Luis Benshimol ante obra de Arden Quin en la Tate Modern | Luis Benshimol: "No estoy de acuerdo con colocar la etiqueta de arte latinoamericano a lo que es arte universal"
"La etiqueta de arte latinoamericano le pone un techo, no me gusta etiquetar el arte en razón del lugar donde ha nacido".
"Mi vocación como coleccionista va especialmente dirigida a los artistas que influyeron en la creación de un arte universal", señala en referencia a Joseph Albers, Carlos Cruz-Díez, Lucio Fontana, Gego, Arden Quinn, Jesús Rafael Soto, Joaquín Torres-García, Victor Vasarely y Gunter Uecker, entre otros.
Miembro del Comité de Adquisiciones de Arte Latinoamericano de la Tate, Londres y del Museo de Bellas Artes, Houston (MFAH), así como director de la Fundación Carlos Cruz-Diez y miembro del consejo asesor de la Fundación ARCO. Empresario venezolano quien se inició como coleccionista en el arte precolombino, para centrarse a finales de los años noventa, en el arte geométrico y cinético, que tuvo como uno de sus centros neurálgicos a su país natal, unas décadas antes.
Por méritos propios, Benshimol es uno de los 100 Activos Coleccionistas de Arte Latinoamericano incluidos en un amplio informe, desarrollado tras meses de trabajo, el cual verá la luz, el próximo viernes día 24 de febrero, en la Sala Fundación ARCO de la feria madrileña, en un acto en el que también contaremos con una interesante conversación entre el argentino y filántropo Ariel Aisiks, Fundador y CEO del Institute for Studies on Latin American Art (ISLAA), y el español Gabriel Pérez-Barreiro, Director y Curador-Jefe de la Colección Patricia Phelps de Cisneros (CPPC) y próximo curador general de la 33ª Bienal de São Paulo.
Su entrevista completa, a continuación, sigue a las mantenidas con los también reconocidos coleccionistas latinoamericanos Luis Gutiérrez (Puerto Rico), Juan Yarur (Chile), Alberto Rebaza T. (Perú), Andrés Blaisten (México), Aldo Rubino (Argentina), Dani Levinas (Argentina), Eduardo Hochschild (Perú), Guillermo Ruberto (Argentina) y Anibal Jozami (Argentina).
ARTEINFORMADO (AI): ¿Cómo empezó su colección de arte?
Luis Benshimol (LB): Empecé coleccionando arte precolombino. Mi primera colección estructurada en el buen sentido de la palabra, me refiero a estar a las doce de la noche con veinte libros sobre la mesa, estudiando, haciendo fichas, comparando, ... fue de arte precolombino, a principios de los años noventa. Esto me generó una ventaja, ser un coleccionista estudioso y analítico. Tuve suerte de contar con grandes entendidos del tema, quienes me ayudaron a no cometer demasiados errores.
A finales de los noventa, dejé de coleccionar arte precolombino y eso me llevó a otro extremo. Mi sensibilidad artística ya no aceptaba la carga expresiva propia del arte precolombino, un arte hecho para la vida después de la muerte. A partir de ese momento, mi primera reacción como coleccionista fue interiorizar el cambio, mi ojo eludía todo aquello relacionado con la expresión, todo lo que fuera arte figurativo. Me fuí al otro extremo, a la geometría, el cinetismo, el minimalismo,... Ahí es donde está mi colección.
Una colección iniciada desde el convencimiento, Venezuela en los años 50 disfrutó de una riqueza artística impresionante. Durante esos años Venezuela fue uno de los lugares del mundo donde pasaban, desde el punto de vista artístico, cosas muy importantes. Ello fue posible a raiz de la creación de la "Ciudad Universitaria" de Venezuela, realizada por el arquitecto Carlos Raul Villanueva, gran amigo de los grandes artistas de la época, como Calder, Léger, Vasarely,... todos estos artistas confluyeron en estos años en Venezuela.
Además, previamente a los años sesenta, hubo un movimiento de artistas, llamado "los disidentes", quienes después de la guerra, se fueron a París convirtiéndose en artistas universales. Creo que la etiqueta latinoamericana es muy limitante, no estoy de acuerdo con colocar la etiqueta de arte latinoamericano a lo que es arte universal. Por ejemplo, uno de los artistas seminales en el arte cinético, Jesús Rafael Soto, desarrolló su arte fuera de Venezuela. Esto ocurrió mucho en Latinoamérica, con artistas brasileros, argentinos, uruguayos como Torres-García, artistas universales que, por haber nacido en Latinoamérica, son etiquetados como artistas latinoamericanos.
AI: ¿Cuáles son las piezas más potentes de su colección? ¿Cuáles son sus artistas fundamentales? ¿Podría definirnos las líneas fuerza de su colección?
LB: Las piezas más potentes son, para mi, aquellas donde pase lo que pase siempre están en el eje de todo, y son indispensables, dando a todo el conjunto sentido y coherencia.
Todas estas cosas me llevaron a concentrarme a finales de los años noventa, en un grupo de artistas con un discurso universal, unos nacidos en Venezuela, con trayectoria en el país como Alejandro Otero, o bien como Jesús Rafael Soto, Carlos Cruz-Diez, y Narciso Debourg, cuyas obras fueron creadas fuera del contexto venezolano, y otros nacidos fuera pero "hechos" en Venezuela, como Gego o Gerd Leufert. Esto le ha ocurrido igualmente a Carmen Herrera, nacida en Cuba, y sin embargo, toda su obra la desarrolló en EE.UU.
Yo me concentro en ese movimiento, geometría, color, cinetismo,... Uno de estos artistas que me apasiona particularmente es Alejandro Otero, cuya obra "Colorritmos" fue la primera obra no muralista, no figurativa, de un artista latinoamericano, comprada por el MoMA, en la década de los sesenta.
AI: ¿Han evolucionado sus gustos?
LB: Pasados los años, uno va poco a poco expandiéndose, y lo hago porque muchos de estos artistas, a su vez, participan en diferentes movimientos.
Los gustos se afinan, claro, hasta el punto donde hoy en día soy un apasionado del arte minimalista, ejm. John McCracken,... es un proceso de depuración.
AI: ¿Cuáles son sus ferias, galerías?
LB: Las ferias hoy son muy importantes, aunque pienso son demasiadas, y ello genera un problema de calidad. No son necesariamente el lugar donde consigues la mejor obra de un determinado artista. Sin embargo, hay gente que en su vida hubiera entrado en una galería y sí lo ha hecho a una feria. Han permitido romper ese hielo de entrar a una tienda de lujo. Las ferias han roto esa distancia. Además, tienen un rol educativo fundamental. Por ejemplo en ARCOmadrid, este año, irá gente a la feria para entender sobre la creación del arte argentino y descubrirá que en Argentina se hicieron cosas importantisimas.
AI: ¿Sigue realizando compras actualmente? ¿Qué nombres le interesan ahora?
LB: Con mucha paciencia, siempre busco obras que refuercen la colección en su evolución y por supuesto logren llenar algunos espacios de la misma. Podría nombrar a Nikolai Kasak, un artista madi americano, el español José Luis Gómez Perales, o John McLaughlin, y en el caso de algunos jóvenes, a Jessica Eaton, Artie Vierkant o el trabajo de Joshua Citarella usando Photoshop, relacionado con el arte geométrico.
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