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sábado, 5 de julio de 2014

Que el arte invada los sentidos





ELIZABETH PÉREZ CASTRO

Decía Jaime Sabines, poeta chiapaneco de pluma inconfundible y glorias merecidas, que la página en blanco es como una mujer desnuda. Quienes escriben son parte fundamental de este mundo, lo plasman y lo recrean en todas sus formas, nos hablan de tiempos inmemorables e historias que de tan maravillosas y cotidianas hallan su lugar entre las páginas.

Hay historias que de tan extraordinarias parecen verídicas y de tan verídicas extraordinarias, me considero pesimista y sin embargo siempre he tenido la certeza de que la vida hay que disfrutarla, hay que vivirla con la intensidad que los momentos requieren y con oleadas de pasión que hagan de cada instante algo único, mágico e irrepetible.

El artista es creador de sueños infinitos y realidades cotidianas, el canto, la música, la pintura, la escultura, las manifestaciones del género humano son tan extensas y exquisitas que no disfrutarlas es una alegoría no de la ignorancia sino de la ínfima vida que hemos construido perdiendo el tiempo en cosas vanas.

Los artistas cargan con el estigma de ser los idealistas, los soñadores; hacen del mundo lo visible y lo invisible, lo recrean y lo reinventan, lo inventan a su gusto, a su antojo e imaginación, plasman almas, hacen almas, dan cuerpo, color, vida, movimiento, sonido, letra, voz.

Imaginan lo intangible y lo vuelven tangible, labran, pintan, cantan, sueñan, danzan, escriben, hacen relato, cuento, poesía, ensayo. Hacen de la belleza del mundo algo perdurable, hacen de los infortunios poesía, captan y plasman. Son herederos y continuidad de las voces que viven enraizadas en el espacio y el tiempo, buscan la eternidad del ser y del objeto.

Dice Bordieu que el artista requiere de su público y le creo, los artistas son de quienes los aprecian, son lo que el público hace de ellos, en él se inventan y se recrean, cobran vida y se transforman. Viven para el arte, por el arte y escasas veces del arte.

El arte hace de este mundo algo más llevadero, algo único e irrepetible, lo hacen ser y le dejan ser. Apreciar el arte no es una cuestión de moda y el arte no es moda, es razón, motivo, circunstancia, ser y objeto. Se hace necesario leer, ver, escuchar, disfrutar todas las manifestaciones del genio humano, manifestaciones del alma, del espíritu, del cuerpo y del tiempo.

Lea, escriba, escuche, sienta, déjese traspasar y evocar, permita que el arte invada sus sentidos y penetre hasta lo más profundo de su alma, hasta donde solo el arte expresa de forma cabal el sentimiento. Permítase ser arte, permita que el arte le arranque suspiros y le haga añorar los buenos tiempos.
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