Acuarelas pintadas por Hitler son sobrevaloradas por compradores que ofrecieron grandes sumas dinero en una subasta

Las pinturas de Hitler ascienden a 3000 piezas

Acuarelas pintadas por Hitler son sobrevaloradas por compradores que ofrecieron grandes sumas dinero en una subasta

La casa de subastas alemana Weidler, subastó 14 dibujos y acuarelas firmadas con el nombre de A. Hitler. La venta de las obras de arte recaudó una suma de 391.000 Euros o casi medio millón de dólares. La pintura que más ganancias tuvo fue una representación del castillo Neuschwanstein en Baviera comprada por 100.000 Euros o casi 115.000 dólares americanos. De acuerdo con la casa de subastas Weidler, los compradores eran inversionistas de China, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Alemania y Brasil; quienes aclararon que no se especializaban en las obras artísticas de Adolfo Hitler, sino lo que a ellos les atraía era invertir en arte de excelente calidad.

Estas obras, que tienen plasmada la firma de Adolfo Hitler, fueron pintadas entre 1904 y 1922 y van desde paisajes y castillos de Praga y Viena, hasta arreglos florales y el retrato de una niña.

Aunque esta subasta está rodeada de polémica. Según varios historiadores del arte, las pinturas de Hitler son mediocres y de mediana calidad. La sobrevaloración de sus obras se da por el misterio y notoriedad que por 80 años, han rodeado al pintor y no por sus aptitudes como artista.

Otra de las controversias generadas fueron los cuestionamientos morales por parte de la prensa al permitir la venta de pinturas hechas por un genocida. Sin embargo, la casa de subastas esclareció que en Alemania no existe ninguna ley que prohíba la venta de las obras de arte de Adolfo Hitler, que se cree que ascienden a 3.000 dibujos, acuarelas y óleos; mientras sus obras no tengan una suástica plasmada, pueden vender lo que sea.

Las obras de este dictador nazi, quien fue rechazado en repetidas ocasiones de la Academia de Artes de Viena, han sido rechazadas para su venta por las principales casas de subastas europeas, esto porque consideran poco ético y resultaría un insulto para las víctimas de la segunda guerra mundial. En su juventud, Adolfo Hitler copiaba escenas de tarjetas postales que vendía a los turistas. En 1933 fue elegido como canciller por parte del partido nazi. 

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