La pintura 'Ophelia' de John Everett Millais, en la Tate Modern de Londres. REUTERS/Stefan Wermuth
Las industrias creativas aportaron 100.000 millones de euros a la economía en 2014
Importar o exportar una obra de arte costará hasta un 27% más de su valor
Un 96% de los mil miembros de las industrias creativas, contra el Brexit
El mundo de la cultura en Reino Unido contempla el panorama surgido del Brexit o salida de la Unión Europea como quien examina una obra de arte abstracto o indefinido visualmente (causas, distorsión, consecuencias, etc.) en lugar de atisbarlo con la lectura fácil del arte figurativo (pura representación de la realidad histórica). Todo son incertidumbres e interrogantes aunque barajan la certeza de que no podrán escaparse de los efectos del referéndum del 23 de junio. Habrá que lidiar con la salida de la UE por imperativo democrático, con ganas o sin ganas, a la fuerza.
La Creative Industries Federation (Federación de las Industrias Creativas o CIF, siglas en inglés) es la voz más representativa del sector cultural con agencias de publicidad, arquitectura, diseño, museos, galerías, teatros, editoriales, artes visuales, productores de vídeos, música, cine, televisión, radio, fotografía y/o formación y educación creativa. En el ejercicio financiero 2013-14, o año fiscal de abril de 2013 a marzo 2014, estas industrias aportaron a la economía británica 84.100 millones de libras (100.000 millones de euros) destacándose como el sector económico que más crece -un 8.9%- en Reino Unido. Exporta a Europa un 57% de su producción y emplea a unas 5 millones de personas.
La federación citada cuenta con más de 1.000 miembros, de los cuales un 96% se declaró durante la campaña a favor de la permanencia en la UE. Un 4% apoyaba la salida. La diferencia es abismal, no obstante, ahora están todos navegando en el mismo barco. Su presidente, Sir John Sorrell, de 71 años lleva 50 como gestor cultural, diseñador y filántropo. "Cuando fundé la CIF nunca pensé que nos zarandearían de esta manera en momentos tan turbulentos", comenta Sir John tras el Brexit. Miembros del CIF, como Tom Weldon, director ejecutivo de la editorial Random House, apunta el acceso al mercado común europeo como una de las ventajas de la permanencia en la UE. "Europa ha contribuido a que seamos fuertesporque comerciamos libremente con 27 países y nos beneficiamos de subvenciones europeas. Las leyes de la UE protegen los derechos de autor, aunque se necesitan reformas, debemos hacerlos desde dentro, participando como miembros de pleno derecho", explica el director de la editorial.
Un 80% de los miembros del CIF señalan el acceso al talento, el trabajo y la libre circulación de personas en la UE como ventajas para reclutar profesionales y nutrir orquestas, escuelas de arte o estudios de arquitectura. Estas condiciones pueden verse sacrificadas por el Brexit. Otro de los aspectos valorados por las industrias creativas es el de las subvenciones europeas, que han contribuido a proyectos cinematográficos tan británicos como El discurso del Rey, La Dama de Hierro oSlumdog Millionaire. Sin aportar previamente como miembro de la UE, el cine británico no recibirá posteriormente.
En el aire está cómo quedará el Reino Unido en la distribución de los 80.000 millones de euros del ERDF (European Regional Development Fund) Horizon 2020, de los cuales en el CIF esperan obtener algún pedacito para los proyectos de formación y educación artística así como de grabación musical. Jo Dipple, directora general de UK Music, que abarca una buena parte del gremio de la música, recuerda que "el 60% de la música compuesta en Reino Unido se exporta a la Unión Europea, el mercado común ha contribuido enormemente a hacer de la música británica un líder mundial". La directora añade lo siguiente: "No hay ninguna duda de que la salida de la UE causará un gran impacto a corto y largo plazo".
Otro de los ámbitos que claman al cielo por el Brexit es el mercado del arte. No en vano, Reino Unido, y, especialmente Londres, acoge el segundo comercio mayor del mundo -detrás de EEUU- con un 22% de la cuota de mercado global y el 65% va destinado a la Unión Europea. La British Art Market Federation (Federación del Mercado del Arte) calcula que en el 2014 la venta de arte y antigüedades llegó a facturar 9.000 millones de libras (10.800 millones de euros) y empleó a 41.420 personas, reunidas en 7.850 entidades comerciales, desde las grandes casas de subastas hasta el solitario marchante con oficina en la salita de estar de su piso.
El presidente de la federación citada, Anthony Brown, es hombre cauto evitando que cunda la alarma. "Es demasiado pronto para especular con los efectos del resultado del referéndum si es que se produce algún efecto". El marchante de Londres, James Mayor, es más concreto al decir que el Brexit es "desastroso", y añade que "afectará a la importación y exportación de obras de arte y antigüedades dentro de Europa porque se verá sometida a impuestos que pueden llegar hasta el 27% en Hungría". La participación de las galerías británicas en las ferias de arte, dentro o fuera de la UE, es otra de las incógnitas que deberán despejarse para calibrar las consecuencias de la exclusión británica de la UE.
Bendor Grosvenor, marchante e historiador, escribe en The Art Newspaper que los vendedores de arte aprovecharán la salida de Reino Unido de la Unión Europea para presentar su memorial de agravios al gobierno que gestione el Brexit. La abolición del Artist's Resale Right (ARR) -porcentaje que se paga al artista por la venta de su obra- y del 5% de IVA de las obras procedentes de países fuera de la UE son dos de las peticiones que, probablemente, presentarán los marchantes en el nuevo panorama del mercado del arte británico fuera de la Unión Europea. La caída de la libra, que ha sido la primera e inmediata consecuencia del referéndum, en cambio, estimula la venta de arte y antigüedades a coste inferior a cambios de moneda previos.
El análisis de Grosvenor del efecto del Brexit en la cultura incluye también las instituciones que, sometidas a los recortes en los últimos años, podrían verse obligadas a acabar con la gratuidad de los museos o a cobrar entrada a extranjeros, incluidos los 27 miembros de la UE una vez se haga efectiva la exclusión. A día de hoy, una ley de la Unión Europea prohíbe que se diferencie entre el público nacional y europeo entre los 28 miembros de la UE en el pago de entradas a museos, edificios históricos y/o monumentos.
El coleccionista alemán Heiner Pietzsch, que se inició en el arte moderno en la exposición de Arte Degenerado, catalogado por los nazis en la década de 1940, ha prestado 60 obras de arte moderno a Escocia para una exposición en la Scottish Gallery de Edimburgo. El día del referéndum coincidió con la inauguración de la muestra. Heiner y su esposa, Ulla, avisaron que si Reino Unido salía de la UE, ellosno dejarían ni un cuadro a Inglaterra. "Será muy malo, para Inglaterra, Alemania y el resto del mundo", señaló el coleccionista alemán en el préstamo de sus obras abstractas y figurativas.
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