‘¿Qué está de moda, es prestigioso y desgrava?’, leemos en un poster. Y la respuesta: "Discriminar a las mujeres y a los artistas no blancos". Se hacen llamar como artistas ya fallecidas, entre ellas Frida Kahlo, y ocultan su rostro con máscaras de gorila. Nacieron a mediados los 80 en Nueva York y desde entonces denuncian la discriminación y el sexismo en el mundo del arte a través de carteles, acciones y libros. Son las Guerrilla Girls y atacan desde dentro: “Hemos tomado la decisión de participar en exposiciones y en museos porque queremos que este mensaje llegue a un público lo más amplio posible y porque nos da vidilla atacar a una institución desde dentro de sus muros”.
“Saber que tu carrera puede repuntar cumplidos los 80 años” o “tener la oportunidad de elegir entre una carrera profesional y la maternidad” son algunas de las ventajas, con ironía, claro, de ser mujer y artista según lasGuerrilla Girls. En su ‘Código ético para museos de arte’: “No serás patrono de un museo y al mismo tiempo accionista mayoritario de una casa de subastas”, por ejemplo. En su paso por Madrid para inaugurar esta exposición también le dieron al público algunos consejos para ser activista de forma barata y sencilla: “Hemos colgado muchísimos carteles y vallas publicitarias, pero hay cosas muy sencillas que podéis hacer aquí, en Madrid: podéis meter pequeños flyers en los libros que venden en las tiendas de los museos, pegar mensajes en las puertas de los baños de los museos, poner pegatinas en los productos demerchandising de los museos…”
Las Guerrilla Girls buscan provocar la incomodidad entre aquellos que deciden qué cuelga de las paredes de los museos y la reflexión en el público que los visita. ¿Arte? ¿Activismo? ¿Arte feminista? Ellas definen su trabajo como "la conciencia del mundo del arte".
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