021

El Museo de Escultura abre un «libro tridimensional» para reivindicar a la historiadora de arte María Luisa Caturla

La muestra reúne piezas de piezas de Arp, Blanchard, Lalique y Juan de Juni

La muestra reúne piezas de piezas de Arp, Blanchard, Lalique y Juan de Juni - HERAS


El proyecto expositivo incluye la primera incursión del centro museístico estatal en el mundo digital con una muestra completa

 Los museos de Castilla y León comienzan a despertar de su ya largo letargo expositivo como consecuencia de la pandemia y lo hacen con iniciativas novedosas con los que quieren romper la «atonía» del último año. Es el caso del nuevo proyecto expositivo que el Museo Nacional de Escultura ha planteado para el espacio que llama «Rincón Rojo», utilizado para exposiciones más experimentales. En este pequeño espacio, el museo abre «un libro tridimensional» con el fin de reivindicar un «verdadero hito en la historiografía» y «una figura totalmente olvidada» como es la de la historiadora de arte María Luisa Caturla, ha detallado la directora del centro, María Bolaños.

La muestra se centra en su ensayo «Arte para épocas inciertas», publicado en 1944, mucho antes de que la historiadora se convirtiera en una especialista en el pintor Francisco de Zurbarán para «ajustarse más» a «aquellos patrones de los años 50», en pleno Franquismo. Fue en la Revista de Occidente y por empeño de Ortega y Gasset, uno de los amigos de esta intelectual que perteneció «a ese grupo de modernas de Madrid» de los año 20 y 30 «emancipadas, muy curiosas y desprovistas de prejuicios frente a lo nuevo», en el que Caturla destacó por su preparación artística y cosmopolitismo.

Además, ha indicado Bolaños, el origen alemán de la historiadora hizo que mantuviese «contactos» con la cumbre de la intelectualidad europea. Los arquitectos Walter Gropius y Le Corbusiere fueron algunas de sus amistades, además del científico Albert Einstein, cuya relación propició un viaje de éste a Madrid.

Para María Bolaños, «Arte en épocas inciertas» sigue siendo una publicación «excepcional» a día de hoy, y muy conectada con la actualidad, ya que «lo que hace es estudiar momentos históricos antiguos y modernos que están sumidos en crisis, aquellos que son puramente interrogantes porque no se sabe cuál es el tiempo que va a venir». A María Luisa Caturla «no le interesaban las obras maestras ni los grandes nombres», ha recordado la directora del centro museístico, sino que estudiaba «cómo las artes expresaban esa desazón e inquietud». Un estudio que pese a estar muy conectado con la actualidad tendría difícil cabida en el ámbito académico de hoy en día y que sólo se pudo escribir en «aquel sentido utópico de la cultura de los años 20 y 30», en el que divulgación y rigor no eran «antitéticos».

María Bolaños, junto a una de las obras
María Bolaños, junto a una de las obras - HERAS

Con el «foco simbólico» puesto en este ensayo, el Museo Nacional de Escultura propone una «exposición de gabinete», articulada en los mismos capítulos que el texto de Caturla. Para nutrirla, el centro vallisoletano ha contado con cesiones de la Fundación Suñol, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el Museo Nacional de Bellas Artes de Asturias y el Museo de Artes Decorativas de Madrid. Así, una escultura de Jean Arp o los «amontonamientos» y transparencias de la pintura de Blanchard le sirve al Nacional de Escultura para indagar en cómo Caturla explicó toda la historia de arte desde esa perspectiva del «equívoco» y la «incertidumbre». A partir de ese comienzo el proyecto, al igual que lo hizo la figura homenajeada, vuelve la mirada al pasado de los movimientos artístico en «zig-zag» poniendo en relación, por ejemplo, la época modernista recogida en las ilustraciones de Joan Gonzalez Pellicer con el atrevido manierismo del siglo XVI.

Proyecto digital

Esta pequeña muestra supone además otro hito para el museo estatal, ya que será su primera incursión en el mundo digital con una muestra al completo. Junto a las obras de la exposición en el micrositio artedeepocasinciertas.com se pueden ver documentos de la propia María Luisa Caturla, correspondencia que mantuvo con intelectuales de la época y también fotografías de su biblioteca de arte privada, la mejor de su época en Madrid, que han sido cedidas por su nieto Jaime del Val, presente en la inauguración. Completar este proyecto fue la mayor dificultad para el museo, ha confesado Bolaños, ya que la trayectoria de esta historiadora del arte tiene «muchas lagunas», pues se encargó ella misma de destruir muchos documentos controvertidos por la época en la que le tocó vivir.

La última pata de la iniciativa la constituye la recuperación del mencionado ensayo en los que Caturla plasmó sus «agudas» reflexiones hace más de 80 años. Un texto que nació en medio de «silencios e indiferencia» por el contexto de la época, en el que se cargaba con fuerza contra el arte de vanguardia. La reedición, que verá pronto la luz, será el noveno volumen de la Colección de Estudios del Museo.

Fuente

https://www.abc.es


No hay comentarios:

Publicar un comentario