El grafitero Danilo Maldonado sigue recluido en la prisión de máxima seguridad de Valle Grande, acusado de «desacato» y sin fecha de juicio, por tratar de ejercer la libertad de expresión
Danilo Maldonado, el artista cubano detenido cuando se disponía a realizar una «performance» crítica con el régimen castrista,llevamedio año preso, acusado de «desacato» y sin fecha de juicio prevista. Su familia teme que en julio se declare en huelga de hambre si no recibe una respuesta de las autoridades: la celebración del juicio ola excarcelación.
«El Sexto», como es conocido este grafitero, fue detenido el pasado 25 de diciembre cuando se dirigía en un vehículo a un céntrico parque de La Habana para «mostrar la realidad de Cuba con la única arma que poseo: mi arte», explica en su blog. El problema es que para realizar una analogía de la «Rebelión en la granja» de George Orwellrecurrió a dos cerdos vivos pintados de verde, con dos nombres escritos en rojo sobre sus cuerpos: Fidel y Raúl. Los animales domésticos que no llegó a soltar en el Parque Central iban en el maletero del vehículo, según su hermana, Indira Maldonado. «Era una protesta sana, es un artista contrario a la violencia», subrayó en una conversación telefónica.
En un momento en que Cuba busca el deshielo con Estados Unidos y atraer capital extranjero, pero no la apertura política, «El Sexto» considera alartista como «un actor social», con la responsabilidad de «transformar la realidad y provocar cambios sociales». De ahí su intención de mover conciencias con dos animales domésticos que representaban a los mandatarios cubanos. «Danilo pretendía hacer una fiesta con dos puercos embadurnados de grasa, como es tradición entre los campesinos cuando se acercan las fiestas del 25 y 31 de diciembre: quien lo agarra, lo asa y se lo come completo», explica Villares. Esos días especialmente, precisa la artista cubana, «la gente sale a la calle desesperada buscando comida».
«Chantaje emocional»
Danilo Maldonado (Camagüey, 1983) está recluido en la cárcel de máxima seguridad de Valle Grande (a las afueras de La Habana), donde se denuncia que los presos son humillados contratos «crueles y degradantes». Lia Villares sostiene que a «El Sexto» le someten al «chantaje emocional» de poder ver a su hija Renata María, que no ha cumplido dos años. Mientras aguarda su futuro, el grafitero cubano se declara «prisionero de conciencia» y ha sido galardonado en ausencia con el premio Vaclav Havel a la disidencia creativa de la Human Rights Foundation. «En mi país -señala en el blog- la realidad es que la libertad de expresión, de movimiento, de reunión, de asociación, de opinión y pensamiento, están vetadas».
Fuente
http://www.abc.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario