El Atelier Grognard de la ciudad de Rueil-Malmaison, muy cerca de París, presenta una exposición sobre esta familia francesa de discretos pintores y coleccionistas, que ayudó financieramente a los impresionistas y artistas de su tiempo.
En la historia de arte, son contados los ejemplos de dinastías artísticas. Una de ellas son los Rouart, equivalente francés de los Médicis en Florencia. Se trata de una familia que durante varias generaciones obró activamente en favor del arte y de los artistas.
Esta historia comienza a principios del siglo XIX con Henri Rouart, un rico industrial apasionado de arte y amigo de infancia del pintor Edgar Degas. Su hijo Ernest, fue luego alumno privilegiado de Degas; finalmente, Augustin, el último de la línea familiar, quien también fue pintor, coleccionista y mecenas. La vida de los Rouart se cuenta en una exposición en el Atelier Grognard de la ciudad de Rueil-Malmaison.
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“La saga de Los Rouart es bastante impresionante, porque fueron tanto artistas, desconocidos pero de mucho talento, como grandes coleccionistas. Esta exposición permite conocer a los tres miembros principales de esta familia, Henry, Ernest y Augustin, y a otros artistas. Porque los Rouart, por amistad o por matrimonio, estuvieron vinculados a otros pintores como Degas, Manet, Renoir, y a escritores como Mallarmé o Paul Valéry”, explicó a RFI Estelle Guille des Buttes-Fresneau, la responsable de esta muestra.
La historia de Los Rouart comienza cuando nace en Francia el impresionismo. Henri Rouart ayuda a los artistas, pinta con ellos, compra sus obras. Fue un amigo y coleccionista que permitió la evolución del grupo.
“Henry Rouart jugó un papel esencial en el movimiento impresionista. Primero en calidad de mecenas, pues él ayudó financieramente en varias de las exposiciones del grupo, entre 1874 y 1886. Pero también como pintor, de hecho Henry participó en muchas muestras con sus propios cuadros y compró varias obras impresionistas. Luego, su hijo Ernest tomó el relevo y dirigió varias exposiciones monográficas, como las de Edouard Manet y de Berthe Morisot. Y luego contribuyó a que muchas de estas obras impresionistas pudieran entrar en las colecciones públicas francesas”, agregó la comisaria.
La exposición en el Atelier Grognard reúne 130 obras, no sólo de los Rouart, sino de sus amigos pintores. De hecho la muestra comienza con un retrato de Henry Rouart, pintado por Degas, y se termina con las pinturas abstractas de Augustin, quien vivió en el siglo XX.
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La saga de Los Rouart fue puesta de relieve por el bisnieto del patriarca, Jean-Marie Rouart, escritor y miembro de la Academia Francesa, y quien vivió una infancia y juventud fantásticas, en medio de los cuadros de Corot y Manet que pertenecieron a su familia, y la anécdotas de la amistad con esos pintores franceses mundialmente conocidos.
“Cuando uno vive en un ambiente excepcional, todo parece banal… yo viví mi infancia en medio de obras maestras de Manet, de Corot, de Degas… pero para mí eso era normal, era mi casa, mi universo. Al crecer me di cuenta por supuesto de la suerte que había tenido al ver de cerca tantas obras magníficas. Quizás por eso fue que me convertí en escritor, porque crecí en una atmósfera artística”, explicó Jean-Marie Rouart.
La exposición "Los Rouart, del impresionismo al realismo mágico" se presenta en el Atelier Grognar de Rueil-Malmaison, hasta el 11 de enero.
Fuente
http://www.espanol.rfi.fr
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