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sábado, 31 de enero de 2015

Lucas Van Leyden


               Cristo en el limbo | Cristo en el limbo
Van Leyden, autor de este grabado, destacó entre los primeros miembros de la pintura de género holandés del Renacimiento nórdico y está considerado uno de los más brillantes grabadores de la historia del arte.

Lucas realizó más de 200 grabados, aguafuertes y diseños para xilografías, la mayoría de temática religiosa o alegórica.


Su obra está marcada por un sentido monumental de la composición de las figuras, la utilización de la perspectiva aérea, con una gran minuciosidad en la representación de las vestiduras y naturalismo en la caracterización de los personajes. Sus primeras series de planchas sobre la Pasión de Jesucristo, realizadas en 1509, ya muestran la maestría del artista. Es evidente la influencia de Alberto Durero, con un interés marcado por el renacimiento italiano, sobre todo en los temas mitológicos y los desnudos. Más adelante se perciben influencias de Jan Gossaert y del incipiente manierismo francés.


Este grabado forma parte de la serie de la Pasión, ejecutada en 1521, año en que conoce personalmente a Durero a Amberes. En la obra de Van Leyden, los temas sagrados son tratados como verdaderas obras de género, en los que la composición se estructura colocando en primer plano la escena principales y añadiendo escenas secundarias en diferentes planos que se alejan hacia el fondo de la composición, siempre dentro de un paisaje rítmico.


Vemos en este caso, la escena del descendimiento de Cristo en el limbo, como responde a esta disposición de las escenas dentro de la composición. Encontramos a Cristo a las puertas del Infierno liberando a los Justos. Normalmente en la iconografía de este tema, aparecen Adán y Eva. En este caso podrían ser los dos personajes de la escena del fondo, con un niño en la mano de Eva, que sería un representante de los niños que morían sin haber sido bautizados. También se representan los monstruos del Infierno característicos de este tema bíblico. Este pasaje se encuentra en el Nuevo Testamento, en la Primera Epístola de Pedro, 3, 18: “Cristo descendió en el limbo para anunciar la redención y tomar con él los que eran destinados a la gloria”.

                                  


                                                             Lucas Van Leyden
                                                                       Leiden, 1949-1533

Lucas Van Leyden nació en Leiden, el año 1494 y murió en 1533, fue un pintor y grabador holandés. Destacó entre los primeros miembros de la pintura de género holandesa y está considerado uno de los más brillantes grabadores de la historia del arte.
Estudió con su padre, que era pintor, y con el también pintor holandés Cornelis Engelbrechtsen, mostrando una precoz aptitud para el arte del grabado. Entre sus primeras planchas, se cuenta una María Magdalena en el desierto que pudo grabar con apenas 13 años.
Lucas realizó más de 200 grabados, aguafuertes y diseños para xilografías, la mayoría de temática religiosa o alegórica, en las que destacó como un dibujante consumado.
Su obra está marcada por un sentido monumental en la composición de las figuras, la utilización de la perspectiva aérea, minuciosidad en los ropajes y naturalismo en la caracterización de los personajes. Sus primeras series de planchas sobre la Pasión de Jesucristo, realizadas en 1509, ya muestran la maestría del artista. En 1510, con apenas 16 años, firmó dos planchas, Cristo presentado al pueblo y La lechera, que serían admiradas por Rembrandt. En su producción juvenil fue evidente la influencia de Durero, que luego se fue atenuando (h. 1518-20), hasta que un encuentro directo con él la reavivó.
En 1521 Durero viaja a Amberes, para renovar ciertos privilegios con el nuevo emperador Carlos I. Entonces se conocen Van Leyden y él; se hacen amigos y Van Leyden adoptará algunos trucos técnicos que le comenta el genio alemán. A partir de entonces, es creciente en Van Leyden la influencia del Renacimiento italiano, por el mayor interés en temas mitológicos y de desnudo. Una sana competencia le lleva a exacerbar su perfeccionismo, elevando aún más la calidad de sus pequeñas planchas. Luego absorberá influencias de Jan Gossaert y del incipiente manierismo francés.
Los grabados de Van Leyden, atesorados desde fecha temprana como joyas de colección, se localizan en múltiples bibliotecas y museos de todo el mundo. Hay que destacar, en España, la colección de la Biblioteca Nacional de España en Madrid, si bien el coleccionismo de grabados tuvo limitada difusión en este país.
En comparación, sus cuadros son más simples y menos logrados, y muy pocos son de autoría segura. De la producción pictórica de Lucas destaca El Juicio Final (1526-1527, Museo Stedelijk, Leiden, Países Bajos) y Cristo presentado al pueblo (1530, Metropolitan Museum, Nueva York). En España apenas se registra un ejemplo fiable, Partida de cartas (Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza), donde los personajes se han identificado como altos dignatarios europeos, en una alegoría de la compleja situación política que se vivía entonces.
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