Alfonso Parras Vílchez, pintor, nació en Torredelcampo. Cuando sólo contaba diez años su familia se trasladó a la capital de Jaén; allí comienza sus estudios, que alterna con los de la Escuela de Artes y Oficios, obteniendo dos años consecutivos el primer premio de dibujo.
En el año 1959 consigue el Premio Nacional de Pintura. En 1960 pinta para la parroquia de San Bartolomé, de su villa natal, el retablo del Altar Mayor. Un conjunto de cuatro grandes cuadros donde se recrea no sólo en el paisaje como tema de su pintura, sino que trata también la figura humana. Después expone en las más importantes galerías de las principales ciudades de España. En 1962 instala su estudio en Jaén, dedicándose por entero a la pintura.
A partir de entonces, Alfonso Parras ha expuesto por todo el territorio nacional, habiendo conseguido meritorios galardones en Madrid, Barcelona, Valencia, etc.
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La crítica nacional lo ha considerado como el pintor más representativo de la escuela paisajística jiennense. Los paisajes de este artista torrecampeño son lecciones magistrales, en cuanto al tratamiento de la luz por medio de transparencias y en cuanto a unas justezas cromáticas, conseguidas mediante una armoniosa conjugación de gamas tonales.
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