"Es maravilloso". Lo dicen casi al unísono Guay y Barbette Zanesi, franceses de Toulouse al referirse al Museo de Bellas Artes de Asturias, convertido este verano en un reclamo para los turistas extranjeros que visitan Oviedo y quieren disfrutar de su afición por la pintura. "Estamos muy vinculados al arte en general, pero ha sido nuestra pasión por la pintura lo que más nos ha empujado a venir a este museo", comentan los Zanesi.
Turistas franceses, belgas y alemanes destacan la calidad de la colección del museo asturiano
Durante la tarde de ayer, el Museo de Bellas Artes acogía a visitantes de Francia, Bélgica o Alemania. Recalaron allí por motivos diveros, movidos unos por el interés que les despiertan en general los espacios culturales, otros por amor a la pintura y otros más atraídos por los Picasso, Dalí o Juan Gris de la Colección Masaveu que se exhiben desde julio.
"Nuestros padres fueron quienes nos impulsaron a venir aquí. Al principio no nos seducía mucho la idea de visitar un museo, pero una vez dentro, cuando vimos el arte moderno la visita nos resultó de lo más interesante", coinciden Clara y Elsa Wegner, llegadas desde Bruselas. También en familia, pero en este caso desde París, Valerie Boudier, que es licenciada en Historia del Arte, observa las obas acompañada de su marido, Samuel Rodary, y de su hija, Judith Rodary.
La visita a Asturias tiene para los amantes de la pintura un destino ineludible: el Museo de Bellas Artes, que cuenta con una colección que los expertos consideran entre las diez mejores de España; de ahí que el espacio museístico sea referente para turistas de toda España. En algunos casos incluso son los más jóvenes quienes convencen a los mayores para visitar las salas. Es el caso de Laura Olmedilla, de 14 años y apasionada por el diseño gráfico. Se encuentra de vacaciones en el Principado junto a sus padres, José y Ana, y a su hermanos, Sara y Jorge, todos ellos de Alcorcón. "A mí me encanta pintar y todo lo que está relacionado con el arte, por eso mientras estábamos por aquí convencí a mi familia. Lo que más me llama la atención del museo son los cuadros de Picasso, Dalí o Miró, y ver cómo se pintaba en otras épocas", explica.
Y hay quienes, como el oscense Carlos Calvo, entienden el turismo como cultura. Calvo, que se encuentra unos días en Asturias junto a su amigo Miguel Ángel Barón, hizo especial hincapié en que, para ambos, "ver los cuadros, las obras, los elementos relevantes de la cultura, todo ello forman parte de nuestra forma de entender las vacaciones". Los dos recalcan también que "la mezcla de modernidad con elementos góticos es lo que hace tan interesante este museo".
Además del interés por el Bellas Artes de turistas europeos y españoles, también hay asturianos que han aprovechado la visita de sus amigos de otras partes de la geografía hispana para enseñarles este tesoro de la oferta cultural asturiana. Así lo hizo Rebeca Silva junto a sus amigos madrileños Jaime González e Inma Martín. Y también Lorena Rodríguez, en compañía de Itziar y Cristian Mozo. Este último quedó maravillado con "los diferentes estilos de los cuadros y la cercanía del arte a las personas, que no se palpa en otros museos". El Bellas Artes despierta pasiones nacionales e internacionales este verano.
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