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sábado, 20 de julio de 2019

Edgar Degas, el francés que dejó el Derecho por el Impresionismo



Edgar Degas, el francés que dejó el Derecho por el Impresionismo
Edgar Degas, el francés que dejó el Derecho por el Impresionismo

La belleza y movimiento del cuerpo femenino en el ballet fueron su principal fuente de inspiración

Abogado de profesión, talentoso pintor de naturaleza, impresionista, realista, ese era Edgar Degas, quien nació el 19 de julio de 1884 en París, Francia, bajo el nombre de Hilaire-Germain-Edgar De Gas.
Dibujante, escultor y pintor historicista por formación, pero transformado al realismo contemporáneo con ribetes de impresionismo, por convicción. A menudo se le nombra como uno de los fundadores del Impresionismo, pero queda claro que no pertenece al reducido grupo de “impresionistas puros”, como Monet, Pissarro o Cézanne.
Se veía a sí mismo como un realista y para él, la verdadera belleza radicaba en el dibujo acabado (de Ingres), algo verdaderamente anti-impresionista. Tampoco le interesó nunca el paisaje como al resto de impresionistas (de hecho, prefiería los interiores) y se dedicó casi exclusivamente al estudio del cuerpo humano.
Cuando tenía 13 años perdió a su madre, hecho que marcó su vida e influyó de manera significativa en su arte.
Tras graduarse de bachiller a los 18 años, Degas (como después simplificó su nombre) instaló un pequeño taller de arte en su casa y luego trabajó como copista en el Museo de Louvre. Sin embargo, esta labor la interrumpió para cumplir con los deseos de su padre de estudiar Derecho.
Cuando comienza a pintar se muda por tres años a Italia con un tío y es ahí donde realiza su primer obra trascendental: La familia Belleli, la cual tardó varios años en concluir.
La familia Belleli.
Degas es un pintor con un estilo único, especialista en captar el movimiento del cuerpo, comenzó a pintar bailarinas,más de la mitad de todas sus obras ( 200 aproximadamente) están ambientadas en el Ballet, de ellas 80 lo muestra tras bambalinas.
El parteaguas de su carrera fue el cuadro Una oficina de algodón en New Orleans, pintado en 1973, pues fue el primer cuadro que logró vender a un museo y de ahí comenzó su esfuerzo por vivir de su obra.

En su obra Clase de danza (1973),Degas revela la gran influencia que tuvieron las mujeres en su vida, a pesar de que su madre falleció cuando tenía 13 años, de que nunca se casó y los romances que se le atribuyen no pasaron de ser meros rumores.

Clase de danza (Orzay)

De esa misma pintura hay otra versión que realizó un año más tarde (1874) y se encuentra exhibida en el Museo MET de Nueva York.

Clase de danza (MET)

Su obre Músicos en la orquesta (1872), es un claro ejemplo de las dos técnicas usadas por el pintor: las bailarinas están pintadas al modo impresionista y los músicos al realista. Otras contraposiciones: luz y sombra; candidez y madurez; gracia y seriedad; femenino y masculino.

Músicos en la orquesta.

Influenciado por los grabados japoneses, de los cuales tenía una colección, pintó una serie de mujeres bañándose en barreños y bañeras. 
Todas ellas tienen el rostro escondido al espectador. La expresión facial en este caso es prescindible, el artista busca concentrar la atención en la actividad, la anatomía y la acción de los personajes.

El barreño.

En la década de 1880 comenzó a perder la vista, por lo cual comenzó a pintar pasteles, que requerían menos agudeza visual, también dedicó más tiempo a la escultura.
Su cuadro Bailarinas de rosa, pintado en 1883 es considerado por muchos críticos como su obra más bella y ha sido objeto de múltiples estudios. Se encuentra exhibida en el Museo de Hill-Stead, Connecticut, Estados Unidos.

Bailarinas de rosa.

Su lado oscuro

Era muy selectivo, por lo que fingía ver menos de lo que en realidad veía para no saludar a las personas que le caían mal.
Se dice que tenía un agudo ingenio, llegando a veces a rozar la crueldad. Muchos afirmaron que era un misántropo muy maniático. 
Su postura política siempre fue conservadora, se oponía a las reformas sociales.
Su intransigencia llegaba a tales extremos que en una ocasión llegó a despedir a una modelo al enterarse que ésta era protestante.
También fue famoso por su antisemitismo, estimulado por el Caso Dreyfus que dividió París a finales del XIX. A mediados de 1900, Degas había cortado toda relación con judíos,rechazando públicamente a sus amigos judíos y negándose a contratar a personas que pudieran ser judías. Se mantuvo como miembro del grupo antisemita “Anti-Dreyfusards” hasta su muerte.

Muerte

Con la edad se fue recluyendo más y más y acabó sus días ciego, sólo y no demasiado valorado por los jóvenes artistas que vivían en París en 1917.
Murió el 27 de septiembre de 1917, en la misma ciudad en la que nació, París.
Como suele suceder con los grandes artistas, el reconocimiento a sus obra se dio después de su muerte.
Fuente

viernes, 20 de diciembre de 2013

Edgar Degas


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Edgar Degas








Biografía:
Edgar Degas. (Hilaire Germain Edgar Degas; París, 1834 - 1917) Pintor impresionista francés. A pesar de que inició sus estudios de derecho, gracias a la desahogada economía familiar y al beneplácito de su padre (cuya cultura y sensibilidad ante lo artístico resultó fundamental en su etapa de formación), Edgar Degas se dedicó bien pronto a la pintura. En 1853 ingresó en el taller del pintor Barriasy y en 1854 recibió las enseñanzas de Louis Lamothe, seguidor de Ingres.
Sin embargo, su privilegiada condición social, que determinará toda su vida y una buena parte de su obra, le permitió acceder a las colecciones particulares de pintura de la clase alta parisiense y formarse en la tradición clásica como autodidacta a través de múltiples viajes. En Florencia, conoció en casa de su tío, el barón Bellelli, copias y originales de Rafael, Mantegna, Pollaiuolo, Ghirlandaio y Botticelli.
Por los testimonios de la época se sabe que Degas era un hombre tímido, sensible, algo retraído, con una gran vida interior que a veces le dificultaba la relación con sus semejantes, tal como puede observarse en la serie de autorretratos que realizó entre 1854 y 1858, donde se aprecia la influencia de Ingres. En la década de los sesenta, la posibilidad de entender la pintura como un ejercicio artístico, ajeno a las alegorías y al trasfondo moralista de los grandes cuadros de historia, era todavía incierta y dudosa.../










.../Sin embargo, las recientes muertes de Vernet, Delacroix e Ingres abrieron un hueco en el que pudo desarrollarse, de la mano de Manet y Degas, lo que Baudelaire denominó enfáticamente el "heroísmo de la vida moderna". La familia Bellelli (1858-1875, Museo de Orsay, París) surge de unos retratos de sus primas que Degas pintó durante su primera estancia en Florencia, y muestra un análisis visual de la familia en el que los caracteres de los personajes (la atenta e inquieta tía Laura, su esposo Genaro, las dos niñas), junto con la verosimilitud del mobiliario y los objetos personales, constituyen una composición realista, fiel testimonio de la vida moderna.
La obra, sin embargo, puede entenderse también como una alegoría de la continuidad temporal familiar, pues el dibujo que cuelga de la pared representa al abuelo Degas, patriarca de la familia, mientras delante de él, la propia Laura Bellelli se encuentra embarazada; son cuatro y no dos -como parece a simple vista-, las generaciones plasmadas en el cuadro: el pasado alimenta al presente para proyectarse en el futuro, como ocurre en toda la obra de Degas.





De regreso a París, tras una estancia en la villa Médicis de Roma, Degas descubrió el fascinante mundo escénico que tanto exaltó en su pintura. Aunque de connotaciones alegóricas, el retrato de Mademoiselle Fiocre en el ballet La Source (1868, Brooklyn Museum, Nueva York) expuesto en el Salón de 1868, representa su aparición en el panorama artístico parisiense.
Su obra Orquesta de la ópera (1868-1869, Museo de Orsay, París), debía haber sido un retrato del fagotista Désiré Dihau, pero finalmente se convirtió en una composición en la que algunos de sus amigos, como el compositor Emmanuel Chabrier y otros músicos -pintados casi a la manera de Ingres-, se encuentran coronados por un friso de bailarinas decapitadas. Tras la visión instantánea y objetiva de encuadre espontáneo se esconde un complejo artificio compositivo que reclama el derecho a establecer nuevas reglas para la representación realista de la imagen de una época.../










Las relaciones de Degas con el movimiento impresionista fueron bastante complejas. A pesar de que participó en siete de las ocho exposiciones del grupo y mantuvo diferentes contactos con todos los pintores que lo constituían, se negó sistemáticamente a practicar la pintura al aire libre y su obra posee indudables resonancias realistas e incluso clásicas.
La captación visual del instante en Degas no puede asociarse al paisaje, que apenas practicó, aunque sí puede reconocerse en algunas pinturas relacionadas con la música, el baile o la escena. El padre de Degas escuchando a Lorenzo Pagans (1869, Museo de Orsay, París), representa un momento preciso de una de las veladas musicales que su padre organizaba en su propio domicilio; el instante es retenido, pero no sólo a través de la referencia visual, sino también por medio del gesto del cantante y guitarrista Lorenzo Pagans -boca abierta y mirada perdida-, así como por el movimiento capturado de sus manos durante la ejecución de una pieza y la expresión de ensimismamiento del padre.Tras la guerra franco-prusiana, en la que participó alistándose en la Guardia Nacional, Degas regresó a París y frecuentó el ballet de la Ópera de la calle Peletier, iniciando sus primeras y míticas series de bailarinas hacia 1872. Dos años después, cuando participó en la primera muestra impresionista, su pintura fue una de las menos criticadas debido al perfecto dominio del dibujo, entendido éste sólo como un análisis de la realidad.
En la tercera exposición impresionista que se celebró en 1877, en cuya organización Degas participó activamente, su pintura se decantó momentáneamente hacia los temas sociales como consecuencia de la influencia de Zola y de las tertulias en el café Guerbois. De esa época cabe destacar Las planchadoras (1884, Museo de Orsay, París) y La absenta (1876, Museo de Orsay, París), obra en la que el artista se solidariza con dos personajes marginales, un mendigo y una prostituta, cuyos atuendos crean una sutil relación cromática y metonímica con sus respectivas bebidas. La perspectiva oblicua que introduce al espectador en la escena no es más que un recurso de verosimilitud pictórica que apunta hacia la objetividad y preocupación por lo social.../


















.../Sin embargo, Degas, que seguía el código de la buena sociedad tan elocuentemente descrito por Proust, no habría de pasar a la historia de la pintura por sus reivindicaciones sociales, sino, principalmente, por los efectos del movimiento que logró plasmar tan magistralmente en su obra, sobre todo en la serie de las bailarinas, de planchadoras o de figuras femeninas en general: mujeres bailando, bañándose o secándose, captadas en ese instante preciso de la realidad. Su pintura se interesó por la figura femenina, a la que consagró la mayor parte de su obra.
A partir de los años ochenta, Degas realizó numerosas variaciones sobre el tema de las bailarinas; sin embargo, la idea de la mujer estuvo muy vinculada a su vida artística y privada. Degas perdió a su madre cuando contaba apenas trece años. No se casó nunca y no se le conoció ninguna relación amorosa -Mademoiselle Volkonska y Marie Dihau no son más que meras suposiciones-; ante ello el artista comentó en una ocasión: "Hubiera sufrido durante toda mi vida el temor de que mi esposa dijera: Te ha quedado bonita, después de haber acabado una pintura."





Al margen de las connotaciones misóginas de semejante afirmación, lo cierto es que sus complejas relaciones con las mujeres influyeron notablemente en su arte y propiciaron su curiosidad a través de la mirada, un "voyeurismo" que se manifiesta en esos cuerpos que, en realidad, parecen haber sido robados a la intimidad femenina, mientras las mujeres se preparan para la escena, como en Clase de baile (1872, Museo de Orsay, París), Bailarina sentada frotándose el tobillo izquierdo (1881-1883, Museo de Orsay, París) y Bailarinas entre bastidores (1890, Museo de Orsay, París), o mientras realizan sus aseos cotidianos como en Mujer peinándose (1887-1890, Museo de Orsay, París) o Mujer secándose el pelo al aire libre (1903, Museo de Orsay, París).
Mujer peinándose es uno de sus más clásicos desnudos. En una versión posterior del mismo tema, Doncella peinando a la señora (1896, National Gallery, Londres), los contornos de la mujer y la criada surgen de un campo cromático rojo anaranjado que parece anticipar el Estudio rojo de Matisse (1911, MOMA, Nueva York) quien, curiosamente, fue propietario de esta pintura de Degas.
Degas fue un pintor clásico de la vida moderna que mantuvo una apasionada relación con la pintura del pasado: "Está muy bien copiar lo que uno ve; pero es mucho mejor dibujar lo que ya no ve, salvo en el recuerdo. Es una transformación en la que la imaginación y la memoria trabajan juntas. Sólo se reproduce lo que llamó la atención, es decir, lo realmente necesario. De este modo los recuerdos y las fantasías se liberan de la tiranía de la naturaleza. Por este motivo los cuadros hechos así, por un hombre que tiene una memoria cultivada y que conoce tanto su oficio como a los viejos maestros, son casi siempre obras notables." De hecho, muchas de las figuras que parece haber plasmado con objetividad paseando por alguna calle de París pueden reconocerse en obras de Ingres, Watteau o algún pintor desconocido de los siglos XVII o XVIII.








                                                   




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