Xabier Sáenz de Gorbea, comisarió más de 200 exposiciones (Rubén Plaza)
Adiós a Xabier Sáenz de Gorbea
El mundo del arte vasco está de luto por la muerte, a los 64 años, del historiador y crítico de arte. Colaborador habitual de DEIA desde hace más de treinta años, fue una figura clave en el panorama cultural de las últimas décadas
BILBAO - Paradojas de la vida. Hoy este espacio tenía que estar ocupado por la crítica con la que desde hace más de treinta años nuestro colaborador y amigo Xabier Sáenz de Gorbea nos ha contagiado su pasión por el arte. Pero no ha podido ser. El profesor, historiador y crítico fallecía durante la noche del jueves a la edad de 64 años tras batallar con una dura enfermedad que no consiguió arrebatarle, ni siquiera en el último momento, su manera pasional de vivir y amar el arte.
Su hermano, Roberto, con el que fue cofundador de la galería Windsor en 1971, comentaba a DEIA que, a pesar de que ya no se encontraba bien, el pasado lunes, día 25, quiso celebrar con su familia y amigos su 64 cumpleaños. “Xabier era así de generoso: Nos sorprendía la capacidad de trabajo y la energía que ha seguido teniendo casi hasta sus últimos momentos”, explicaba profundamente emocionado su hermano.
Xabier Sáenz de Gorbea (Getxo, 1951) ha sido una figura clave en el panorama cultural de las últimas décadas y una referencia en los distintos ámbitos de la actividad artística. Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Barcelona y profesor de Últimas Tendencias Artísticas en la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU, Xabier ha mantenido una presencia activa en el panorama del arte vasco desde los años 80. Ya sea desde su labor docente, de comisario de exposiciones o desde su faceta de crítico, su capacidad de transmisión intergeneracional ha sido fundamental para buena parte de nuestros creadores. Además, su pasión por la archivística del arte y su capacidad investigadora le han convertido en una figura imprescindible para comprender la historia del arte vasco contemporáneo.
Pero Sáenz de Gorbea no solo era un experto en arte, sino que tenía también la habilidad de comunicar y de divulgarlo. Por ello, era requerido por los medios de comunicación y revistas especializadas para realizar numerosas colaboraciones. Desde las páginas de este periódico acercaba a nuestros lectores las novedades expositivas desde hace más de tres décadas y con él, varias generaciones han conocido el devenir del arte vasco contemporáneo.
Poca gente como él ha mantenido un compromiso tan alto con el arte, con una mirada precisa, pero sobre todo, honesta e insobornable. “Fundé en los años 70 una galería de arte, con lo cual mis ideas y aportaciones a algunos les habrán parecido fabulosas y a otros menos. Lo que quiero decir es que he procurado ser amable pero sin olvidarme de que el sentido de mi función es dar una opinión. Pero como decía Oteiza, “no puedo cambiar la vida de un fracasado con un éxito”. “Yo soy un fracasado entre comillas, soy una persona de la cultura y por la cultura. No valgo para tener puesto alguno como tanta gente, paracaidista y volatinera, que descienden aquí viniendo de otras profesiones y no han hecho nunca arte ni tienen la formación”, explicaba Sáenz de Gorbea en una entrevista a este periódico cuando en 2012 recibió el Premio Gure Artea del Gobierno vasco por su aportación al fomento de las artes visuales.
Escritor y poeta, profesor y crítico de arte, Xabier ha comisariado más de 200 exposiciones, entre las que se pueden destacar Escultura Vasca 1889-1939, Gure Artea 1996, Mikel Díez Alaba, De Gernika a Gure Artea. Destrucción y construcción de nuevos imaginarios... En noviembre del año pasado comisarió también la retrospectiva póstuma que dedicó el Koldo Mitxelena a Nestor Basterretxea. Su último trabajo como comisario puede visitarse en el Museo Euskal Herria de Gernika, una muestra que reúne material documental de la campaña de solidaridad con Euskadi en Barcelona en 1937.
DE LUTO El mundo de la cultura estaba ayer de luto tras conocer su muerte. Amigos, representantes institucionales, artistas de todas las generaciones se mostraban conmocionados. El historiador de arte Ismael Manterola ha compartido con él docencia en la UPV/EHU durante más de 25 años. “Compartíamos despacho, así que no solamente éramos compañeros de trabajo, éramos amigos. Sáenz de Gorbea era un apasionado del arte, cualquiera que lo conocía se daba cuenta. Además tenía una entrega total a su trabajo. No conozco a otra persona que pensara tanto en sus alumnos. Llevaba a sus clases imágenes e información de sus viajes a las ferias y certámenes de media Europa, o a salas de exposiciones en cualquier rincón de Euskal Herria. Sus alumnos han tenido una información de primera mano del arte internacional, y eso es un privilegio que poca gente tiene. Se ha notado en la nueva generación de artistas del País vasco”.
“Podía haber abarcado un ámbito más amplio, porque tenía un gran conocimiento del arte internacional, pero decidió ser generoso con su País. Investigaba además sobre creadores que no fueron muy conocidos. -explica Manterola-. Yo resaltaría la labor que hizo con la generación de antes de la guerra, concretamente la revisión de artistas de los años 30, que fue capital para el reconocimiento de ciertos autores que habían quedado en la sombra. Entre sus innumerables ensayos, destacaría el de los hermanos Zubiaurre, publicado en 1982, que fue clave para mi tesis, o los que hizo más recientemente sobre Ismael Fidalgo o Nestor Basterretxea”.
El pintor Iñaki de la Fuente se encontraba ayer muy conmocionado. “Nos conocíamos desde niños, hemos crecido juntos. Yo no entendería mi trabajo sin los textos de Xabier. Era un gran artista, se le puede llamar historiador, crítico de arte, pero él componía las cosas. Sin sus aportaciones, sin su mirada, no se entendería mi obra. Proyectaba una luz que el artista no ve, era un crítico artístico, una crítico colaborador. Va a dejar un gran vacío en el mundo del arte. Y quienes lo conocíamos bien, sabemos que hemos perdido también a un gran amigo, a un hombre bueno”.
La diputada de Cultura, Josune Ariztondo, además de transmitir su pésame a la familia, destacaba “la entrega de Xabier en las diferentes iniciativas en las que hemos trabajado de forma conjunta durante los últimos años”. Ariztondo resaltó además la aportación del profesor y crítico de arte a la historia del arte contemporáneo vasco”.
Joxean Muñoz, viceconsejero de Cultura del Gobierno vasco, también tuvo palabras de reconocimiento para él: “Creo que cualquier aficionado al arte estará hoy conmocionado pero especialmente el Gobierno vasco porque ha sido una persona clave para dar a conocer el arte vasco y ha tenido un contacto muy cercano con los artistas. Todos los que tenemos relación con el mundo del arte vasco, ya sean artistas, gente de museos o aficionados, debemos mucho a Sáenz de Gorbea. Hoy, de alguna manera, todos estamos de luto”.
En la Galería Windsor Kulturgin-tza, el espacio artístico que abrió junto con su hermano Roberto cuando apenas nadie visitaba galerías, ayer también se despedían de él: “Xabier vivió por y para el arte vasco, fue su último amante, y no tiene relevo generacional que siga su extensa estela. Desde el sonido sordo, el aire denso e irreal que nos envuelve el día que nos falta para siempre una persona que queremos, un abrazo fuerte, Xabier”.
Fuente
http://www.deia.com
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