La Fontana di Trevi, ayer - EFE
La casa Fendi ha invertido 2,2 millones de euros en la recuperación de la fuente monumental más famosa de Roma
Vuelve el agua a la Fontana di Trevi, uno de los monumentos más famosos del mundo, sin duda una de las más fascinantes fuentes barrocas. Después de 17 meses de restauración, se reabre mañana oficialmente el monumento símbolo de Roma, escenario de una de las escenas más famosas del cine italiano y mundial, con Anita Ekberg y Marcello Mastroianni en «La Dolce Vita» de Federico Fellini (1960).
Han trabajado 26 restauradores durante 516 días, para que el agua retorne a la Fontana di Trevi, gracias a una imponente operación,financiada por la casa de moda Fendi, con casi 2,2 millones de euros. Desde junio 2014, el complejo monumental se cerró al público, pero al mismo tiempo se ideó lo que en parte puede ser considerada otra «obra de arte» entre los andamios, concebida de tal manera que no impidiera al público el gozar de una joya de rara belleza. En efecto, durante el periodo de restauración la Fontana di Trevi fue visitada por más de tres millones de turistas, mediante una pasarela panorámica, con paneles transparentes. La perspectiva era única: Los visitantes podían observar el trabajo de los restauradores y entrar físicamente en un complejo monumental, teniendo una proximidad como nunca antes había existido. Además de la restauración propiamente dicha, se ha limpiado completamente toda la conducción de alimentación del agua, instalando un nuevo sistema de ósmosis que permite que las aguas fluyan sobre los mármoles sin dañarlos.
El mar representado
El monumento, alimentado por uno de los más antiguos acueductos romanos, el del Acqua Vergine, representa el mar como tema de la entera composición y está realizado en mármol travertino: la escenografía está dominada por un acantilado rocoso que ocupa toda la parte inferior del palacio, en cuyo centro, bajo un gran nicho delimitado por columnas, resalta una gran estatua de Océano, figura de la mitología griega, que guía un carro en forma de concha tirado por caballos alados de mar, a su vez conducidos por tritones.
El proyecto inicial fue de Lorenzo Bernini en 1625, desarrollado por Nicola Salvi, quien ganó el concurso convocado por el papa Clemente XII en 1732, y completado en 1762 por Giuseppe Panini. Entre las causas del largo periodo de realización de esta obra, aparte de su grandiosidad, estuvieron los notables aumentos de costes y por tanto la necesidad de recoger fondos, además de las frecuentes disputas entre Nicola Salvi y el escultor encargado de la ejecución de la fuente, Giovanni Battista Maini. Ninguno de los dos verá concluida la obra.
El esplendor recuperado de la Fontana di Trevi será un símbolo del renacer de Roma, inmersa desde hace tiempo en caos de gobierno y escándalos de corrupción. El mecenazgo está siendo fundamental. Los joyeros de Bulgari pagan la restauración de la escalinata de la Plaza de España, con 1,5 millones de euros. En 2011, Tod ‘s ofreció 25 millones de euros para la restauración del Coliseo . El gobierno italiano reconoció al llegar la crisis que sus recursos eran limitados, y la nueva ley de mecenazgo fue un llamamiento a la colaboración privada. Muchos monumentos esperan un patrocinador para su restauración. El último conocido es el gran palacio del emperador Nerón, Domus Aurea: se buscan casi 30 millones de euros, para que vuelva a su esplendor.
Fuente
http://www.abc.es
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