Páginas

Translate


Powered By Blogger

visitas contador

miércoles, 11 de marzo de 2015

Cápsulas para amar el arte

Foto: Víctor Lorenzo
Foto: Víctor Lorenzo


En principio la propuesta sonaba curiosa: escuchar un quinteto de cámara interpretando piezas de Piazzolla en la Reial Acadèmia Catalana de les Belles Arts. Confieso que poco o casi nada sabía de este genio argentino, pero no pude resistirme: el regio lugar, un clásico de Mar de Plata, un quinteto con acordeón al frente... El concierto superó todas mis expectativas y ahora explico lo de la píldora (cápsulas para amar el arte).

El quinteto Mar de Plata, que con su nombre rinde homenaje al revolucionario del tango (1921-1992), está formado por músicos jóvenes pero de larga y reconocida trayectoria. Y el concierto fue argumentado como una lección magistral para entender el espíritu del músico, que se entregó al estudio de los clásicos para deconstruir la música popular argentina y elevarla a la condición magistral: y así llegó al no-tango o la libertad total de interpretación.

Empezaron pues por Prepárense (que es el título de una piezapiazzollense pero que además quería decirnos: pónganse cómodos y abran bien sus sentidos) y terminaron por el célebre Libertango o la máxima expresión de su libertad/deconstrucción tanguista. Hubo en medio momentos sublimes como la hondura de Soledad y el memento a Carlos Gardel en El día que me quieras. Gardel, que supe llevó a Piazzolla niño a grabar música a Hollywood en el 35 y que sólo el azar evitó que éste muriera junto al maestro en accidente de aviación durante la posterior gira: el pequeño marplatense no había conseguido los permisos de trabajo y visa, así que regresó a su tierra, estudió, compuso y pudo regalarnos largo años de su música. Terminaba la breve actuación del quinteto (los conciertos de este ciclo de clásica en la Reial Acadèmia duran apenas 50 minutos y cuestan sólo 12 euros) y el público reclamaba Adiós Nonino, que no sonó pero estaba anunciado en el programa (cuestión de minutos, aclararon). Era evidentemente un público conocedor, que cerraba los ojos en el momento álgido de cada una de las piezas: soñaban sus memorias, ¿te acuerdas?

Confieso que no pude cerrar en cambio mis ojos ni un instante, absorta por la fuerza de este instrumento de viento y teclado que presidía el quinteto y que más que notas parece emanar sentimientos, que se toca con el cuerpo y sueña entrañable siempre. Menuda en su talla Edurne Vila, la acordeonista, pedagoga instrumental, profesora titular de violín, orquesta y música de cámara en la Escuela Municipal de Sant Andreu. Un misterio de dónde sacará fuerza esta mujer para empujar el aire en su fuelle.
Publicidad


Pero el concierto, breve y agitador como una píldora de vitaminas, no acababa en la música. Estaba además la admiración del lugar, la sala de actos de la academia, interesante y rebosante galería de retratos. Me cuentan que aquí se aposentó la institución en 1850. Estamos en las dependencias de la Llotja de Mar, el mayor esplendor del gótico civil en Barcelona (XIV), si bien fue revestida de neoclasicismo en el XVIII. Que fue el primer museo de arte en la ciudad, lo que derivó del establecimiento aquí en 1775 de la Escuela Gratuita de Diseño o Escuela de la Llotja, que fue luego Escuela de Artes y Oficios y aquí estuvo hasta convertirse en facultad universitaria de Bellas Artes. Aún se conserva una de las salas de estudio y una biblioteca, salas que abrían sus puertas los domingos por la mañana para que los padres de los alumnos pudieran contemplar qué era aquello que aprendían sus hijos bajo estos techos admirables. Ocupó siempre el segundo piso del palacio de la Llotja, hasta que en el 92, me cuentan, absorto e incrédulo el Gobierno mirando los Juegos Olímpicos, consintió en la venta del patrimonio a las privadas manos de la Cámara de Comercio. La Bolsa, que ocupaba la primera planta, se muda al Passeig de Gràcia, la Acadèmia queda reducida apenas a cuatro salas y la Cámara, que tan sólo poseía unos despachos en la trastienda, extiende sus dependencias de poder al resto del edificio, incluido el imponente Salón de Contratación con sus 14 metros de alto reposados sobre 6 arcos y 4 columnas, que se alquila para eventos.

Quedan pues en la Reial Acadèmia cuatro salas, magnánimas, especialmente el salón de actos y la de juntas, ocupada por una enorme mesa redonda y rodeada de una serie de estudios anatómicos del maestro Marià Fortuny. Reúnen sus fondos gran parte de la pintura catalana del XVIII y el XIX, y numerosas obras religiosas rescatadas por la institución durante las "bullangas" o la quema de los conventos y monasterios a manos de exaltados liberales que clamaban la reposición de La Pepa, año de 1835. Para que ahora nos echemos las manos a la cabeza con los destrozos sacrílegos del E.I., como si santos hubiéramos sido por aquí.

Dos notas: el ciclo de Clàssica a la Reial Acadèmia celebra un concierto de cámara todos los martes a las 20.00 horas y pronto llegará a su número 100 (desde octubre de 2012). Será el próximo 14 de abril. La Nova Orquestra de Cambra Germans Pla, dirigida porJosep Maria Sauret, con la flauta travesera de Anton Serra como solista, interpretará una suite de Bach y obras de compositores catalanes. Serra, organizador y agitador de este ciclo de conciertos, también lo es de la iniciativa Música als Palaus: no descansa su esfuerzo por difundir y enseñar a amar la clásica.

Y una penúltima: la última incorporación al claustro académico de la Reial Catalana ha sido la de Lluís Bassat, coleccionista de arte, fundador y ex presidente de la agencia publicitaria Bassat Ogilvy: curioso, como una vuelta a los orígenes de ésta en principio santa Escuela Gratuita de Diseño.

Fuente




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te puede interesar;

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...