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jueves, 5 de febrero de 2015

Exposición Retrato de un artista en Nueva York

Obras de José Guerrero expuestas en la Casa de Alhajas. JUAN...
Obras de José Guerrero expuestas en la Casa de Alhajas. JUAN PELEGRÍN
DANI MARTÍN



  • La Casa de las Alhajas retoma la obra de José Guerrero 35 años después.


José Guerrero (Granada, 1914), , fue uno de tantos europeos que abandonaron el viejo continente rumbo a América en el voluble contexto de la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, su exilio no respondía a cuestiones políticas. "Yo me fui voluntariamente. Nunca fui un hombre perseguido. A mí lo que me interesaba era ir adonde estuviera el arte de mi tiempo", afirmó una vez el pintor.
De la producción que el artista realizó en Nueva York desde 1950 hasta 1965, cuando regresó a Andalucía, se nutre la muestra José Guerrero, 'The Presence of Black', que contiene 80 trabajos y se expone desde el pasado 29 de enero en la Casa de las Alhajas de la Fundación Montemadrid, que ya exhibió su obra hace 35 años.
En 1949 el pintor desembarcó en Manhattan junto a su esposa, la periodista estadounidense Roxane Whittier Pollock, con la que se había casado en París. Allí descubrió lo que no pudo encontrar en una España y una Europa en decadencia: el expresionismo abstracto, la corriente dominante en la que era en esos momentos la capital del mundo artístico.
"Me van a hacer falta cinco años para reponerme de este cambio de vida, de ambiente y de arte", le llegó a confesar asombrado a su mujer, a pesar de que ya había conocido de cerca la obra de Picasso, Matisse, Klee, Miró y otros genios vanguardistas.
En Nueva York Guerrero logró codearse con referentes del expresionismo abstracto como Pollock, Rothko o Kline, antes de que la llegada del denominado Arte Pop, que inundó las galerías de la época, propiciara su regreso a España y el retorno a sus raíces artísticas, que ya había comenzado a buscar en tierras americanas.
Durante su etapa en la Escuela de Nueva York, Guerrero se caracterizó por el uso del 'dripping', una de las técnicas del llamado 'Action Painting', que consistía en dejar gotear el cubo de pintura sobre el lienzo o pintarlo a través de salpicaduras. A partir de 1954 eliminó de sus creaciones las referencias figurativas.
Según explica la comisaria de la muestra, Yolanda Romero, "la crítica de la época destacó de Guerrero el uso del color, normalmente estridente y brillante, algo que le diferenciaba de otros pintores del expresionismo abstracto, que utilizaban sobre todo el negro". Pero ello no le impedía al granadino hacer del uso del no color algo característico en sus obras.
Otro elemento que le diferenciaba del resto de sus compañeros expresionistas fue la introducción de elementos propios de la iconografía española, como las cruces, presentes en algunos de sus lienzos, que destacan por sus grandes dimensiones.
No obstante, no sería hasta la década de los 60 cuando el artista se reencuentra realmente con sus orígenes granadinos, andaluces y españoles. Tras un periodo de profunda depresión, agravada por la muerte de su amigo Carlos Pascual de Lara, también pintor, comenzó a hallar la salida en el psicoanálisis.
"Le ayudó a liberar sus fuerzas creativas y a asumir su procedencia popular. Hay un cambio en su obra y empieza a titular a algunos de sus cuadros en español, cuando siempre lo había hecho en inglés", explica Romero, que también es directora del Centro José Guerrero en Granada.
Es en esta época cuando el artista dejó a un lado el carácter "gestual y explosivo" en sus obras y "comienza a ordenar la pintura en formas más rotundas y serenas", según afirma la comisaria de la exposición.
En 1965 Guerrero volvió a España y realizó un viaje por Andalucía junto a su mujer, que estaba trabajando en un reportaje sobre Federico García Lorca para la revista 'Life'. Visitó el Barranco de Víznar, donde asesinaron al poeta, y realizó una serie de 28 dibujos que sería la antesala de su obra 'La Brecha de Víznar'. Estos bocetos se presentan por primera vez en España, junto a cinco frescos portátiles elaborados con materiales de construcción.
'The Presence of Black' se podrá visitar hasta el próximo 26 de abril en la plaza de San Martín 1 por un precio de dos euros.
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