Un gran mural de Ricardo Cavolo concluye una exposición en la que los internos dialogan con los maestros del arte contemporáneo
Miquel González/Shooting
Barcelona.
El arte puede ser un vehículo para la evasión, aunque este sentimiento lo relacionamos más con el espectador que con el creador de la obra. Pero hay en el hecho creativo un elemento una invitación a explorar nuevos mundos, reales o imaginados, a ahondar más allá de donde nos ha tocado vivir o resistir. La cárcel, en este sentido, no parece el mejor escenario artísticamente hablando, pero esa afirmación resulta totalmente equivocada si se contempla la nueva exposición que acaba de abrir sus puertas en las salas de CaixaForum en Barcelona.
Bajo el título «Bálsamo y fuga. La creación artística en la institución penitenciaria» se presenta un diálogo abierto entre las obras creadas por reclusos y otras de artistas reconocidos y presentes en la Colección La Caixa de Arte Contemporáneo. De esta manera y bajo el comisariado de Mery Cuesta, trabajos firmados por Antonio Saura, Miquel Barceló, Joan Hernández Pijuan o Josep Guinovart se unen a las que han realizado presos de una decena de cárceles catalanes.
Papel de monitores
Cuesta explicó ayer que la muestra es el resultado de cuatro años de trabajo, todo ello a raíz de que se pusieran en contacto con él monitores artísticos de prisiones, «una figura que solamente existe en Cataluña». Fueron ellos los que propusieron a Mery Cuesta la exposición de los trabajos de los internos. Ellos se unen a los creadores que forman parte de la colección de La Caixa, con denominadores comunes como la naturaleza humana o la libertad.
Estos talleres son para los internos una manera de convertir la creación artística en una suerte de bálsamo. Y en eso tienen mucho que ver los monitores, «que propician la inteligencia artística por parte de quien está en un entorno carcelario», según la comisaria de la muestra.
Esto es algo que saben ver y apreciar los presos, como Raúl quien procedente de Quatre Camins, estuvo también presente en CaixaForum. «Me quiero sentir útil y no estar en un patio. Para eso hay medios, como los monitores porque uno puede ser creador». Raúl, que lleva catorce años entre rejas y que todavía tiene cuatro por delante de condena, aseguró que él y sus compañeros creen en «crear algo bello, con alma. En estos mundos en los que estamos hay mucha oscuridad y se necesitan personas al lado que nos digan que tú vales para eso».
Expresamente para la muestra, el artista Ricardo Cavolo ha realizado dos grandes murales que ha realizado en la cárcel con la participación e implicación de varios internos. El resultado es espectacular, con un gran colorido y una invitación al optimismo en un escenario que no suele ser muy propicio a ello. Cavolo comentó ayer que gracias a estas composiciones, los presos «expresaron lo que tenían dentro, los miedos que guardaban adentro». Respecto a la experiencia de pintar entre rejas, este creador dijo que «te olvidas donde estás cuando empiezas a pintar y pasas todo el día con los internos»
Esta iniciativa se enmarca dentro de Art for Change La Caixa, un programa que tiene la voluntad de mejorar la sociedad a través de la cultura.
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