¿Cuándo decidiste que tu futuro estaba en el arte?
No hay un momento puntual en el que lo decidí, es algo a lo que vas llegando progresivamente y no de forma lineal, por lo menos en mi caso. Todavía hoy en día hay momentos en que dudo si es o no mi camino, hay temporadas en las que estoy más cerca y otras en las que pierdo la confianza y me alejo. Si puedo decir que hubo episodios que me marcaron especialmente como persona y me hicieron decidir apostar por un trabajo más libre y personal que podríamos clasificar como artístico.
Uno de ellos en particular fue la pérdida de una persona a la que amaba mucho, esa pérdida me dislocó enormemente y me hizo comprender que por lo menos en mi caso, lo verdaderamente importante en la vida son las emociones y los sentimientos, en especial los sentimientos que nos crean y creamos en las personas. Me costó mucho sobreponerme de aquello y la fotografía, entre otras artes me ayudó enormemente a canalizar y exteriorizar sensaciones que me estaban ahogando y no me dejaban avanzar. También fue una herramienta clave a la hora de acercarme a las personas y ofrecerles una parte de mi que de otro modo me hubiera costado más mostrar.
Entendí que los sentimientos marcarían mis pasos por encima de la razón, aunque me llevara por caminos no del todo racionales o no entendidos bajo una mirada más ortodoxa y confortable. Decidí que mi mayor habilidad estaría al servicio de algo que ni siquiera yo mismo entiendo, algo que percibimos y nos golpea de tal forma que nos obliga a intentar expresarlo con las herramientas que tenemos a nuestro alcance. Llamémoslo arte, pero creo que nos es más que otro intento para dar sentido a nuestra existencia, algo que consigue apaciguar nuestra angustia por no saber muy bien que hacemos aquí y nos permite dejar miguitas de pan que pueden evidenciar a los demás que merece la pena el camino, que no se rindan, hacia algún sitio estaremos yendo. Y eso, por lo menos a mi, me crea sosiego.
¿Cuál es la técnica artística dónde te encuentras más cómodo?
Podríamos decir que es la fotografía. Pero realmente mi fotografía en sí no es una práctica artística. Creo que mi arte reside en todo lo que muevo para hacer una fotografía y las sensaciones y emociones que nos envuelven a los implicados en la misma. La excusa del hecho fotográfico es un reactivo que provoca una conjunto de reacciones en cadena en diferentes personas y acaba sintetizándose en la fotografía en sí misma.
¿Cuál fue tu primer trabajo o proyecto más importante?
Si algo se ha caracterizado en mi forma de trabajar de estos últimos años ha sido que le he dado la misma importancia a todos los proyectos y todos debían ser únicos y excelentes en su forma, eso no quiere decir que siempre lo haya conseguido, pero el sentimiento de partida siempre fue ese. Por lo tanto todos tienen la misma importancia, son pasos imprescindibles para llegar a un punto.
De todas formas hay una obra que si la considero importante desde el punto de vista que fue la primera que nació como sentimiento puro, con el único fin de transmitir a los demás un conjunto de emociones y sensaciones que había tenido y me habían llevado a tomar un camino beneficioso para mi, pudiendo serlo para los demás. Consideraba importante compartirlo.
Luego me di cuenta que lo verdaderamente interesante había sido que todas aquellas personas me hubieran ofrecido su tiempo, energía e ilusión para crear algo bello e inofensivo como puede ser la concepción de una fotografía, sin más ambición que la de ser y estar. Eso sí tiene una resonancia en el tiempo y peso en los demás. Todavía hoy se sigue percibiendo la belleza de ese momento y lo seguirá haciendo, espero que mucho tiempo. Esa fotografía la titule “Los Gritos del Prado”.
¿En qué proyecto estás actualmente trabajando?
Actualmente trabajo en varios proyectos simultáneamente. Puedo comentar los títulos de dos de ellos, uno se titula, “Lo que las personas con la autoestima baja no pueden romper” y el otro que es muy personal y me hace vibrar especialmente cuando lo imagino “Nunca dijeron que amar fuera fácil”.
¿Cuáles son tus referentes artísticos y literarios?
Debo confesar que en muchos aspectos soy bastante inculto y me queda muchísimo por aprender, en ocasiones las cosas me desbordan y todo me llama la atención, no soy capaz de darle prioridad a unas cosas más que a otras. Lo que sí considero que tengo es buen gusto y cierta sensatez. Por lo tanto todo aquello que contenga esos dos ingredientes, de la materia o rama que sea, me interesa y es un referente para mi. Eso a nivel personal, a nivel artístico, intento no tener ningún referente, ser en la medida de lo posible fresco y espontáneo como un niño, lo que me emocione y me ilusione. Luego una vez que se ha creado esa necesidad me da igual coger cualquier trabajo de cualquier autor que me sirva como referente para expresarlo.
¿Qué es lo próximo que quieres aprender?
Como siempre bailar, inglés y todo lo que pueda de historia del arte.
¿Crees que el arte debe estar en conexión con la sociedad?
El arte no existiría sin la sociedad y la sociedad no existiría sin el arte, son un todo. Desde el inicio de la civilización.
¿Crees que es fundamental hoy en día que el artista trabaje de forma ubicua?
Es interesante y generalmente la propia naturaleza del artista le lleva a ser ubicuo, pero no fundamental. Puedes ser una gran artista y estático y aislado como una piedra.
¿Qué exposiciones actuales recomiendas visitar?
La colectiva del “81 Salón de Otoño” que se celebra en la Casa de Vacas del Retiro en la que participo con Los Gritos del Prado. Aunque le queda poco tiempo.
También creo que ningún artista debería perderse las colecciones permanentes del Museo del Prado, Reina Sofía de Madrid, el Victoria & Albert y la Tate Moderm de Londres. De las que yo conozco.
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