Hoy esta entrada se la quiero dedicar (nunca he hecho esto de decidar, pero me apetece) a uno de los blogs que admiro más. Quizás no es correcto lo que he dicho. No es el blog lo que admiro… el blog, El Bosque de la Larga Espera, lo disfruto, a quien admiro es a su creadora Hesperetusa. Y la admiro por su erudición, por su buen hacer… Además, a través de sus trabajos, de los silencios entre líneas de los blogs, de sus comentarios en este y en su blog la siento cercana y la visualizo caminante… que, aunque con otro ritmo, otros zapatos, otras paradas… recorre senderos próximos a los míos.
La iluminación es un arte antiguo que resumiendo (de muy mala manera) podemos decir que consiste en decorar e ilustrar manuscritos.
Javier Alcaíns es un iluminador actual de libros. Su inspiración le llevó a recuperar la manera medieval de realizar libros, caligrafía, miniaturas, etc. adecuándola a los a los tiempos actuales. Y así ha caligrafiado e iluminado el Cantar de los cantares, el Libro de Daniel, el Apocalipsis… entre otros muchos.
Tengo la suerte de poder tener en mis manos sus libros. Las reproducciones de sus ilustraciones no hacen justicia a su trabajo, porque su trabajo no solo se disfruta viéndolo, mirándolo… también tocándolo para poder apreciar la textura del papel, seguir los trazos, las líneas de sus dibujos, su caligrafía… La encuadernación está muy cuidada y. además, cada ilustración de Javier es un microcosmos.
Las ilustraciones reflejan historias y todo un código secreto de símbolos, emblemas, alegorías que en otras épocas eran conocidas por las gentes y que hemos ido perdiendo hasta olvidarlas por completo. Aunque siempre hay alguien, como Hesperetusa, que las saca del olvido y de los libros adormilados en las estanterías de las bibliotecas.
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