Louise Joséphine Bourgeois
Louise Joséphine Bourgeois (Pronunciación en francés: /lwiz buʁʒwa/; 25 de diciembre de 1911 – 31 de mayo de 2010),1 fue una artista y escultora franco-americana. Conocida por sus esculturas de arañas, que le valido el apodo de "Mujer Araña", es una de las artistas más importantes del arte contemporáneo.2 Su escultura arácnida más grande se titula Maman y ha sido exhibida en numerosos lugares del mundo, con una altura de más de 30 ft (9.27m).
En la década de 1940, después de haberse mudado a Nueva York con su esposo, Robert Goldwater, se inclinó por la escultura.
Reconocida como fundadora del Arte Confessional,4 sus trabajos están catalogados como sugestivos de la figura humana, expresando temas como la traición, la ansiedad y la soledad. Su trabajo era puramente autobiográfico y estaba inspirado en su trauma de la infancia causado por el descubrimiento del amorío entre su padre y su niñera
Bourgeois nació el 25 de diciembre de 1911 en París, Francia.5 Fue la tercera de cuatro hijos de Josephine Fauriaux y Louis Bourgeois.6 Sus padres eran dueños de una galería que se especializaba en tapices antiguos. Unos años después de su nacimiento, la familia se mudó fuera de París y estableció un taller de reaparación de tapicería debajo de su departamento en Choisy-le-Roi, en donde rellenaban diseños desgastados con el tiempo.
En l1924 su padre, un tirano mujeriego, tuvo múltiples amoríos, incluyendo a la maestra y niñera de sus hijos8 De acuerdo a Bourgeois, su madre Josephine, “una persona inteligente, paciente y calculadora” estaba al tanto de la infidelidad de su esposo, pero le fue más fácil ignorar el asunto. Bourgeois, considerada una pequeña niña alerta, almacenaba sus memorias en diarios.
De niña, Bourgeois nunca pudo colmar las expectativas de su padre debido a su falta de habilidad. Finalmente, llegó a adorarla por su talento y espíritu, sin embargo el cariño no era mutuo, ella continuaba odiándolo por su temperamento explosivo, dominancia en el hogar y burlas.8
En 1930, Bourgeois entró en La Sorbona a estudiar matemáticas y geometría, materias que le agradaban por su estabilidad.8 10 Louise aseguraba: "mi única forma de obtener paz mental era mediante el estudio de leyes que nadie podía cambiar."
Su madre falleció en 1932, mientras Bourgeois continuaba en la escuela, la muerte de Josephine la inspiró a dejar las matemáticas y comenzar a estudiar arte. Su padre consideraba a los artistas modernos como derrochadores y se rehusó apoyarla. Louise continuó estudiando arte, se inscribió a clases en donde eran necesarios traductores de inglés, de esta manera no pagaba colegiatura. En una de estas clases fue Fernand Légerquien vio su trabajo y le dijo que era escultora, no pintora.8
Bourgeois se graduó de La Sorbona en 1935, y continuó estudiando arte en la Académie de la Grande Chaumière, de 1937 a 1938, y en otras escuelas como la Escuela del Louvre y la École des Beaux-Arts. Durante el tiempo que estuvo inscrita en la École des Beaux-Arts, utilizó las infidelidades de su padre como inspiración. Descubrió que su impulso creativo se encontraba dentro de los traumas y tensiones de su infancia.
Bourgeois tenía el deseo de experimentar cosas de primera mano, y frecuentemente visitaba estudios en París donde aprendía técnicas de otros artistas y ayudaba con diferentes exhibiciones.11
Bourgeois abrió brevemente una tienda de impresiones al lado del taller de tapices de su padre. Su padre le ayudó porque había decidido entrar a una profesión centrada en el comercio.8
Bourgeois conoció a su esposo Robert Goldwater, un historiador americano conocido por ser pionero en el área de arte primitivo, en 1938 en su tienda de impresiones. Goldwater había visitado la tienda para comprar una selección de imágenes de Pablo Picasso, y "en medio de pláticas acerca del surrealismo y las últimas tendencias, se casaron". Emigraron a Nueva York el mismo año, donde Goldwater continuó su carrera como profesor de arte en el New York University Institute of Fine Arts,8 mientras Bourgeois asistía a la Art Students League of New York, estudiando pintura bajo la tutela de Vaclav Vytlacil, donde también producía esculturas y estampados.10
Hasta 1939, Bourgeois había sido incapaz de embarazarse, por lo que, junto a Goldwater visitó Francia para adoptar a un pequeño niño, Michel. Sin embargo, en 1940 dio a luz a Jean-Louis y en 1941 a Alain
Para Bourgeois los inicios de la década de 1940 representaron las dificultades de la transición a un país nuevo y la problemática de entrar al mundo de exhibiciones de Nueva York. Su trabajo durante la época era construido con pedacería metálica y madera proveniente del océano. La impurezas de la madera eran cubiertas con pintura, después creaba hoyos y rayones con clavos, su propósito era expresar alguna emoción. Sleeping Figure es un ejemplo de su trabajo en ese momento, la obra es una figura de guerra incapaz de encarar el mundo real debido a su vulnerabilidad. El trabajo de Bourgeois fue creado desde revisiones de su problemático pasado, encontrando inspiración y catarsis temporal de su niñez y de los abusos que recibía de su padre. Lentamente, ella fue desarrollando más confianza artística a pesar de que sus años medios fueron más opacos, debido a la poca atención recibida en el mundo del arte, a pesar de haber realizado su primera muestra individual en 1945.
Conoció a Miró en París en 1938, antes de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de haber admirado y recibido su influencia, no comenzaron su amistad hasta 1947 en Nueva York. A pesar de apreciar su pintura, que consideraba naif, no estimaba su escultura. Ella y su marido estuvieron entre los pocos invitados a un cocktail íntimo que Pierre Matisse ofreció a Miró en una visita a Nueva York en 1965. En el verano de 1966 Bourgeois y su marido viajaron por España y Grecia, visitando los edificios de Gaudí en Barcelona.
En 1954, Bourgeois se unió al American Abstract Artists Group con varios contemporáneos, entre ellos Barnett Newman y Ad Reinhardt. Durante esa época se hizo amiga de los artistas Willem de Kooning, Mark Rothko y Jackson Pollock.11
Como parte del American Abstract Artists Group, Bourgeois transicionó de la madera a estructuras de mármol, plaster y bronce mientras investigaba temas como el miedo, la vulnerabilidad y la pérdida del control. Esta transición fue un giro definitorio. Ella se refería a su arte como una serie o secuencia de días y circunstancias relacionadas entre sí, describiendo su trabajo temprano como el miedo a caer que posteriormente se transformaría en el arte de caer y la evolución final al arte de "aguantar". Sus conflictos en la vida real le dieron el poder de autentificar sus experiencias a través de una forma única de arte. En 1958 (según otras fuentes en 1961), Bourgeois y su esposo se mudaron a una casa con terraza en la calle 22 Oeste en Chelsea (Manhattan), donde ella vivió y trabajó por el resto de su vida.8
A pesar de que no consideraba su arte feminista, su tema central era la feminidad. Trabajos como Femme Maison (1946-1947), Torso self-portrait (1963-1964) y Arch of Hysteria (1993) fueron referidos al cuerpo femenino.14 Bourgeois dijo: "Mi trabajo lidia con problemas pre-género, por ejemplo la envidia no es masculina o femenina."
Louise Bourgeois: "Arco de Hystheria" (1993).
Bourgeois se rodeó de activistas, volviéndose parte de The Fight Censorship Group, un grupo feminista fundado por Anita Steckel. Durante la década de 1970 el grupo defendió el uso de imágenes sexuales en el arte.14 16 Steckel argumentaba: "Si un pene no es lo suficientemente bueno para entrar en un museo, no debería ser considerado lo suficientemente bueno para entrar en una mujer."17
Robert Goldwater falleció el 26 de marzo de 1973, hecho que provocó un gran cambio en su vida.
Desde 1980 contó con la colaboración del comisario artístico Jerry Gorovoy, que actuó como su mánager. La artista se dedicó desde entonces a crear obras de creciente poder transgresor, fuertemente influenciada por el feminismo y por nuevos materiales.
Consiguió el reconocimiento internacional al celebrar su primera retrospectiva, comisariada por Deborah Wye, en 1982, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Hasta entonces, había sido una figura periférica en el arte, cuyo trabajo era más admirado que aclamado. En una entrevista con Artforum, programada para coincidir con la apertura de la retrospectiva, ella reveló que las imágenes en sus esculturas eran puramente autobiográficas. Bourgeois compartió con el mundo que revivía obsesivamente, a través del arte, su trauma de descubrir que su niñera era también amante de su padre.
Bourgeois tuvo otra retrospectiva en 1989 en Documenta 9 en Kassel, Alemania.12 Representó a EE UU en la Bienal de Venecia (1993). Sus últimas obras, realizadas en su taller de Nueva York, exploraron las posibilidades más sorprendentes del montaje monumental, como en Spider (1992) y Maman, una araña en bronce de 10 metros de altura que se expuso en 2004 en el Museo Guggenheim de Bilbao. Obtuvo varios premios: Gran Prix de Escultura del Ministerio de Cultura francés (1991), León de Oro de la Bienal de Venecia, Premio de la Asociación Japonesa de Arte (1999), Premio Aragón-Goya (2008). En 1993, cuando la Royal Academy realizó su encuesta acerca del arte americano en el Siglo XX, los organizadores no consideraron que el trabajo de Bourgeois tuviera importancia significativa como para incluirla en la encuesta.4 Sin embargo, esta encuesta fue criticada por haber omitido a varios artistas, con el comentario de un crítico que dijo que "secciones completas del mejor arte americano habían sido eliminadas" haciendo énfasis en que muy pocas mujeres fueron incluidas.16 En el 2000 su trabajo fue seleccionado para ser expuestos en la apertura del Tate Modern en Londres.12 En 2001, expuso en el Guggenheim Hermitage Museum.17
En el 2010, el último año de su vida, Bourgeois utilizó su arte para hablar a favor de la igualdad para las lesbianas, gais, bisexuales y transgéneros (LGBT). Creó la pieza I do, que muestra dos flores creciendo de un solo tallo, para beneficiar a la organización sin fines de lucro Freedom to Marry. Bourgeois dijo que "todos deberían tener el derecho a casarse. Hacer un compromiso de amar a alguien para siempre es algo hermoso."18 Bourgeois fungió como activista a favor de la igualdad LGBT, creando piezas para la organización activista contra el SIDA, ACT UP en 1993.19
En el 2011 uno de sus trabajos titulado Araña, se vendió por $10.7 millones de dólares, nuevo récord para una obra en subasta y el precio más alto pagado por el trabajo de una mujer
Fallecimiento
Bourgeois murió de infarto agudo de miocardio el 31 de mayo de 2010, en el Beth Israel Medical Centeren la ciudad de Nueva York.22 23 Wendy Williams, directora del Estudio Louise Bourgeois, anunció su muerte.23 Louise continuó con la creación de piezas hasta su muerte; sus últimas piezas fueron terminadas una semana antes de su fallecimiento.24
El New York Times dijo que su trabajo "compartía una serie de temas repetitivos, centrados en el cuerpo humano y su necesidad de ser nutrida y protegida de un mundo aterrador."25
Su esposo, Robert Goldwater, había fallecido en 1973. A ella la sobreviven dos hijos, Alain Bourgeois and Jean-Louis Bourgeois. Su tercer hijo, Michel, murió en 1990
Femme Maison
Femme Maison (1946–47) es una serie de pinturas en donde Bourgeois explora la relación de una mujer y el hogar. Las cabezas de la mujer son reemplazadas con casas, dejando a sus cuerpos en el mundo exterior y sus mentes en el doméstico. El tema forma parte de la deshumanización del arte moderno
Destruction of the Father
La Destrucción del Padre (1974) es una exploración biográfica y psicológica del poder dominante del padre sobre sus hijos. La pieza es una instalación color piel en un cuarto suave parecido a un útero. Está hecho de yeso, látex, madera, tela y luces rojas, fue la primera pieza en la que la artista utilizó materiales suaves a gran escala. Cuando se entra a la instalación, el espectador es expuesto a una escena de crimen. Puestos en un comedor estilizado (con el doble sentido de parecer una recámara, los niños como formas abstractas, hijos de un padre prepotente, se han rebelado y lo han asesinado y engullido.27
…diciéndole a la audiencia lo grande que es, todas las cosas maravillosas que hizo, toda la gente mala que él atrapó hoy. Pero esta escena se repite día tras día. Hay tragedia en el aire. Ha dicho su parte demasiadas veces. Es intolerablemente dominante aunque él mismo no se de cuenta. Un tipo de resentimiento que crece y un día mi hermano y yo decidimos que '¡llegó la hora!' Lo cogemos, lo recostamos sobre la mesa y lo diseccionamos con nuestros cuchillos. Lo desmembramos, le cortamos el pene. Y se convirtió en comida. Nos lo comimos completo, lo liquidamos de la misma manera que él liquidó a sus hijos
Cells
En sus ochenta, Bourgeois produjo dos series de trabajos de instalaciones a las que ella se refería como "Celdas". Muchas son pequeñas cajas, dentro se observan arreglos de objetos simbólicos; otros son pequeños cuartos que invitan al espectador a entrar. En la piezas "Celdas", Bourgeois utiliza formas esculpidas con anterioridad, objectos que encontró así como objetos que tenían una gran carga emocional personal para la artista.
Las Celdas guardan estados psicológicos e intelectuales, principalmente miedo y dolor. Bourgeois dijo que las Celdas representan "diferentes tipos de dolor: físico, emocional y psicológico, mental e intlectual... Cada Celda maneja el miedo. El miedo es dolor... Cada Celda trata con el placer del voyeur, la emoción de mirar y ser mirado.
Maman
A finales de la década de los noventa, Bourgeois comenzó a utilizar la araña como imagen central de su arte. Maman, la cual mide más de nueve metros de alto, es una escultura de acero y mármol de la cual se produjeron subsecuentemente seis réplicas de bronce. Al principio hizo una aparición como parte del comisionado de Bourgeois para la serie Unilever para el Turbine Hall del Tate Modern en el 2000. Recientemente la escultura estuvo instalada en el Centro Nacional de convenciones en Doha, Qatar.30 Es la escultura arácnida más grande construida por Bourgeois.28
La escultura hace alusión a la fuerza de su madre, con metáforas de tejidos, nutrición y protección.28
La Araña es una oda a mi madre. Ella era mi mejor amiga. Como una araña, mi madre era tejerdora. Mi familia estaba en el negocio de restauración de tapices, y mi madre estaba a cargo del taller. Igual que las arañas, mi madre era muy astuta. Las arañas son presencias agradables que comen mosquitos. Sabemos que los mosquitos esparcen enfermedades y por lo tanto, no son bienvenidos. Entonces, las arañas son proactivas y de mucha ayuda, justo como lo era mi madre.
Impresiones
Las impresiones de Bourgeois florecieron durante dos periodos, primero de 1930 y 1940, cuando se mudó a Nueva York y en 1980, cuando comenzó a recibir reconocimiento mundial. En la primera etapa hacía impresiones caseras en una pequeña presa en su tienda Atelier 17. Después de este período, Louise se centró en la escultura, y no fue hasta sus setenta que comenzó a realizar impresiones de nuevo. Volvió a utilizar su antigua presa y agregó una nueva, trabajó con ayuda de otros impresores de manera bastante activa hasta su fallecimiento. Durante su vida, Bourgeois creó aproximadamente 1,500 impresiones.
En 1990 Bourgeois decidió donar su archivo de impresiones completo a The Museum of Modern Art. En 2013 el museo lanzó un catálogo en línea llamado "Louise Bourgeois: The Complete Prints & Books." El sitio se enfocaba en el proceso creativo de la artista incluyendo libros ilustrados con el contexto de la producción, significados y temas.
Temas recurrentes
Uno de los temas recurrentes del trabajo de Bourgeois es el trauma de su niñez. Después de que la madre de Louise se enfermara de influenza, su padre comenzó a tener amoríos con otras mujeres, en especial con Sadie (la maestra y niñera de Bourgeois). Louise estaba muy atenta y vigilaba la situación. Fue en este momento cuando la autora comenzó a engancharse con dobles estándares relacionados con el género y la sexualidad, presentes en casi todo su trabajo. Louise dice recordar a su padre diciendo "te amo" en repetidas ocasiones a su madre a pesar de sus infidelidades. "Él era un lobo, y ella era una liebre racional, no era rencorosa y lo aceptaba como era".31 Su trabajo de 1993 "Cell: You Better Grow Up", parte de su serie "Cells", habla directamente del trauma infantil de Louise y la inseguridad que la rodeaba. Su trabajo "Give or take" del 2002, definido por emociones escondidas, representa el intenso dilema que la gente encara a lo largo de su vida mientras intenta balancear el dar y recibir. El dilema no es sólo representado por la forma de la escultura, si no también por el peso de los materiales.
La arquitectura y la memoria son componentes importantes del trabajo de Bourgeois. En numerosas entrevistas, Louise describe la arquitectura como una expresión visual de la memoria, o a la memoria como un tipo de arquitectura. La memoria, protagonista de muchos de sus trabajos, es una memoria inventada acerca de la muerte o exorcismo de su padre. La memoria imaginada se entreteje con memorias reales como vivir frente a una carnicería o el amorío de su padre. Para Louise su padre representó heridas y guerra, la manera en que se engrandecía menospreciando a otros y lo más importante, una representación de la traición.31 Su trabajo de 1993, "Cell (Three White Marble Spheres)" habla del miedo y el cautiverio, los espejos representan una realidad alterada y distorsionada.
La sexualidad es, sin duda alguna, uno de los temas más importantes en el trabajo de Louise Bourgeois. El vínculo entre la sexualidad y la fragilidad es muy poderoso, se dice que esto derivó de las memorias de su niñez y el amorío de su padre. "Spiral Woman" (1952) combina el enfoque de Louise en la sexualidad con la tortura. La pierna flexionada y los músculos del brazo indican que la mujer sigue por encima a pesar de que está colgada y sofocada. Su trabajo de 1995, "In and Out" utiliza materiales de metal frío para ligar a la sexualidad con enojo y cautiverio.
Louise Bourgeois, la mujer animal en el Museo Picasso-Málaga
No se nos muestra así en las fotografías, pero yo imagino a Louise Bourgeois con los brazos delgadísimos, largos para alcanzarlo todo, con esa fuerza sutil al borde de quebrarse y resistiendo sin embargo. Marcaron la obra de Bourgeois –curiosa y reflexiva, ambiciosa y artesana– esos contrastes: los materiales potentes con los que simbolizar la intemperie y, al revés, la fragilidad que merece cuidado y que merece –por lo que cuenta– temor.
Bourgeois fue pionera en la revisión del arte político desde el feminismo, y en la decisión orgullosa de trabajar desde el lugar de la mujer, con el pasado de la mujer a cuestas, sin olvidar los tiempos que esperaban. Yo imagino a Louise Bourgeois con los brazos delgados y largos y robustos y cansados, con los brazos como vulnerables patas de araña; yo imagino a Louise Bourgeois como la araña sobre la que trabajó.
La araña en el idioma de Bourgeois se llama madre, y la araña teje y desteje en nuestro imaginario, y arma la historia –la historia de todos– con su doble movimiento: su labor nos protege, pero también nos caza y nos destruye. El gesto de la araña equivale al gesto de la creación –siempre el origen–, al de la labor minuciosa y atenta –siempre la mirada–, y Louise Bourgeois cede al animal todo el poder, toda la palabra: lo cede a un animal pleno de carga femenina. Nada de inocencia y nada de ingenuidad en sus decisiones: Bourgeois buscaba el recoveco, la palabra amplia para la imagen suya.
Aunque la araña de Bourgeois surge al final de su carrera, resume –icónica, simbólica– todo cuanto le obsesionó: siempre quienes nos habitaron antes, siempre el origen y además el recuerdo, siempre la voz radicalmente femenina. Entre el hombre y la mujer que es la araña, entre el padre y la madre que es la araña, ocurriendo así en su arte y en su vida –la profesión de los padres, el conflicto con él y la intimidad con ella–, Bourgeois establece una grieta, fija un espacio blanco, vacío y que distancia, y que nos recuerda al espacio mismo –por ejemplo– de sus Celdas.
Círculo de dolor
Las decisiones creativas de Louise Bourgeois rebosan conciencia y memoria. Bourgeois crea como hija, como esposa y como madre, desde ese lugar impuesto aunque asumido, y se plantea en cada una de sus piezas qué rol se le impone y qué papel cumple. Las marcas de la educación, inevitables, Louise Bourgeois las acata en un principio, más tarde las subvierte: su obra nos habla sobre ser lo que tenemos que ser, pero de otra manera.
No se entiende el trabajo de Louise Bourgeois sin su poderosísima carga autobiográfica, sin las experiencias ni las circunstancias que la acompañaron, pero tampoco se entiende sin su compromiso: sin su voluntad de producir un discurso y provocar la reflexión en el espectador, sin esa voluntad más concreta de mostrar el cuerpo como espacio prioritario para la política. El cuerpo cuya forma se aleja del canon, el cuerpo que propone otra belleza, el cuerpo que molesta y que incomoda... En esos márgenes crece la obra de Louise Bourgeois.
Bourgeois se empeñó en afrontar la tensión entre lo que no se evita y lo que se escoge: se aleja de la confesión y de la catarsis, y reutiliza el material sensible propio para transformarlo en proceso común. Si lo personal es político, defenderían las feministas en un tiempo en el que Louise Bourgeois luchaba desde décadas antes, nuestro cuerpo es el primer elemento –el más evidente y visible, casi el único propio– que aportamos a la guerra. ¿Con qué armas? Bourgeois trabajó con el cuerpo, y aquí el cuerpo suena a motor y a inspiración, y al mismo tiempo se emplea como herramienta: explica su salto inicial de la pintura a la escultura, explica sus incursiones en la performance y en la intervención, lo explica la necesidad de trabajar con la materia, esa cualidad física que empapa su obra sobre papel y sobre tela.
La obra de Louise Bourgeois existe y se impone, se palpa, precisa de nuestra reacción. La trufan naturalezas como cuerpos, cuerpos que se deforman, rostros en los que la forma humana se desdibuja y la identidad se diluye, vendajes no sabemos si para sanar la herida o para esconderla: la intención la decidimos nosotros. «Soy el centro / De un círculo de dolor / Que excede sus límites en todas direcciones», escribió Mina Loy, otra mujer libre. Desde ese lugar, el del núcleo terrible, creó Louise Bourgeois.
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