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martes, 4 de febrero de 2014

Cézanne regresa a Madrid 30 años después

El museo Thyssen-Bornemisza presenta la primera retrospectiva de Cézanne en nuestro país, treinta años después de la exposición en el Museo Español del Arte Contemporáneo en 1984. La muestra, que incluye 58 pinturas del artista (49 óleos y 9 acuarelas), procedentes de museos y colecciones privadas del todo el mundo, se divide en cinco secciones, y puede visitarse hasta el 18 de mayo.


Museo Thyssen Bornemisza exposición Cézanne
Autor: Juan Luis Jaén

El género predominante en la obra de Paul Cézanne (1839-1906) es el paisaje, que comprende la mitad de su producción total y que el pintor, como sus compañeros impresionistas, identifica con la práctica de la pintura al aire libre. Pero, a diferencia de los impresionistas, Cézanne otorga también una importancia decisiva a un género propio del taller: la naturaleza muerta. 
A lo largo de toda su carrera, cultivó paralelamente el paisaje y la naturaleza muerta, que encarnan respectivamente el encuentro directo con la naturaleza y el 'laboratorio' de la composición. El subtítulo de la exposición 'Site/Non-site', tomado del artista y teórico Robert Smithson, alude a esa dialéctica entre exterior e interior, entre la pintura al aire libre y el trabajo en el estudio.
El director artístico del museo, Guillermo Solana, ha indicado que el objetivo de la muestra es "no defraudar" las expectativas ante una exposición de esta magnitud, que finalmente ha reunido "grandes obras" de Cézanne (1839 - 1906). Entre ellas, destacan 'Bañistas' (1879-1882), 'Ladera en Provenza' (1890-1892) y 'La montaña Sainte-Victoire (1904), así como los numerosos bodegones que realizó el artista.
La muestra está dividida en cinco apartados. El primero de ellos, 'Retrato de un desconocido', consta de una sola pieza, el único retrato que se incluye en la exposición y uno de los últimos trabajos antes de la muerte del artista.
En segundo lugar, el recorrido continúa con 'La curva del camino', una vía constante en sus obras, ya que el artista prefería los caminos que se adaptan al paisaje, en lugar de las carreteras modernas; mientras que la tercera sección es 'Desnudos y árboles', otros de sus motivos habituales. Pero una de las imágenes más populares de su producción pictórica es la montaña de Sainte-Victoire, una obsesión en la pintura de Cézanne que incluso trasladó a sus bodegones. En esta muestra, sus diversas versiones de esta montaña se reúnen en el apartado 'El fantasma de la Sainte-Victoire'.
Por último, la muestra se cierra con 'Juego de construcciones', que demuestra cómo el pintor impone en sus paisajes una estructura simular a la de la superficie de una mesa: un primer plano vertical, un plano horizontal y otro vertical de fondo.
La retrospectiva está titulada 'Site/Non-site', título que toma del artista de 'land art' Robert Smithson, para hacer referencia a dos dimensiones del pintor: su trabajo en el estudio y su actividad al aire libre.  Ambas perspectivas se entrecruzan, de manera que se observa un "terreno montañoso" en los manteles de sus bodegones mientras que en las obras pintadas en el exterior se percibe un orden en los elementos del paisaje como si se tratara de una naturaleza muerta.
"Esta conexión nos permite conectar obras sobre las que no nos hemos preguntado muchas veces y vincularlas con otras. Es una relación cruzada entre el estudio y el aire libre, el bodegón y el paisaje", ha explicado. Pero el diálogo entre las obras no se limita a las producciones del propio artista, sino que también entran en juego en esta exposición piezas de autores coetáneos y discípulos, como Georges Braque, Raoul Dufy, André Derain y André Lhote, entre otros.
Según ha destacado Carmen Cervera, quien recuerda haber estado en la exposición que tuvo lugar en el MEAC hace ya tres décadas, esta retrospectiva que se inaugura "ha superado con creces a la exposición de 1984". "Ha habido un enorme esfuerzo y sacrificio", concluye.

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