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sábado, 21 de noviembre de 2015

Simon Beck, el hombre que hace inmensas obras de arte sobre la nieve sólo caminando








Una de las grandes ventajas del arte es que puede ser expresado de diversas maneras, no tiene un limite, y depende sobre todo de lo que se desea transmitir, por ello hemos visto todo tipo de expresiones que van desde la fotografía, pasando por imágenes hechas con restos de comida, hasta complejas instalaciones en todo tipo de lugares, donde la idea es sorprender y romper con la rutina.





Con la llegada de las redes sociales, cada vez es más sencillo presenciar proyectos sorprendentes que de otra forma hubiera sido imposible conocer, como en este caso, que estamos ante el autodenominado "primer y más famoso artista de la nieve", quien dedica un día entero a caminar varios kilómetros sobre la nieve para crear enormes obras de arte efímeras.

Arte en la nieve





Simon Beck ha denominado a su técnica como "Snow Art" y se puede decir que prácticamente no tiene competencia, porque nadie en su sano juicio sería capaz de viajar hacia los lugares más fríos y desolados del planeta, sólo con la intención de crear gigantescos murales sobre la nieve, pero además, hacerlos únicamente por medio de sus pisadas y con la plena conciencia de que ese mural desaparecerá en los próximos minutos u horas.




Así trabaja Simon Beck, quien dedica un día entero a caminar sobre la nieve para crear sorprendentes imágenes, algo que inicio como un mero pasatiempo, pero debido al éxito obtenido, ahora es contratado por estudios de cine y agencias publicitarias para que haga murales sobre encargo, algo que disfruta y ha hecho por más de 10 años.



El proceso es bastante complejo, primero debe crear la imagen en computadora a escala, después viaja a zonas donde no haya turistas y pueda encontrar un lugar lo suficientemente plano y grande para crear su obra, ademas de que las condiciones climatológicas deben ser adecuadas, porque una tormenta o viento imprevisto pueden arruinar todo.



Una vez que tiene la imagen y el lugar, se traslada desde la primera hora del día e inicia el trazado de las líneas rectas con la ayuda de una brújula, en estas líneas debe caminar hasta en tres ocasiones para que queden bien marcadas, posteriormente se crean las curvas, y aquí no hay una técnica definida, todo lo hace en base a su instinto y experiencia, siendo la parte más complicada de todas; y finalmente rellena algunas zonas para dar volumen y características especiales al mural.





Como es de imaginar, después de caminar entre 7 y 10 horas, Simon termina exhausto, el equipo que lo acompaña se encarga de tomar las fotografía y después de esto es momento de abandonar el lugar y su obra de arte.
















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