El galerista Damián Casado. (Juan Lázaro)
Socio de la galería Casado Santapau, atesora 25 piezas de arte en torno a la geometría
Primero llegó la galería y más tarde empezó a coleccionar arte. Es un proceso natural, afirma Damián Casado, madrileño de 45 años, socio de la galería Casado Santapau, “cuando empiezas quieres tenerlo todo, y eso es imposible”. Lo primero que aconseja es tener definido el criterio de la colección. “A mí me interesa sobre todo el papel, el dibujo preparatorio y de final de la obra, eso que no se ve en los museos, y que siempre ha tenido un papel importante dentro de la programación de la galería”, explica Casado, quien asegura que un detalle como el tamaño importa. “En casa no puedo tener todas las obras que a mí me gustaría, por eso elijo siempre piezas que se adapten al espacio, porque lo importante es convivir con ellas”.
Confiesa que comenzó a coleccionar, cuando era estudiante, las postales de los museos, también los cuadernos de viajes de los artistas y de botánica. “Todo ello ha derivado en mi afición por el arte contemporáneo”, señala el galerista, que atesora unas 25 obras, todas con un lazo en común:la arquitectura y la geometría. Tiene obra del artista cubano Alexandre Arrechea, “sobre todo una acuarela que me apasiona, porque además de la facilidad que tiene para manejar la técnica me gusta mucho cómo interpreta”.
Más de 10.000 euros al año
Invierte en arte entre 10.000 y 15.000 euros anuales, y sueña con tener un dibujo del estadounidense Ellsworth Kelly, “que representa lo que me interesa siempre en cuanto a forma, color, intensidad y fuerza”, y también hacerse con alguna pieza de vídeo, con alguna obra de Hans Op de Beeck. Ytiene piezas de Alain Urrutia, Claudia Wieser, de Bernd Ribbeck, Lori Hersberger (a la izquierda), de Eva Berendes(a la derecha), fotografías de Araki...
El papel es su soporte fetiche. “Me gustan las colecciones que están atomizadas, que tienen un nexo en común, y para mí la arquitectura es lo que me gusta ver cuando estoy en mi casa”. Porque coleccionar, afirma Casado, es poder disfrutar de esas pequeñas visiones en el día a día.
En su caso es afortunado porque prolonga esos momentos de disfrute en el trabajo, en la galería. Y a pesar de que existe mucha gente, él bien lo sabe, que compra arte como inversión, son aquellos que asegura compran con la cabeza. Él siempre que adquiere una pieza lo hace con el corazón. “Debería usar un poco más la cabeza pero no me gusta vender lo que he comprado para mí, me gusta disfrutarlo”, señala Casado, que supo que era coleccionista el día en el que se dio cuenta que las obras ya no entraban en casa.
En su opinión, y sabe de lo que habla, ya que a través de la galería que dirige en el madrileño barrio de Las Salesas, “existe una nueva generación de coleccionistas, dentro de un país que no tiene tradición dentro del coleccionismo privado, como sí ocurre por ejemplo en Alemania o Inglaterra, ni de museos, que nos hemos educado, es más leída, está más preparada en esta disciplina, que engancha y siempre quiere comprar”.
Si tiene que ofrecer un consejo a futuros coleccionistas es precisamente este: “Que vea muchas galerías, que entre en ellas, antes se pensaba que había que pagar por entrar en ellas, que vaya a los museos, y que se informe con expertos. Además a través de internet tenemos una gran herramienta para conseguir información”. Yasegura que las “mujeres son muy buenas coleccionistas, son más cerebrales y tienen muy buen ojo”. Además, añade que las colecciones no se suelen hacer en solitario, sino en pareja. “Es Estados Unidos son los que más compran arte, y aquí empieza a ser tendencia también”.
Cree que en estos momentos, Madrid es una de las ciudades con mayor interés artístico, “tenemos la mitad de las galerías que hay en España, y hacemos más de 200 exposiciones al año”, explica Casado. Preside la Asociación de Galerías de Arte (Arte Madrid) y asegura que es un foco de atracción sobre todo para gente del norte del país, que viene a comprar arte a la capital.
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