Hermès Festival de Artesanía
HERMÈS, ARTESANOS DEL LUJO
“¿Por qué los pañuelos de Hermès son tan populares?” Esta es una de las preguntas que realizó una de las asistentes como público al
Festival des Métiers de la casa
Hermès a su paso por Madrid. Y es que lo interesante de visitar esta efímera exposición de la firma parisina, era la posibilidad de charlar con auténticos maestros artesanos de los que cada vez hay menos en el mundo. Se trata de una muestra del trabajo que se realiza en los talleres de franceses, ha pasado ya por varios países, y es una suerte que haya hecho una parada en Madrid. La experiencia da mucho que pensar. La mecanización y virtualización de nuestra sociedad hacen que los trabajadores tradicionales capaces de elaborar a mano objetos maravillosos, pasen inadvertidos. Y la situación va
in crescendo. De hecho, la velocidad de la vida y el desprecio a la calidad, han producido una paulatina desaparición de los artesanos en todas sus áreas. Hoy solo quedan unos pocos empleados en empresas de lujo y unos cuantos fabricando souvenirs en países en vías de desarrollo.
Diseño del pañuelo que elaboraron los artesanos en directo.
Me encanta irme por las ramas! Volvemos al tema pregunta. Los pañuelos Hermès están elaborados en materiales exquisitos como seda o cachemir, se pintan y rematan a mano y, previamente, son diseñados por dibujantes especializados. Se trata de piezas confeccionadas para durar, con diseños atemporales que siempre están de moda y, por supuesto, cuidando ál máximo todos los detalles. Son caros, sí, pero también eternos.
La respuesta, por tanto, era obvia.. lo que se demostró con los cuchicheos indignados de varias señoras de las que tenía alrededor, que comentaron lo inapropiado de la pregunta. Mientras, tratando de conseguir mayor visibilidad, me clavaban en el costado sus bolsos de 3.000 euros y me pisaban con sus zapatos de 700.
En el Festival des Mètiers, realizado en el agradable entorno de la Fundación Carlos de Amberes, puede asistir al proceso de elaboración de los famosos pañuelos.
En las fotos (siento la calidad, las hice con el móvil) se puede ver el trabajo de la impresión de los estampados. Según nos explicaron, los maestros estampadores tienen que realizar entre 4 y 7 años de formación en los talleres de Hermés París, prácticamente un tiempo similar al que se dedica a una carrera universitaria. El saber se transmite siempre de persona a persona, y las habilidades manuales y mentales son imprescindibles. En este caso elaboraban dos pañuelos iguales de 14 colores, aunque la firma tiene diseños de hasta 45 tonos. Las tintas se colocan sobre unas planchas con perforaciones que imprimen la seda color por color, simpre con un proceso mecánico, en apariencia muy sencillo, manejado por expertos. Una vez se ha terminado el dibujo, la pintura se deja secar .Más tarde, se recortan con el tamaño definitivo y se cosen los bordes a mano.
El trabajador prepara la pintura del tono adecuado.
El artesano extiende la pintura sobre la plancha con la mayor precisión.
La plancha solo permite que la tinta pase a través de la zona del dibujo.
El naranja ya se ha plasmado en la seda.
Todos los pañuelos incluyen la firma Hermés París dentro del propio estampado y, en muchos de ellos, añaden también el nombre del diseñador. Los dibujos son originales y están registrados. La casa asegura además su calidad, afirmando que son piezas para heredar. En el festival, una trabajadora de Hermés contó como, durante estos días, habían acudido clientes con pañuelos antiguos, hasta alguno de los años cuarenta.
Por último, podía contemplarse el trabajo de muchos otros artesanos: peleteros, joyeros, relojeros o cristaleros. La visita te transportaba de inmediato a un pasado curioso, lujoso y duradero. Y si bien es cierto que la sociedad tiene que evolucionar y mirar hacia delante, una experiencia como esta, nos recuerda que también hay que tratar de preservar algunas tradiciones, sobre todo cuando sirven para crear maravillas como estos pañuelos. De hecho esta es la idea que domina sobre la industria del lujo actual, destacar el valor del trabajo tradicional y de la artesanía: La artesanía de lujo.
Pieles tratadas y teñidas, listas para la elaboración de marroquinería.
Texto y fotos: Laura G. Arriaga
Fuente
http://actualidadanacronica.com
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