Por ello, las grandes fortunas se están acercando cada vez más a un sector que es mucho más amable que el de las acciones y los bonos y que no está sujeto a la volatilidad del mercado financiero. La prueba de ello es que las dos casas de subastas de arte más grandes del mundo, las inglesas Christie’s ySotheby’s, lograron récords de ventas el pasado año.
La primera elevó sus ingresos un 16% en 2014, hasta los 8.400 millones de dólares, la mayor cifra en su historia. Lo que más sorprende de sus números es que este repunte está respaldado por las operaciones que han llevado a cabo los llamados ‘nuevos compradores’, es decir, aquellas personas que han invertido en arte por primera vez el ejercicio pasado. En concreto, el 30% de las ventas de Christie’s proceden de los bolsillos de estos.
El mercado americano sigue siendo el primero, con el 38% de las transacciones, pero el de Oriente Medio ha crecido un 23% en 2014, lo que es una buena muestra de la pujanza que están empezando a adquirir los ciudadanos de lugares como Shanghai, Hong-Kong o Nueva Delhi.
Los tres artistas que han acabado el año en el ‘top tres’ de la firma han sido Barnett Newman, Andy Warhol y Francis Bacon. El pasado año la casa vendió la obra de Warhol sobre el ‘Rey del Rock’ llamada ‘Triple Elvis’ por 81,9 millones de dólares o la obra ‘The Wild One’ por 69,9 millones. Por su parte, el ‘Black Fire I’ de Newman alcanzó los 84,2 millones.
Sotheby's también registró las mejores ventas de su historia al alcanzar los6.000 millones de dólares, un 18% más que en 2013. En su caso, un tercio de sus clientes eran novatos en la casa el pasado año, otra prueba más de que el arte está enganchando a los ‘nuevos ricos’ mucho más que los mercados financieros.
En su caso, la obra que alcanzó un precio más alto fue la escultura ‘Chariot’ de Alberto Giacometti, que fue vendida por 101 millones de dólares.
En ambos casos, el arte de la posguerra y el contemporáneo fueron los más buscados en 2014. Para Christie’s, esta división supuso un 2.800 millones de dólares, y para Sotheby’s, 1.600 millones.
UNA INVERSIÓN CADA VEZ MÁS CONSIDERADA
Los datos muestran una vez más que el arte está dejando de ser una opción de inversión minoritaria a marchas forzadas. Los estragos que ha causado la crisis económica han sido toda una lección para los millonarios, que se han cansado de la volatilidad de las acciones, los bonos o las divisas.
De hecho, según una encuesta elaborada por Deloitte y ArtTactic –firma de investigación sobre arte-, el 76% de los compradores contempla sus adquisiciones como inversiones, cuando hace dos años este porcentaje era del 53%.
Por ello, está creciendo un oculto ecosistema para hacer la vida más fácil al inversor en arte, similar al sistema de trading que se utiliza en bolsas como la de Wall Street. Nuevas firmas de servicios están naciendo al calor del auge del arte para facilitar la entrada de nuevos compradores, como la startup ArtRank, que elabora rankings sobre los precios de las obras de artistas emergentes que están a la venta, con lo que en muchas ocasiones sirve para poner en contacto a compradores y vendedores.
Su algoritmo fue creado por un ingeniero que trabaja en un hegde fund, según ha reconocido Carlos Rivera, uno de los fundadores de ArtRank, en algunos medios internacionales. Éste agrupa las diferentes obras en tres categorías: ‘compra ahora’, ‘vende ahora’ y ‘liquidar’.
LOS CHINOS SE DESENCANTAN
Pero no es oro todo lo que reluce. Hay un mercado que estaba llamado a ser uno de los principales receptores de arte, pero parece que no acaba de convencerse.
Se trata de China, que al calor de su milagro económico ha parido una camada de ‘nuevos ricos’ con ansias de emular los comportamientos occidentales. No obstante, el arte no les termina de entrar por el ojo.
A pesar de que Apple (ver cotización) ha triunfado en el gigante asiático, a las dos grandes casas de subastas no les está yendo tan bien. Tanto Sotheby’s como Christie’s abrieron delegaciones en el país a finales de 2013, pero los números de 2014 revelan que las ventas han bajado en Asia.
Las de la primera cayeron de 931,4 millones hasta 896,1 millones, mientras que las de la segunda fueron peores, pues pasaron de 977,5 millones a 844,1.
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