Arte colombiano visible al mundo

En temporada decembrina, como otros tantos destinos turísticos, Miami acoge a millones de visitantes; sin embargo, durante la primera semana del mes, la playa y los centros comerciales dejan de ser el principal atractivo.

Entre el 1 y el 6 de diciembre, turistas y locales se mezclan en una experiencia de inmersión en el arte conocida como Miami Art Week. Exposiciones, conversatorios, fiestas y gastronomía ocupan la agenda, pero lo más relevante son las 23 ferias distribuidas por la ciudad, siendo la más importante de ellas Art Basel.

En primer plano Nada que dibujar, solo dibujarlo, de Victor Garcés; detrás está Escarabajo Pelotero de Fredy Alzate, y a la izquierda, de la serie Jesús y Satán (Los Cruzados), la obra de Paulo Licona.

Entre los pasillos y paredes de tantas ferias y galerías se suspenden expresiones artísticas con estéticas diversas, pero este año en particular, un salón estuvo ocupado por colombianos. En la feria X-Contemporary, 11 artistas nacionales se reunieron en una muestra colectiva de arte conceptual, en la que invitaron a reflexionar acerca de la memoria, el conflicto, el medio ambiente, los conocimientos ancestrales y la ciudad, como un reflejo del panorama social, político y emocional de un país que se anuncia en transición.


En esta imagen panorámica de la feria X-Contemporary, se ve al centro la exhibición Colombia N.O.W. FOTOSCAROL JARAMILLO HURTADO

María Luisa Vélez, coordinadora de Proyectos Especiales de Timebag, iniciativa que hizo posible este montaje, explicó que los artistas se escogieron con la idea de “mostrar una Colombia que es compleja, cosmopolita y que no es solamente guerra y cocaína”.

Timebag es un proyecto independiente de arte contemporáneo de Colombia, que bajo el liderazgo de los curadores Carlos Uribe y Gabriel Mario Vélez y la artistaMaría Luisa Vélez, creó Colombia N.O.W., una exhibición que, según ellos, es una visión del ahora de Colombia.

X-Contemporary, dirigida por Matthew Eck, hizo su debut como feria en Miami Art Week ocupando más de 2.600 metros cuadrados en Wynwood, un barrio histórico al norte del centro de Miami, que alberga más de 70 galerías de arte, bares, tiendas de antigüedades y una de las instalaciones más grandes de arte callejero al aire libre del mundo que, además, durante esta semana, se dinamiza con artistas que usan sus muros como lienzo y trabajan en vivo para deleite de los espectadores.

En esta feria participaron 30 organizaciones de arte y galerías provenientes de Estados Unidos, Europa y Suramérica, y Colombia N.O.W. fue una de sus dos exhibiciones especiales.

Timebag, que busca apoyar espacios alternativos de exhibición, llegó a Miami con su primer montaje internacional, visibilizando obras y artistas que han hecho parte de proyectos en diferentes ciudades del país.

“Debíamos traer a artistas de diferentes lugares de Colombia que por el tema de precios se pudieran vender, no muy emergentes. Tenemos algunos que han participado en otros Timebags, como Fredy Alzate y Víctor Garcés. También necesitábamos”, dijo María Luisa Vélez.

La exposición

La instalación de Colombia N.O.W. fue un trabajo de cinco meses, los dos últimos dedicados al traslado de las obras y a definir el espacio. Hasta el último día estuvieron incluso los artistas ayudando con un montaje que cuidó cada detalle, teniendo en cuenta que lo que Timebag buscaba, según Harold Ortiz, director y fundador de la iniciativa, era generar una experiencia expositiva con posibilidad de compra, en la que preponderaba más el exhibir que el vender. Por esta razón llevaron obras del interés del público en general, pero también otras que podían resultar más atractivas para coleccionistas.

La exposición presentó un arte con “otra vibra”, muy conceptual, no tan decorativo, acompañado de una contextualización verbal que le daba otro sentido cuando a observadores desprevenidos y que no conocían la realidad colombiana se les contaba la historia detrás de lo que estaba a la vista.

Cristal Curtis, directora de producción de X Contemporary, destacó la energía, actitud y sofisticación del montaje, y la calidad del trabajo de Timebag con Colombia N.O.W.

Los valores en Miami

De acuerdo con María Luisa Vélez, la realidad en el arte que se vive en Estados Unidos y Europa es muy distinta a la de Colombia, y las piezas, solo con salir del país, se valorizan.

Las obras Colombianas se podían conseguir desde 2 mil hasta 20 mil dólares, como es el caso del Escarabajo pelotero de Fredy Alzate, una esfera de 2,50 metros de diámetro. El rango de precios fue muy amplio debido a que se reunieron artistas emergentes, de mediana y larga trayectoria en la misma exhibición.

Para Harold Ortiz uno de los mayores logros de la exhibición es que “se nos abrieron muchas puertas”, tanto a los artistas como a Timebag, que ya está en la búsqueda de otros espacios expositivos en el exterior .

Fuente

http://www.elcolombiano.com