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viernes, 2 de octubre de 2020

Francisco Mayor Maestre

 

Francisco MayorFrancisco MayorNOMBRE: Francisco

APELLIDOS: Mayor Maestre

LUGAR DE NACIMIENTO: Madrid

FECHA DE NACIMIENTO: 1990

PROFESIÓN: Artista

 

A Francisco Mayor, nuestro último fichado, lo conocimos el año pasado en la Galería Materna y Herencia de Madrid; allí presentó en primavera “Jugar con fuego”, un compendio de trabajos en los que aunaba procedimientos de la pintura y de la gráfica para invitarnos a reflexionar sobre nuestros modos de habitar las ciudades y sobre las relaciones entre vida y arquitectura, incorporando a sus trabajos cierta narratividad sin dejar de abrirlos a lecturas diversas.

Además de en Materna y Herencia, Mayor ha expuesto individualmente en Brita Prinz y sus colectivas le han llevado a espacios como la MH Art Gallery de Bilbao, el Museo Casa de la Moneda, la Calcografía Nacional o la Facultad de Bellas Artes de la Complutense. También ha participado en muy diversas ferias dentro y fuera de nuestro país, entre ellas Affordable Art Fair (Londres, Hamburgo), FIG Bilbao, Art Marbella, Scope Art Fair (Basilea), Stroke Art Fair (Munich), Lausanne Art Fair, ART MADRID, Innsbruck International Art Fair, GABINETE o Masquelibros y sus trabajos forman parte de las colecciones de la Kells College Foundation (Santander), la Fundación Pilar i Joan Miró (Mallorca), el Museo del Grabado Español Contemporáneo (Marbella), la Biblioteca Nacional, la citada Calcografía Nacional y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Centro de Formación de la Fabrica Nacional de Moneda y Timbre y el Museo Real Casa de la Moneda y la también mencionada Universidad Complutense, donde se graduó en Bellas Artes.

Nuestro fichado ha cursado asimismo másters de Investigación en Arte y Creación (Universidad Complutense) y en Grabado y Diseño Gráfico (Universidad de Castilla-La Mancha) y ha recibido becas de la Fábrica de Moneda y Tiembre y la Fundació Pilar i Joan Miró. También el Premio Nacional de Grabado a artistas emergentes que otorga la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en 2015.

Francisco Mayor Maestre. Lo que deberíamos ser, 2019
Francisco Mayor Maestre. Lo que deberíamos ser, 2019

Francisco Mayor se incorpora a esta sección porque queremos saber más de su mirada hacia lo urbano y de sus procedimientos de trabajo. La primera tiene que ver con sus traslados frecuentes entre Madrid y sus alrededores, atendiendo a los cambios en esos paisajes de la periferia, desde las zonas de chabolas hasta otras sometidas a la especulación inmobiliaria. Se fija el artista en lo que hay más allá del aparente orden, en los márgenes de la ciudad; y en sus procedimientos se sumerge en otros intersticios, los de la pintura: la técnica al óleo es fuente primera de su producción, pero a sus soportes incorpora materiales diversos que suponen para el espectador capas de información. Conjugando dibujo, collage, óleo e impresión nos ofrece hallazgos plásticos, buscados e inesperados.

Francisco Mayor Maestre. Estados de emergencia I, 2020
Francisco Mayor Maestre. Estados de emergencia I, 2020
Francisco Mayor Maestre. Estados de emergencia 3, 2020
Francisco Mayor Maestre. Estados de emergencia 3, 2020

Según el esquema que conocéis, hemos preguntado a Francisco por sus inicios. Nos cuenta que su decisión de dedicarse a lo artístico tiene que ver con su consideración del arte como una necesidad vinculada a otra, la de reflexionar sobre nuestro tiempo y nuestro entorno. Nos habla del cuándo y el porqué: No sé si puedo establecer un cronograma preciso, antes tendríamos que definir qué significa trabajar como artista. Si la pregunta va dirigida a desde cuándo he tenido la intención de dedicarme profesionalmente al arte, tendría que decir que desde que fui consciente que uno puede decidir trabajar en este medio, y esto fue en la Universidad. Pero si la pregunta va dirigida a desde cuándo he tenido interés por las actividades creativas, tendríamos que remontarnos mucho más atrás en el tiempo.

En cuanto al porqué, no he reflexionado demasiado sobre ello, pero podría decir que se ha convertido en una necesidad. Quizás esto sea una respuesta un poco manida, pero me refiero a que se ha convertido en una necesidad en tanto en cuanto es la herramienta que uso para reflexionar sobre la contemporaneidad, sobre el contexto en el que estamos inmersos. Poder dedicarme a la producción cultural, a la producción de imagen, supone que se me brinda la posibilidad de mostrar mi forma particular de mirar, mi forma de ver desde detrás de los ojos, como diría Omar Pascual Castillo. Esto entiendo que, por un lado, es un privilegio, pero por otro, es una responsabilidad. Las hacedoras culturales tenemos la responsabilidad de producir pensamiento sensible.

Francisco Mayor Maestre. No volveré a ese lugar, 2020
Francisco Mayor Maestre. No volveré a ese lugar, 2020

Adelantábamos antes parcialmente sus intereses; nos cuenta Mayor Maestre que los fundamentales son dos: la imagen (y todo lo que tiene que ver con su construcción) y el paisaje, entendido este como construcción humana y como espacio de relación. Nos explica que esquiva en sus trabajos la idea de ventana abierta al entorno y la presentación de figuras; nuestras lecturas debemos obtenerlas al margen de pistas más o menos obvias: Mi trabajo actualmente se mueve, digamos, entre dos grandes pilares: el primero es el propio medio. Me preocupa la imagen, me preocupa la pintura y lo pictórico y me preocupan las implicaciones que tiene este hacer en la contemporaneidad. Esto da como resultado piezas que también son reflexivas en lo formal, obras que son pensadas y se piensan no solo desde la superficie de lo visible sino que son importantes desde lo ulterior. Con ello quiero decir que en todo mi trabajo aparecen preocupaciones y reflexiones asociadas a la construcción de imagen sustancia, como diría Brea. Reflexiones asociadas al lugar de lo manufacturado en lo global.

Entiendo que el hacer supone una forma de pensamiento que podríamos llamar “encuerpado”. El hacer como acto, como movimiento, como coreografía, es per se una forma de estar en el mundo, y esto me fascina. Dicho de otro modo, me interesa el saber que se deriva del hacer.

El segundo pilar que es fundamental en mi obra ahora mismo es el paisaje. Si tuviéramos que clasificar mi trabajo en una categoría tradicional, podría decir que mi obra es pintura de paisaje.

Ahora bien, lo que realmente me interesa no es el paisaje sino la interacción humana en el espacio. Me interesa explorar el paisaje como construcción, me interesa pensar en el paisaje desde un punto de vista humano, desde el punto de vista de las relaciones entre los habitantes y los hábitats.

Esto resulta un poco paradójico cuando miras mi trabajo porque, por un lado, huyo de las representaciones de escenas, representar la especialidad en lo bidimensional no me interesa. Me pone muy nervioso cuando uno de mis trabajos se aproxima a la idea de ventana. Me resulta mucho más gratificante hablar del espacio pero teniendo presente todo el tiempo las limitaciones de la imagen, y por lo tanto me centro en hablar del espacio, del paisaje, desde la planitud del soporte pictórico. Me interesa que mis obras en vez de ser cuadro-ventana sean cuadro-cuadro o incluso cuadro-pared.

Por otro lado, también puede resultar confuso que hable de las relaciones humanas en los entornos habitados omitiendo la representación de personajes. Esto tiene que ver, de una parte, con el rechazo que comentaba a trabajar desde la representación de escenas, pero también con la idea de contar por medio de rastros, de indicios. Georges Didi-Huberman dice que la imagen es como el aleteo de una mariposa, que solo es verdad cuando está en movimiento, si se quiere ver con precisión hay que matarla, pero así también muere lo realmente importante, que es el aleteo. Esto es lo que intento en mi trabajo, contar lo que ocurre donde vivo desde el rastro que deja el aleteo, desde los indicios y los síntomas, desde lo impreciso.

Georges Didi-Huberman dice que la imagen es como el aleteo de una mariposa, que solo es verdad cuando está en movimiento, si se quiere ver con precisión hay que matarla, pero así también muere lo realmente importante, que es el aleteo. Esto es lo que intento en mi trabajo, contar lo que ocurre donde vivo desde el rastro que deja el aleteo, desde los indicios y los síntomas, desde lo impreciso.

Francisco Mayor Maestre. Mi casa sin jardín, 2020
Francisco Mayor Maestre. Mi casa sin jardín, 2020

Sus procesos de trabajo nacen, decíamos, de la pintura, pero como otros artistas de su generación, Francisco ha adoptado el desafío del eclecticismo incorporando a sus obras métodos ligados a otras técnicas. Concede a los soportes, nos explica, valor expresivo y en ocasiones los adapta a sus intenciones mientras elabora sus imágenes; escapando de lo predeterminado y abriendo su producción a la espontaneidad: Mi obra se mueve en el espacio de lo pictórico, digamos que nace de la ortodoxia técnica de la pintura al óleo pero, conforme el proceso avanza, hago uso de todos los recursos técnicos que tengo a mi alcance, al fin y al cabo vivimos en un contexto híbrido, y por lo tanto entiendo que mi trabajo nace de lo multimedia. Esto da como resultado pinturas que incorporan formas de hacer de la obra gráfica, del dibujo, del collage, de la fotografía, de herramientas de composición digital y en general de cualquier medio técnico de producción de imagen bidimensional.

Ahora mismo estoy trabajando en formatos más o menos grandes, las obras más pequeñas que estoy haciendo miden un metro por un metro. Me siento más cómodo con formatos más sobredimensionados; creo que tiene que ver con el movimiento, con lo coreográfico de pintar en mayor tamaño. Pero insisto, es temporal; también me encuentro cómodo con tamaños pequeños, que sirven para hablar de forma más intima con las observadoras.

En cuanto al formato, tampoco podría decir que trabajo de forma predeterminada con uno u otro. Creo que están en relación a cada obra. El soporte y sus dimensiones son muy relevantes a nivel comunicativo y metacomunicativo, precisamente porque tienden a pasar desapercibidos, a entenderse como naturales. No dejan de ser la estructura ósea de mis imágenes y por ende parte primordial para “decir” con la obra. En relación a esto, quiero comentar que llevo un tiempo en el que me he dado la libertad de redimensionar las obras en mitad de los procesos, las corto y añado espacio como parte del desarrollo creativo de cada pieza. Esto me permite entender el formato como algo mucho más dinámico y me libera enormemente de tener que acertar “a la primera” a la hora de escoger determinadas medidas para cada imagen.

Quizás por eso tengo una querencia especial hacia el papel, desde luego es un material que como soporte me fascina, lo siento mucho más cercano, por su ligereza y al tiempo por su durabilidad, pero sobre todo por la versatilidad y por su inmediatez.

Francisco Mayor Maestre. La caída sociedad de consumo, 2020
Francisco Mayor Maestre. La caída sociedad de consumo, 2020

En cuanto a sus referentes, cita a diversos artistas contemporáneos y actuales que también han estudiado, en muchos casos, los procedimientos de construcción de la imagen en nuestro tiempo, en los campos de la pintura o la fotografía: Las influencias van cambiando, cuanto más conozco más aprendo a mirar, y cuanto mejor miro más me fascinan nuevas artistas. Dicho esto, tengo que citar a algunas autoras que han sido y son muy relevantes para mí.

Tendría que incluir en esta lista a Florencio Galindo, que fue mi profesor en la facultad de Bellas Artes y por quien tengo una estima especial. Mencionar al tiempo a Luis Gordillo, a Andrew Wyeth, Andreas Gursky o a Patti Smith. Pero también me interesa mucho el trabajo de Jennifer Pochinski, Irene Cuadrado, Justin Mortimer, José Luis Ceña, Ana Barriga, Rubén Guerrero, etc; la lista aquí sería interminable.

Nos explica Mayor Maestre que tiende a dilatar en el tiempo el trabajo en cada uno de sus proyectos y que, a veces, se implica en más de uno al mismo tiempo. Entre los fundamentales que ha desarrollado hasta la fecha, comienza citando El trabajo nos hará libres, que presentó en Brita Prinz hace tres años. Aunando técnicas del óleo y el grabado calcográfico, desarrolló composiciones matéricas de atmósferas densas y trasfondo existencial: El primer proyecto más serio que abordé fue en 2015, bueno quizás esa fecha es más la de fin del proyecto pero nos sirve para establecer una cronología. El trabajo que desarrollaba por aquel entonces lo titulé El trabajo nos hará libres.

En este proyecto pensaba sobre la idea punk del No Future, era un momento en el que personalmente no encontraba demasiado sentido al “mundo de los adultos” y reflexionaba sobre la violencia sistémica, sobre la violencia silenciosa que se esconde bajo la dermis, sobre la violencia de cota cero como la llama Slavoj Žižek. El trabajo nos hará libres era un conjunto de obras que estaban mucho más ligadas al dibujo y al grabado que a la pintura; el color, por ejemplo, brillaba por su ausencia y en general era un trabajo gris.

En 2017 llegaría Háblame bajito. La observación de las cortinas y de los aparatos de aire acondicionado de las residencias de una clase media en horas bajas le llevó a plantearse las implicaciones significativas de esa “estética sin estética”, como dice el artista. Puede que en sí mismos contengan ese lema de To exist is to resistEn este trabajo está el germen de mi obra actual, y ha sido especialmente importante. Tiene que ver con un periodo de transición personal, con un cambio en el lugar de vida y con una experiencia mucho más consciente con la ciudad de Madrid. En este trabajo me interesaba el desclasamiento, la idea de clase media que se ha retorcido tanto que ha perdido su sentido, si en algún momento lo tuvo. Con este trabajo buscaba y me preocupaba por encontrar comportamientos y signos formales de una identidad colectiva de clase que estaba atrofiada. Que se había comido, sin paliativo ninguno, el engrudo del cuento de pertenencia a una clase en función del consumo de “bienes ociosos masivos”. Me cautivó lo chirriante del lumpenproletariado.

Francisco Mayor Maestre. Perros de presa, 2019
Francisco Mayor Maestre. Perros de presa, 2019

Por último llegó, ya el año pasado, Jugar con fuego, que pudo verse en Materna y Herencia. Este proyecto nació de sus hallazgos de tesoros cotidianos en Madrid (de colores que personalizan frente al gris que uniformiza) y en él se sumerge ya abiertamente en la noción de paisaje de la que nos hablaba, siempre en relación con quien lo habita: Reflexionaba, ahora ya sí desde la idea de paisaje, sobre la autonomía que se da en los espacios habitados de forma colectiva al incluir elementos por sus habitantes, que aún sin ninguna intencionalidad, niegan el todo, niegan la estructura totalitaria de la arquitectura. Esto quiere decir que me quedé alucinado al entender que actos como tender la ropa en la ventana, poner cortinas rosas, o los toldos verdes que trufan los barrios obreros de este país, aun sin quererlo, dan como resultado la negación de una arquitectura que nos amontona a unos encima de otros, de una arquitectura proletaria pensada para la optimización del espacio, de una arquitectura que enajena. Así encontré concomitancias con la idea de Hakim Bey de TAZ de esas zonas temporalmente autónomas que eluden orden y se oponen al control social.

Tender la ropa en la ventana, poner cortinas rosas o los toldos verdes que trufan los barrios obreros de este país, aun sin quererlo, dan como resultado la negación de una arquitectura que nos amontona a unos encima de otros.

Francisco Mayor Maestre. Paz, libertad, perdón, 2018
Francisco Mayor Maestre. Paz, libertad, perdón, 2018
Francisco Mayor Maestre. Gris como el metal, 2019
Francisco Mayor Maestre. Gris como el metal, 2019

Le hemos preguntado también que será lo próximo. Muy pronto veremos su trabajo en Gijón, y en un par de días y virtualmente, en Another Fair: Ahora mismo estoy trabajando en un proyecto nuevo, temporalmente lo he llamado Estados de alarma; digo temporalmente por que como aún no está terminado no lo he decidido del todo. Llevo tiempo dándole vueltas a este proyecto, pero la pandemia y el confinamiento que hemos vivido ha sido un detonante para que surja con más fuerza. En él estoy explorando de forma, ahora sí mucho más decidida, las relaciones entre el paisaje y el habitar. Entre el paisaje habitado y el vacío o el silencio.

Si la pandemia lo permite, porque la verdad ha sido un año nefasto (se han cancelado multitud de ferias internacionales y, aunque ha sido un momento creativo especial, a nivel laboral y de exhibición ha sido un horror) las próximas exposiciones y ferias en las que voy a participar son con la Galería Aurora Vigil Escalera (Gijón). La primera es de forma inminente y es un proyecto de Feria Europea Online que se llama Another Fair; después de ello tengo la Feria ESTAMPA en Madrid, y el año que viene, (cruzo los dedos) ya sí que hay programadas ferias nacionales, internacionales y una exposición individual.

Como el contexto es así de volátil, tampoco me atrevo a concretar mucho más, lo mejor es que me sigáis en redes y a través de la web, donde voy informado de los proyectos que se vayan concretando.

Exactamente: podemos conocer los pasos de Mayor Maestre en su web (www.mayormaestre.com) y en Instagram: @Mayormaestre.

Francisco Mayor Maestre. Una nueva forma de resistir II, 2020
Francisco Mayor Maestre. Una nueva forma de resistir I, 2020
Francisco Mayor Maestre. Una nueva forma de resistir II, 2020
Francisco Mayor Maestre. Una nueva forma de resistir II, 2020
Fuente
https://masdearte.com

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