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lunes, 26 de marzo de 2018

Máscaras Mesoamericanas - escultura




El inicio de la civilización mesoamericana se ubica entre el año 2500 a.C., con la aparición de la alfarería y las primeras aldeas agrícolas y 1500 a.C. Durante el Preclásico Medio ( ss. XV-IV a.C.) se difundió la cultura olmeca en toda Mesoamérica. Algunos de sus centros más importantes fueron La Venta, Tres Zapotes y Teopantecuanitlán. que fue el centro ceremonial olmeca más importante. Después del ocaso olmeca tuvo lugar un florecimiento simultáneo de varios pueblos. Tras el declive de los olmecas, florecieron la tradición de las tumbas de tiro en Occidente, la cultura epiolmeca en el Golfo y se desarrolló la cuenta larga.

Alrededor del siglo II sobreviene el Período Clásico de Mesoamérica (ss. II-VI/VIII). En esta época destaca el apogeo de Teotihuacan y de los estados mayas. La primera controló el comercio en el centro de México y contó con aliados de la talla de Monte Albán. La civilización mesoamericana se extendió hacia el norte a sitios ubicados en el desierto como La Quemada, y contribuyó al desarrollo de los pueblos de Oasisamérica, como testifica la antigua ciudad de Paquimé.

Después del ocaso de Teotihuacán y las ciudades mayas, florecieron varios señoríos que disputaban poderes regionales. Entre los siglos X y XII, emerge Tollan-Xicocotitlan, capital de los toltecas. La influencia tolteca contribuyó al florecimiento de los mayas, los mixtecos y otros pueblos en Mesoamérica. Su papel como poder político y cultural fue ocupado por los mexicas, que fundaron México-Tenochtitlan en 1325. A partir de esa ciudad dominaron el más extenso Estado que conoció Mesoamérica, mismo que fue conquistado en 1521 por los españoles.



LAS MÁSCARAS

Tenemos que las primeras máscaras encontradas datan de las culturas prehispánicas. Principalmente se tienen amplios hallazgos de las máscaras de los mayas, sin embargo se tiene la fuerte suposición de que los mayas al haber adoptado parte de su idiosincrasia y creencias religiosas de la cultura madre olmeca, también adoptaron el uso de la máscara. Tenemos por ejemplo el uso del jade para su fabricación, siendo este el material más apreciado por los mayas y las culturas posteriores, llegando al grado de tomar tintes poéticos entre los mexicas, los cuales lo veían como representativo de lo sagrado o sinónimo de belleza pero igualmente efímero “Tel ka chalchiuitl no xamani” (aunque sea jade, se quiebra), Nezahualcoyotl. Así, para retratar y preservar lo que efímero como sus dioses y gobernantes, tallaron máscaras en piedra, estuco, madera y cerámica con tal de preservar lo impreservable.

La máscaras encerraban profundos secretos y significados, relacionándose en su esencia con la dicotomía entre el hombre y el cosmos, siendo que el primero es un personaje activo en la creación del segundo, Esto sale del relato del Popol Wuh, en el cual se cuenta que los dioses crearon al hombre para que pudiesen rendir culto y reconocimiento a sus creadores, por lo cual les dieron conciencia e inteligencia en forma de entidades anímicas que se alojaban en sus cabezas “pol” y en específico sus rostros “ich”, por lo cual las máscaras representaban la fuerza vital de dichas entidades, regalo de los dioses. Por otra parte el hombre tenía siete orificios para percibir la realidad (dos auriculares, dos nasales, dos oculares y uno oral). A través de ellos podía percibir tanto las virtudes como los defectos de la misma, pudiendo decidir entre servir a los 13 señores del cielo o los 9 señores infernales. Por ello, las máscaras “k´oh”, siendo una prolongación del rostro o un receptáculo de la conciencia humana, le permitían a su portador adquirir los atributos o la personalidad de la entidad que representaba la misma.

Posteriormente se usaron las máscaras para preservar el rostro de los diversos gobernantes, siendo que estas no eran montadas sobre un armazón como se pueden ver hoy en día en los museos, sino que eran aplicadas en forma de trozos de diversas piedras como el jade, obsidiana, pirita o concha nácar directamente sobre la piel del monarca. Esto le daba un rostro eterno, preservando sus entidades anímicas y le permitía ser reconocido en su viaje a Xibalbá por los dioses.

No obstante, no sólo los monarcas tenían derecho a portar máscaras. También la elite maya y actores en ciertas ceremonias. Se han encontrado vasos de cerámica que narran por ejemplo una procesión para celebrar una conquista en la cual los personajes usan máscaras con los rostros de los antepasados para poder recrear una escena pretérita. De igual manera, hay un vaso de cerámica de Tikal que muestra una escena llamada “ak ot ti kuchol balam” o “el baile de jaguar portador” donde una mujer le está ofreciendo una máscara, con cordones para poder sujetarla, al personaje principal. Por otra parte en Bonampak se encuetra un mural donde dos danzantes portan máscaras de cocodrilos, langosta y un personaje fantástico, y los cuales se preparan para una celebración en honor al heredero al trono. Así pues tanto el uso como el significado de las máscaras en el México prehispánico difieren abismalmente del uso dado en Europa. Los europeos usaban las máscaras para ocultar la verdadera personalidad del portador, mientras que los mayas intentaban preservar eternamente la entidad anímica del personaje portador de la misma.


MASCARAS OLMECAS



Se estima que los indicios más antiguos de la cultura Olmeca son de alrededor de 1200 a. C., y los más recientes son aproximadamente del año 400 a. C. La civilización Olmeca se constituyó principalmente alrededor de 3 centros ceremoniales: San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes, además de manifestarse en otros sitios como Laguna de los Cerros.

La cultura olmeca o cultura madre es el nombre de la civilizacion que se desarrolló durante el Preclásico Medio. Aunque se han encontrado vestigios de su presencia en amplias zonas de esta área cultural, se considera que el área nuclear olmeca —o zona metropolitana— abarca la parte sureste del estado de Veracruz y el oeste de Tabasco. Se desconoce, a cabalidad, la filiación étnica —esto es, quiénes son los antepasados de este pueblo—; sin embargo, hay numerosas conjeturas que han intentado resolver el problema de la identidad de los olmecas. En ese sentido, es necesario hacer la aclaración de que el etnónimo olmeca les fue impuesto por los arqueólogos del siglo XX, y no debe ser confundido con el de los olmeca-xicalancas, que fueron un grupo que floreció en el Epiclásico en sitios del centro de México, como Cacaxtla.


 Altar en La Venta

Durante mucho tiempo se consideró que la olmeca era la cultura madre de la civilización mesoamericana. Sin embargo, no está claro el proceso que dio origen al estilo artístico identificado con esta sociedad, ni hasta qué punto los rasgos culturales que se revelan en la evidencia arqueológica son creación de los olmecas del área nuclear. Se sabe, por ejemplo, que algunos de los atributos propiamente olmecas pudiesen haber aparecido, primero en Chiapas o en los Valles Centrales de Oaxaca. Entre otras dudas que están pendientes de respuesta definitiva, está la cuestión de los numerosos sitios asociados a esta cultura en la Depresión del Balsas (centro de Guerrero). Sea cual haya sido el origen de la cultura olmeca, la red de intercambios comerciales entre distintas zonas de Mesoamérica contribuyó a la difusión de muchos elementos culturales que son identificados con la cultura olmeca, incluidos el culto a las montañas y a las cuevas; el culto a la Serpiente Emplumada, como deidad asociada a la agricultura, el simbolismo religioso del jade e, incluso, el propio estilo artístico, que fue reelaborado intensamente en los siglos posteriores a la declinación de los principales centros de esta sociedad.



Máscara Olmeca de de la zona deTabasco


Máscara Olmeca de jade,  1000 - 600 a.C.


Máscara Olmeca de jade


Máscara Olmeca de jade


Máscara Olmeca de piedra


Máscara Olmeca de piedra


Máscara Olmeca


Máscara Olmeca



Máscara Olmeca de guerrero


Máscara Olmeca de la zona de Tabasco


Máscara Olmeca de piedra, 1200 - 400 a.C, 


Máscara Olmeca


Máscara Olmeca del Estado de Veracruz, 900 - 500 a.C.


 Máscara Olmeca de la zona de Tabasco, 1000 - 400 a.C.



MÁSCARAS MAYAS


La civilización maya habitó una gran parte de la región denominada Mesoamérica, en los territorios actuales de Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador y en el comprendido por cinco estados del sureste de México: Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán, con una historia de aproximadamente 3000 años.

Durante ese largo tiempo, en ese territorio se hablaron cientos de dialectos que generan hoy cerca de 44 lenguas mayas diferentes. Hablar de los "antiguos mayas" es referirse a la historia de una de las culturas mesoamericanas precolombinas más importantes, pues su legado científico y astronómico es mundial. Contrariamente a una creencia muy generalizada, la civilización maya nunca "desapareció". Por lo menos, no por completo, pues sus descendientes aún viven en la región y muchos de ellos hablan alguno de los idiomas de la familia mayense.

La literatura maya ilustra la vida de esta cultura. Obras como el Rabinal Achí, el Popol Vuh, los diversos libros del Chilam Balam, son muestra de ello. Lo que sí fue destruido con la conquista es el modelo de civilización que hasta la llegada de los primeros españoles, había generado tres milenios de historia.



Máscara funeraria Maya del Rey Pakal de Palenque



La Reina Roja de Palenque



MÁSCARAS DE  TEOTIHUACAN



Vista de la Calzada de los Muertos desde la Pirámide de la Luna ( clicar para ver a mayor tamaño )


Teotihuacan  «Lugar donde fueron hechos los dioses; ciudad de los dioses» es el nombre que se da a la que fue una de las mayores ciudades de Mesoamérica durante la época prehispánica. El topónimo es de origen náhuatl y fue empleado por los mexicas, pero se desconoce el nombre que le daban sus habitantes. Los restos de la ciudad se encuentran al noreste del valle de México, en los municipios de Teotihuacan y San Martín de las Pirámides(estado de México), aproximadamente a 45 kilómetros de distancia del centro de la Ciudad de México. La zona de monumentos arqueológicos fue declarada Patrimonio de la Humanidad por Unesco en 1987.

Los orígenes de Teotihuacan son todavía objeto de investigación entre los especialistas. Alrededor del inicio de nuestra era, Teotihuacan era una aldea que cobraba importancia como centro de culto en la cuenca del Anáhuac. Las primeras construcciones de envergadura proceden de esa época, como muestran las excavaciones en la Pirámide de la Luna. El apogeo de la ciudad tuvo lugar durante el Periodo Clásico (ss. III-VII d. C.). En esa etapa, la ciudad fue un importante nodo comercial y político que llegó a tener una superficie de casi 21 km2, con una población de 100 mil a 200 mil habitantes.







Máscara de Teotihuacan



Máscara de Teotihuacan



Máscara de jade de Teotihuacan



Máscara de Teotihuacan, 100 - 600 d.C.



Máscara de mármol de Teotihuacan, 300 - 700 d.C.



Máscara de piedra de Teotihuacan, 300 - 700 d.C.



Máscara de Jade de Teotihuacan



Máscara de Piedra de Teotihuacan, 300 - 700 d.C.




MÁSCARAS AZTECAS



  Imperio Azteca

Los Aztecas o Mexicas  fueron un pueblo indígena de filiación nahua que fundó México-Tenochtitlan y hacia el siglo XV en el periodo Posclásico tardío se convirtió en el centro de uno de los Estados más extensos que conoció Mesoamérica asentados en un islote al poniente del Lago de Texcoco hoy prácticamente desecado, sobre el que se asienta la actual Ciudad de México, y que corresponde a la ubicación geográfica de la misma. Aliados con otros pueblos de la cuenca lacustre del valle de México — Tlacopan y Texcoco —, los mexicas sometieron a varios pueblos indígenas que se asentaron en el centro y sur del territorio actual de México.

El Estado mexica llamado comúnmente Imperio azteca, fue la formación política mexica derivada del proceso de expansión territorial del dominio económico de la ciudad-estado México-Tenochtitlan, que floreció en el siglo XIV en Mesoamérica. Fue encabezado por los Aztecas —también conocidos como Mexicas—, un pueblo que, de acuerdo con algunos documentos históricos como la Tira de la Peregrinación, era originario de un sitio mítico conocido como Aztlán, al que se suele ubicar fuera de los confines de Mesoamérica. Sin embargo, parece plausible que los mexicas fueran un pueblo de tradición cultural netamente mesoamericana y no los descendientes de grupos chichimecas dedicados a la cacería y la recolección.





Máscara Azteca de Jade del Dios Xiuhtecuhtli



Máscara Azteca de Jade - Tezcatlipoca



Máscara Azteca de Jade



Máscara Azteca de Jade



Máscara Azteca de Jade del Dios Xiuhtecuhtli



Máscara Azteca de Jade del Dios Totec



Máscara Azteca de madera 


Las máscaras tradicionales mexicanas tienen funciones rituales, artísticas y religiosas. Dado que la mayoría de las poblaciones tienen santos patronos venerados en un día específico del año, existen innumerables festivales donde se emplean máscaras y que combinan las tradiciones cristiana e indígena. Estos festivales incluyen con frecuencia los desfiles y teatro callejero. Estas máscaras son talladas en madera, pintadas a mano y con ornamentos de ixtle, cuerda, cuernos o dientes animales.


Máscara de chaquira - artesanía huichola



Máscaras de Tastuán - Jalisco



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