Jacques-Louis David
(1748-1825) fue un pintor francés neoclásico. Influido por las teorías de Lessing y de Winckelmann, y por sus dos viajes a Italia (1775-1780 y 1785), desarrolló una extensa producción de cuadros de historia y mitología clásicas, caracterizados por cierta frialdad monumentalista. Participó políticamente en la Revolución francesa, siendo miembro de la Convención y del Club de los Jacobinos, y se convirtió en el ordenador y decorador de las grandes ceremonias republicanas y en el pintor oficial de los acontecimientos revolucionarios ("Marat asesinado", "El juramento del juego de pelota").
Encarcelado por la reacción termidoriana, volvería a convertirse en pintor oficial durante el Imperio napoleónico ("Coronación de Napoleón", "Distribución de las Águilas"). Murió en el exilio, en Bélgica, donde se había refugiado a la caída del Imperio. Más interesantes y libres que sus cuadros de temas históricos son sus retratos como los de "Madame Récamier" o "Madame Sériziat", en los que su realismo académico consigue que se haga transparente la psicología del personaje.
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