Este trabajo recopilatorio está dedicado a un artista muy peculiar: "Ladrón, mentiroso, arrogante, pendenciero y rencoroso, Benvenuto Cellini fue un personaje muy llamativo. Escribió su autobiografía al final de sus días, pero no se publicó hasta el siglo XVIII. Dicha obra hizo mucho a favor de su reputación, para bien y para mal, y ha dado pie a controversias. Benvenuto aprovecha este género literario frecuente en Florencia con objeto de exaltar su propio ingenio personal y de pasar cuentas a sus adversarios”.
Si hacemos caso omiso de su autocomplacencia autobiográfica, -libro que tuve el placer de leer hace años- permite comprender desde sus adentros, la intimidad de un hombre complejo y conflictivo de carácter, muy vinculado con Renacimiento, fue: orfebre, fabricante de medallas, escultor, dibujante y escritor, autor también de tratados políticos.
Benvenuto Cellini (Florencia, 3 de noviembre de 1500 - 13 de febrero de 1571) fue un escultor, grabador y escritor florentino. Se convirtió en uno de los orfebres más importantes del Renacimiento italiano y realizó monedas labradas, joyas, floreros y adornos exquisitos. Su autobiografía es un valioso testimonio de la época, aunque no carece de ingredientes fantasiosos.
Hijo de un músico, Cellini entró a los 15 años como aprendiz del orfebre Antonio Di Sandro, apodado Marcone. Un año después tuvo que exilarse a Siena a consecuencia de su apasionado temperamento que le hacía verse involucrado continuamente en duelos y peleas, ya que llegó a matar a un hombre.
Una vez en Roma (1519), fue discípulo de Miguel Ángel durante corto tiempo y residió allí ya casi sin interrupción hasta 1540. Trabajó para las principales familias de la aristocracia romana y Clemente VII le nombró maestro de la Ceca en 1529. Participó en las fuerzas de defensa durante el Saqueo de Roma (1527) perpetrado por las tropas del emperador Carlos V y, según cuenta en su Vida, mató de un arcabuzazo al mismísimo Condestable de Borbón. Posteriormente vivió en Florencia y Mantua, si bien regresó a Roma y se acogió a la protección del papa Clemente VII.
Tras un breve viaje a Francia, fue encarcelado en el Castillo Sant'Angelo por dos asesinatos, las calumnias de rivales envidiosos, el odio del sobrino del nuevo pontífice Paulo III, Pier Luigi Farnese, y la acusación sin fundamento del robo de joyas del papa durante el Saqueo. Cellini describió sus vivencias en prisión en tono místico. Logró sin embargo evadirse tras estar algún tiempo encerrado allí, y fue perdonado gracias a la intervención del cardenal Hipólito D'Este.
Salero de Francisco I de Francia (1539) de Benvenuto Cellini
Entonces Francisco I lo invitó a ir a París en 1540 y allí realizó el relieves en bronce de la Ninfa de Fontainebleau (Louvre, París). También creó para él un elaborado Salero de oro y esmalte (1539-1543; Kunsthistorisches Museum de Viena), una de sus obras maestras. El monarca le concedió una pensión anual y le mantuvo ocupado con diversos encargos, pero se vio obligado a marcharse en 1545 debido a sus discusiones con la amante del rey, Madame d'Étampes, a las rivalidades con los artistas locales y a sus propias excentricidades, y regresó a Florencia.
Allí, bajo el mecenazgo de Cosme I de Médicis, realizó numerosos trabajos en metal, entre ellos un busto en bronce de Cosme I y la colosal estatua, también en bronce, de Perseo, considerada su mejor obra, en la que se muestran influencias de la escuela florentina, de Miguel Ángel y de Rafael, y cuya accidentada fundición cuenta en su Vida, pues estuvo a punto de agotarse el bronce y tuvieron que recurrir incluso a bandejas para poder tener suficiente. Poco después le intentaron envenenar, pese a lo cual logró sobrevivir tocado con molestos desórdenes digestivos. Diversas envidias de artistas rivales, las acusaciones de sodomía, prisiones y diversos problemas legales amargaron sus últimos años y contra todo ello escribió su Vida, como venganza moral contra sus detractores.
En 1562, esculpió un crucifijo de mármol, que fue regalado por Francisco de Médicis a Felipe II y se conserva en el trascoro de la Basílica de El Escorial. De belleza natural, como un sabio del Renacimiento, Cristo aparece aquí con una serenidad sobrehumana; muere sin perder su belleza. Los cabellos y la barba impecables, tienen su explicación técnica en el dominio broncista del autor. «Es la cabeza más bella del Renacimiento italiano», se dice. Esta escultura expresa también la actitud poco convencional de Cellini, pues se esculpió como desnudo integral, por lo que durante siglos se ha mostrado al público con un paño blanco, que en las fotos en blanco y negro parecía esculpido...
Sin duda estamos ante personaje muy carismático, pero sin dudarlo; ante un gran artista, que nos dio el siglo XVI. Espero que os guste este trabajo recopilatorio dedicado a Benvenuto Cellini, y sobre todo contribuya en su divulgación.
Busto de Benvenuto Cellini oel el Ponte Vecchio, Florencia
Resumen biográfico:
Benvenuto Cellini (Florencia, 3 de noviembre de 1500 - 13 de febrero de 1571) fue un escultor, orfebre y escritor florentino. Se convirtió en uno de los orfebres más importantes del Renacimiento italiano y realizó monedas labradas, joyas, floreros y adornos exquisitos. Su autobiografía es un valioso testimonio de la época, aunque no carece de ingredientes fantasiosos.
Vida y obra
Su padre, Giovanni Cellini fue músico y se casó con María Lisabetta Granacci, siendo Benvenuto su tercer hijo. No se le daba bien la música, pero sí el dibujo y la orfebrería, y a los quince años entró como aprendiz del orfebre Antonio Di Sandro, apodado Marcone. Un año después tuvo que exilarse a Siena a consecuencia de su apasionado temperamento que le hacía verse involucrado continuamente en duelos y peleas, ya que llegó a matar a un hombre.
Una vez en Roma (1519), fue discípulo de Miguel Ángel durante corto tiempo y residió allí ya casi sin interrupción hasta 1540. Trabajó para las principales familias de la aristocracia romana y Clemente VII le nombró maestro de la Ceca en 1529. Participó en las fuerzas de defensa durante el Saqueo de Roma (1527) perpetrado por las tropas del emperador Carlos V y, según cuenta en su Vida, mató de un arcabuzazo al mismísimo Condestable de Borbón. Posteriormente vivió en Florencia y Mantua, si bien regresó a Roma y se acogió a la protección del papa Clemente VII.
Tras un breve viaje a Francia, fue encarcelado en el Castillo Sant'Angelo por dos asesinatos, las calumnias de rivales envidiosos, el odio del sobrino del nuevo pontífice Paulo III, Pier Luigi Farnese, y la acusación sin fundamento del robo de joyas del papa durante el Saqueo. Cellini describió sus vivencias en prisión en tono místico. Logró sin embargo evadirse tras estar algún tiempo encerrado allí, y fue perdonado gracias a la intervención del cardenal Hipólito D'Este.
Entonces el rey Francisco I de Francia lo invitó a ir a París en 1540 y allí realizó el relieves en bronce de la Ninfa de Fontainebleau (Louvre, París). También creó para él un elaborado Salero de oro y esmalte (1539-1543; Kunsthistorisches Museum de Viena), una de sus obras maestras. El monarca le concedió una pensión anual y le mantuvo ocupado con diversos encargos, pero se vio obligado a marcharse en 1545 debido a sus discusiones con la amante del rey, Madame d'Étampes, a las rivalidades con los artistas locales y a sus propias excentricidades, y regresó a Florencia.
Allí, bajo el mecenazgo de Cosme I de Médicis, realizó numerosos trabajos en metal, entre ellos un busto en bronce de Cosme I (Museo Bargello, Florencia) y la colosal estatua, también en bronce, de Perseo (1545-1554; Loggia dei Lanzi, Florencia), considerada su mejor obra, en la que se muestran influencias de la escuela florentina, de Miguel Ángel y de Rafael, y cuya accidentada fundición cuenta en su Vida, pues estuvo a punto de agotarse el bronce y tuvieron que recurrir incluso a bandejas para poder tener suficiente. Poco después le intentaron envenenar, pese a lo cual logró sobrevivir tocado con molestos desórdenes digestivos. Diversas envidias de artistas rivales, las acusaciones de sodomía, prisiones y diversos problemas legales amargaron sus últimos años y contra todo ello escribió su Vida, como venganza moral contra sus detractores.
En 1562, esculpió en mármol el crucifijo de El Escorial, que sería regalado por Francisco I de Médici al rey Felipe II de España en 1576 y se conserva en el trascoro de la Basílica de El Escorial. De belleza natural, como un sabio del Renacimiento, Cristo aparece aquí con una serenidad sobrehumana; muere sin perder su belleza. Los cabellos y la barba impecables, tienen su explicación técnica en el dominio broncista del autor. «Es la cabeza más bella del Renacimiento italiano», se dice. Esta escultura expresa también la actitud poco convencional de Cellini, pues se esculpió como desnudo integral, por lo que durante siglos se ha mostrado al público con un paño blanco, que en las fotos en blanco y negro parecía esculpido.
Escribió su Vida entre 1538 y 1562, considerada justamente por Óscar Wilde uno de los pocos libros que merecen la pena leerse, y un Tratado de orfebrería y escultura. Estas memorias constituyen un más que ameno relato de sus huidas, aventuras e intrigas, así como un testimonio inigualable de lo que era el mecenato en la Italia del Renacimiento; son muy valiosas para conocer la vida política, social y eclesiástica del siglo XVI. Se mantuvieron inéditas hasta el siglo XVIII, y en 1945 fueron ilustradas por Dalí en una edición norteamericana. Su obra literaria se completa con cierto número de Rime compuestas en diversos momentos de su trayectoria vital.
Cellini ha sido considerado como un prototipo del hombre del Renacimiento y uno de los más conspicuos escultores del Manierismo tanto en mármol, en su desnudo Crucifijo de El Escorial, como sobre todo en bronce. El Perseo degollando a Medusa, fundido en 1554 a su retorno de Francia, es, no sólo por la gallarda actitud del héroe, personificación del triunfo de Cosme I de Médicis sobre sus oponentes republicanos, sino también por el elaborado pedestal marmóreo con arpías y máscaras entre las que se abren cuatro hornacinas con dinámicas y elegantísimas figuras alusivas al mito de Perseo, una de las cimas expresivas del Manierismo maduro, excelso en el relieve de La liberación de Andrómeda.
Statue of Cellini, Piazzale degli Uffizi, Florence
Algunas obras:
Perseo con la cabeza de Medusa. Benvenuto Cellini. (1545-1554), bronce de 320 cm. altura. Loggia dei Lanzi, Florence, Italy. Esta estatua es la más conocida y prestigiosa de Cellini, además tiene una interesante historia sobre la elaboración de una escultura es la de esta:
Cellini era un tipo "estilo Caravaggio", juerguista, arrogante, pendenciero, rencoroso, mentiroso y algunos lo acusaron hasta de ladrón... vaya, un perla!!!
... pero el encargo del Perseo que le hizo Cosme de Médicis, se lo tomó como un reto personal, conseguir hacer esa obra en bronce, de tal calibre y en una sola pieza, no era materia sencilla ni se había conseguido hasta entonces. Tuvo que trabajar mucho para lograr construir el horno que fuese capaz de fundir esa cantidad de bronce y dar lugar al alumbramiento de Perseo, llegó a enfermar y tuvo unas fiebres altísimas y delirios a causa de los cientos de pruebas infructuosos que hizo y en los que tuvo que respirar mucho las emanaciones de los metales fundidos, esto casi se lo lleva por delante, pero el siguió y siguió haciendo pruebas. Cada vez más loco y más dejado de la mano de sus ayudantes.
Cellini ya cansado de tanto fracaso y muy enfermo, probó el último intento,se la jugó. Empezó a avivar el fuego con todo lo que tenía a mano, muebles, cerámica, ropas, todo lo inflamable que tenía en la casa... en toda Florencia se pudo ver el resplandor que ocasionó tal locura, hasta que aquello prendió, estalló y la casa de Cellini salió ardiendo.
Pero, una vez apagado el fuego, allí estaba Perseo con la cabeza de Medusa, en una sola pieza y altivo, tal y como sigue a día de hoy, en la Piazza de la Signoría de Florencia. Así era Benvenuto Cellini el "artista maldito".
Detalle del cuerpo de Medusa.
Perseo con la cabeza de Medusa, también denominada el Perseo de Cellini, es una escultura realizada en bronce por Benvenuto Cellini, considerada una de las obras cumbre de la escultura manierista italiana y una de las estatuas más famosas de la Piazza della Signoria en Florencia, Italia.
Perfil histórico y artístico. Expuesta en la Loggia dei Lanzi, un histórico pórtico de Florencia, la escultura representa a Perseo de pie sobre el cuerpo de Medusa; apenas la acaba de decapitar con la espada que empuña en la mano derecha, mientras que con la mano izquierda sostiene triunfante la cabeza del monstruo tomada por su cabellera.
Erigida sobre un alto pedestal decorado con estatuas de bronce de fina hechura (actualmente copias de los originales, conservados en el Museo Bargello), la estatua fue concebida mirando hacia abajo, de modo que el espectador situado ante ella pudiese observar su cara claramente.
Junto con el grupo del Rapto de las Sabinas, de Giambologna, es la única estatua conservada en la Loggia della Signoria que fue concebida especialmente para dicho sitio. En la nuca de la estatua, en posición extremadamente rara, se puede observar un autoretrato doloroso de Cellini.
La escultura de Perseo fue encargada por Cósimo I después de su toma de posesión como duque de la ciudad; fue realizada entre 1545 y 1554. Al contrario que su pedestal, la estatua que se observa en la actualidad es la original, que solo fue trasladada en 1998 para realizarle una profunda limpieza y restauración.
Directamente relacionada con el tema de la escultura vecina Judith y Holofernes, de Donatello, en realidad difiere profundamente de las obras de comienzos del Renacimiento, adhiriendo el titanismo típico del período manierista, cuando los escultores imitaron las grandes obras de Miguel Ángel.
Pedestal
El pedestal, reemplazado en el siglo XX por una copia, es en sí mismo una gran obra. En el refinamiento de los pequeños bronces de las divinidades relacionadas con el mito de Perseo se manifiesta a pequeña escala toda la habilidad que Cellini posee como orfebre.
Bajo relieve de Andrómeda, detalle del pedestal del Perseo con la cabeza de Medusa de Cellini
Mercurio, detalle del pedestal del Perseo con la cabeza de Medusa de Cellini
Dánae y su hijo Perseo, detalle del pedestal del Perseo con la cabeza de Medusa de Cellini
Minerva, detalle del pedestal del Perseo con la cabeza de Medusa de Cellini
Júpiter, detalle del pedestal del Perseo con la cabeza de Medusa de Cellini
Perseo con la cabeza de Medusa, es una escultura realizada en bronce por Benvenuto Cellini, considerada una de las obras cumbre de la escultura manierista italiana y una de las estatuas más famosas de la Piazza della Signoria en Florencia, Italia.
El famoso Salero de Francisco I de Francia
El Salero de Francisco I de Francia. Este Salero de Francisco I de Francia (en Viena se le llama por su nombre italiano, Saliera) es una obra de Benvenuto Cellini, que forma parte de la colección de artes decorativas del Kunsthistorisches de Viena. Sus dimensiones son 26 centímetros de alto y con una base de alrededor de 33,5 cm de ancho. Está realizado con marfil, oro y esmalte.
Origen del salero. Fue modelado y fundido en algún momento entre 1539 y 1543 para el rey Francisco I de Francia, a partir de modelos que habían sido preparados muchos años antes para el Cardenal Hipólito de Este. Este salero está formado por una figura masculina que representa al mar y otra femenina que es la tierra. Un pequeño recipiente que se pretende que guarde la sal está colocado cerca de la figura masculina.
Pasó a poder de los Habsburgo austriacos como un regalo de Carlos IX de Francia al archiduque Fernando II del Tirol. Originariamente era parte de la colección de arte Habsburgo en el Castillo de Ambras, pero luego se trasladó al Kunsthistorisches de Viena en el siglo XIX.
Este salero es la única obra de oro conocida que puede atribuirse con certeza a Cellini y a veces se habla de él como la «Mona Lisa de la escultura». Fue creado en un estilo renacentista tardío y representa alegóricamente la Terra e Mare en las propias palabras de Cellini en su Autobiografía, alegóricamente en las figuras de Neptuno, dios del mar y Ceres, diosa de la tierra, simbolizando su unión al producir sal procedente de la tierra.
Dos años después de acabar esta obra, Cellini regresó a Florencia, bajo el mecenazgo de Cosme I de Médici, Gran duque de Toscana.
Robo y devolución. El 1 de mayo de 2003 se robó este salero del Kunsthistorisches, que en aquella época estaba recubierto de andamios debido a obras de reforma. El museo ofreció una recompensa de setenta mil euros por su recuperación. El salero se recuperó el 21 de enero de 2006 enterrado en una caja de plomo en un bosque cerca de la ciudad de Zwettl, Austria, alrededor de 90 km al norte de Viena. El supuesto ladrón, Robert Mang,1 2 se entregó a la Policía después de emitirse fotos del sospechoso que fue entonces reconocido por sus parientes.
Otras obras
Busto de Cosimo I. Obra de Benvenuto Cellini
Ninfa di fontainebleau, 1542-43. Museo del Louvre. Obra de Benvenuto Cellini
Estatuas de Cellini que habrían flanqueado la Ninfa di fontainebleau. Obra de Benvenuto Cellini
Bacco, opera di Benvenuto Cellini. Museo archeologico di Firenze
Cavaliere, III sec. ac., cavallo aggiunto da Benvenuto Cellini. Museo archeologico di Firenze
Cavaliere di tipo demetrio poliorcete, III sec ac, con cavallo integrato da cellini nel 1548. Museo archeologico di Firenze
Età ellenistica, cammeo in calcedonio con biga, restaurato dal Cellini. Museo archeologico nazionale (Florence)
Leda y el cisne. Obra de Benvenuto Cellini
Retrato de medalla de Cellini de Clemente VII. 1534. Obra de Benvenuto Cellini
Medaglia di Francesco I di Francia. Obra de Benvenuto Cellini
Medaglia argentea di clemente VII. Obra de Benvenuto Cellini
40 soldi d'argento di Alessandro de' medici. Obra de Benvenuto Cellini
The Life of Benvenuto Cellini Vol 1 (book)
The Life of Benvenuto Cellini Vol 2 (book)
Benvenuto Cellini
Ver más obras en la wikipedia
Benvenuto Cellini, El monumento en el Ponte Vecchio en Florencia con busto de Benvenuto Cellini, el orfebre Florentino más famoso, fue diseñado por Raffaello Romanelli y inauguró el 26 de mayo de 1901. Soporta de cuatro asientos en los bordes de las máscaras, el agua brota y es transportado en tanques a concha conchas por Egisto Orlandini.
Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado la recopilación que he relizado del controvertido artista italiano Benvenuto Cellini. Ha sido difícil conseguir imágenes aceptables de su obra, además se han perdido o desaparecido muchas de ellas, del llamado "Artista maldito".
Fuentes y agradecimientos: scultura-italiana, es.wikipedia.org,commons.wikimedia.org, javi_indy/c4atreros.es, chestofbooks, despertaresmorir.blogspot, italyguides.it, dali3delcultural, vam.ac.uk, lib-art y otras de Internet.
Si hacemos caso omiso de su autocomplacencia autobiográfica, -libro que tuve el placer de leer hace años- permite comprender desde sus adentros, la intimidad de un hombre complejo y conflictivo de carácter, muy vinculado con Renacimiento, fue: orfebre, fabricante de medallas, escultor, dibujante y escritor, autor también de tratados políticos.
Benvenuto Cellini (Florencia, 3 de noviembre de 1500 - 13 de febrero de 1571) fue un escultor, grabador y escritor florentino. Se convirtió en uno de los orfebres más importantes del Renacimiento italiano y realizó monedas labradas, joyas, floreros y adornos exquisitos. Su autobiografía es un valioso testimonio de la época, aunque no carece de ingredientes fantasiosos.
Hijo de un músico, Cellini entró a los 15 años como aprendiz del orfebre Antonio Di Sandro, apodado Marcone. Un año después tuvo que exilarse a Siena a consecuencia de su apasionado temperamento que le hacía verse involucrado continuamente en duelos y peleas, ya que llegó a matar a un hombre.
Una vez en Roma (1519), fue discípulo de Miguel Ángel durante corto tiempo y residió allí ya casi sin interrupción hasta 1540. Trabajó para las principales familias de la aristocracia romana y Clemente VII le nombró maestro de la Ceca en 1529. Participó en las fuerzas de defensa durante el Saqueo de Roma (1527) perpetrado por las tropas del emperador Carlos V y, según cuenta en su Vida, mató de un arcabuzazo al mismísimo Condestable de Borbón. Posteriormente vivió en Florencia y Mantua, si bien regresó a Roma y se acogió a la protección del papa Clemente VII.
Tras un breve viaje a Francia, fue encarcelado en el Castillo Sant'Angelo por dos asesinatos, las calumnias de rivales envidiosos, el odio del sobrino del nuevo pontífice Paulo III, Pier Luigi Farnese, y la acusación sin fundamento del robo de joyas del papa durante el Saqueo. Cellini describió sus vivencias en prisión en tono místico. Logró sin embargo evadirse tras estar algún tiempo encerrado allí, y fue perdonado gracias a la intervención del cardenal Hipólito D'Este.
Salero de Francisco I de Francia (1539) de Benvenuto Cellini
Entonces Francisco I lo invitó a ir a París en 1540 y allí realizó el relieves en bronce de la Ninfa de Fontainebleau (Louvre, París). También creó para él un elaborado Salero de oro y esmalte (1539-1543; Kunsthistorisches Museum de Viena), una de sus obras maestras. El monarca le concedió una pensión anual y le mantuvo ocupado con diversos encargos, pero se vio obligado a marcharse en 1545 debido a sus discusiones con la amante del rey, Madame d'Étampes, a las rivalidades con los artistas locales y a sus propias excentricidades, y regresó a Florencia.
Allí, bajo el mecenazgo de Cosme I de Médicis, realizó numerosos trabajos en metal, entre ellos un busto en bronce de Cosme I y la colosal estatua, también en bronce, de Perseo, considerada su mejor obra, en la que se muestran influencias de la escuela florentina, de Miguel Ángel y de Rafael, y cuya accidentada fundición cuenta en su Vida, pues estuvo a punto de agotarse el bronce y tuvieron que recurrir incluso a bandejas para poder tener suficiente. Poco después le intentaron envenenar, pese a lo cual logró sobrevivir tocado con molestos desórdenes digestivos. Diversas envidias de artistas rivales, las acusaciones de sodomía, prisiones y diversos problemas legales amargaron sus últimos años y contra todo ello escribió su Vida, como venganza moral contra sus detractores.
En 1562, esculpió un crucifijo de mármol, que fue regalado por Francisco de Médicis a Felipe II y se conserva en el trascoro de la Basílica de El Escorial. De belleza natural, como un sabio del Renacimiento, Cristo aparece aquí con una serenidad sobrehumana; muere sin perder su belleza. Los cabellos y la barba impecables, tienen su explicación técnica en el dominio broncista del autor. «Es la cabeza más bella del Renacimiento italiano», se dice. Esta escultura expresa también la actitud poco convencional de Cellini, pues se esculpió como desnudo integral, por lo que durante siglos se ha mostrado al público con un paño blanco, que en las fotos en blanco y negro parecía esculpido...
Sin duda estamos ante personaje muy carismático, pero sin dudarlo; ante un gran artista, que nos dio el siglo XVI. Espero que os guste este trabajo recopilatorio dedicado a Benvenuto Cellini, y sobre todo contribuya en su divulgación.
Busto de Benvenuto Cellini oel el Ponte Vecchio, Florencia
Resumen biográfico:
Benvenuto Cellini (Florencia, 3 de noviembre de 1500 - 13 de febrero de 1571) fue un escultor, orfebre y escritor florentino. Se convirtió en uno de los orfebres más importantes del Renacimiento italiano y realizó monedas labradas, joyas, floreros y adornos exquisitos. Su autobiografía es un valioso testimonio de la época, aunque no carece de ingredientes fantasiosos.
Vida y obra
Su padre, Giovanni Cellini fue músico y se casó con María Lisabetta Granacci, siendo Benvenuto su tercer hijo. No se le daba bien la música, pero sí el dibujo y la orfebrería, y a los quince años entró como aprendiz del orfebre Antonio Di Sandro, apodado Marcone. Un año después tuvo que exilarse a Siena a consecuencia de su apasionado temperamento que le hacía verse involucrado continuamente en duelos y peleas, ya que llegó a matar a un hombre.
Una vez en Roma (1519), fue discípulo de Miguel Ángel durante corto tiempo y residió allí ya casi sin interrupción hasta 1540. Trabajó para las principales familias de la aristocracia romana y Clemente VII le nombró maestro de la Ceca en 1529. Participó en las fuerzas de defensa durante el Saqueo de Roma (1527) perpetrado por las tropas del emperador Carlos V y, según cuenta en su Vida, mató de un arcabuzazo al mismísimo Condestable de Borbón. Posteriormente vivió en Florencia y Mantua, si bien regresó a Roma y se acogió a la protección del papa Clemente VII.
Tras un breve viaje a Francia, fue encarcelado en el Castillo Sant'Angelo por dos asesinatos, las calumnias de rivales envidiosos, el odio del sobrino del nuevo pontífice Paulo III, Pier Luigi Farnese, y la acusación sin fundamento del robo de joyas del papa durante el Saqueo. Cellini describió sus vivencias en prisión en tono místico. Logró sin embargo evadirse tras estar algún tiempo encerrado allí, y fue perdonado gracias a la intervención del cardenal Hipólito D'Este.
Entonces el rey Francisco I de Francia lo invitó a ir a París en 1540 y allí realizó el relieves en bronce de la Ninfa de Fontainebleau (Louvre, París). También creó para él un elaborado Salero de oro y esmalte (1539-1543; Kunsthistorisches Museum de Viena), una de sus obras maestras. El monarca le concedió una pensión anual y le mantuvo ocupado con diversos encargos, pero se vio obligado a marcharse en 1545 debido a sus discusiones con la amante del rey, Madame d'Étampes, a las rivalidades con los artistas locales y a sus propias excentricidades, y regresó a Florencia.
Allí, bajo el mecenazgo de Cosme I de Médicis, realizó numerosos trabajos en metal, entre ellos un busto en bronce de Cosme I (Museo Bargello, Florencia) y la colosal estatua, también en bronce, de Perseo (1545-1554; Loggia dei Lanzi, Florencia), considerada su mejor obra, en la que se muestran influencias de la escuela florentina, de Miguel Ángel y de Rafael, y cuya accidentada fundición cuenta en su Vida, pues estuvo a punto de agotarse el bronce y tuvieron que recurrir incluso a bandejas para poder tener suficiente. Poco después le intentaron envenenar, pese a lo cual logró sobrevivir tocado con molestos desórdenes digestivos. Diversas envidias de artistas rivales, las acusaciones de sodomía, prisiones y diversos problemas legales amargaron sus últimos años y contra todo ello escribió su Vida, como venganza moral contra sus detractores.
En 1562, esculpió en mármol el crucifijo de El Escorial, que sería regalado por Francisco I de Médici al rey Felipe II de España en 1576 y se conserva en el trascoro de la Basílica de El Escorial. De belleza natural, como un sabio del Renacimiento, Cristo aparece aquí con una serenidad sobrehumana; muere sin perder su belleza. Los cabellos y la barba impecables, tienen su explicación técnica en el dominio broncista del autor. «Es la cabeza más bella del Renacimiento italiano», se dice. Esta escultura expresa también la actitud poco convencional de Cellini, pues se esculpió como desnudo integral, por lo que durante siglos se ha mostrado al público con un paño blanco, que en las fotos en blanco y negro parecía esculpido.
Escribió su Vida entre 1538 y 1562, considerada justamente por Óscar Wilde uno de los pocos libros que merecen la pena leerse, y un Tratado de orfebrería y escultura. Estas memorias constituyen un más que ameno relato de sus huidas, aventuras e intrigas, así como un testimonio inigualable de lo que era el mecenato en la Italia del Renacimiento; son muy valiosas para conocer la vida política, social y eclesiástica del siglo XVI. Se mantuvieron inéditas hasta el siglo XVIII, y en 1945 fueron ilustradas por Dalí en una edición norteamericana. Su obra literaria se completa con cierto número de Rime compuestas en diversos momentos de su trayectoria vital.
Cellini ha sido considerado como un prototipo del hombre del Renacimiento y uno de los más conspicuos escultores del Manierismo tanto en mármol, en su desnudo Crucifijo de El Escorial, como sobre todo en bronce. El Perseo degollando a Medusa, fundido en 1554 a su retorno de Francia, es, no sólo por la gallarda actitud del héroe, personificación del triunfo de Cosme I de Médicis sobre sus oponentes republicanos, sino también por el elaborado pedestal marmóreo con arpías y máscaras entre las que se abren cuatro hornacinas con dinámicas y elegantísimas figuras alusivas al mito de Perseo, una de las cimas expresivas del Manierismo maduro, excelso en el relieve de La liberación de Andrómeda.
Statue of Cellini, Piazzale degli Uffizi, Florence
Algunas obras:
Perseo con la cabeza de Medusa. Benvenuto Cellini. (1545-1554), bronce de 320 cm. altura. Loggia dei Lanzi, Florence, Italy. Esta estatua es la más conocida y prestigiosa de Cellini, además tiene una interesante historia sobre la elaboración de una escultura es la de esta:
Cellini era un tipo "estilo Caravaggio", juerguista, arrogante, pendenciero, rencoroso, mentiroso y algunos lo acusaron hasta de ladrón... vaya, un perla!!!
... pero el encargo del Perseo que le hizo Cosme de Médicis, se lo tomó como un reto personal, conseguir hacer esa obra en bronce, de tal calibre y en una sola pieza, no era materia sencilla ni se había conseguido hasta entonces. Tuvo que trabajar mucho para lograr construir el horno que fuese capaz de fundir esa cantidad de bronce y dar lugar al alumbramiento de Perseo, llegó a enfermar y tuvo unas fiebres altísimas y delirios a causa de los cientos de pruebas infructuosos que hizo y en los que tuvo que respirar mucho las emanaciones de los metales fundidos, esto casi se lo lleva por delante, pero el siguió y siguió haciendo pruebas. Cada vez más loco y más dejado de la mano de sus ayudantes.
Cellini ya cansado de tanto fracaso y muy enfermo, probó el último intento,se la jugó. Empezó a avivar el fuego con todo lo que tenía a mano, muebles, cerámica, ropas, todo lo inflamable que tenía en la casa... en toda Florencia se pudo ver el resplandor que ocasionó tal locura, hasta que aquello prendió, estalló y la casa de Cellini salió ardiendo.
Pero, una vez apagado el fuego, allí estaba Perseo con la cabeza de Medusa, en una sola pieza y altivo, tal y como sigue a día de hoy, en la Piazza de la Signoría de Florencia. Así era Benvenuto Cellini el "artista maldito".
Detalle del cuerpo de Medusa.
Perseo con la cabeza de Medusa, también denominada el Perseo de Cellini, es una escultura realizada en bronce por Benvenuto Cellini, considerada una de las obras cumbre de la escultura manierista italiana y una de las estatuas más famosas de la Piazza della Signoria en Florencia, Italia.
Perfil histórico y artístico. Expuesta en la Loggia dei Lanzi, un histórico pórtico de Florencia, la escultura representa a Perseo de pie sobre el cuerpo de Medusa; apenas la acaba de decapitar con la espada que empuña en la mano derecha, mientras que con la mano izquierda sostiene triunfante la cabeza del monstruo tomada por su cabellera.
Erigida sobre un alto pedestal decorado con estatuas de bronce de fina hechura (actualmente copias de los originales, conservados en el Museo Bargello), la estatua fue concebida mirando hacia abajo, de modo que el espectador situado ante ella pudiese observar su cara claramente.
Junto con el grupo del Rapto de las Sabinas, de Giambologna, es la única estatua conservada en la Loggia della Signoria que fue concebida especialmente para dicho sitio. En la nuca de la estatua, en posición extremadamente rara, se puede observar un autoretrato doloroso de Cellini.
La escultura de Perseo fue encargada por Cósimo I después de su toma de posesión como duque de la ciudad; fue realizada entre 1545 y 1554. Al contrario que su pedestal, la estatua que se observa en la actualidad es la original, que solo fue trasladada en 1998 para realizarle una profunda limpieza y restauración.
Directamente relacionada con el tema de la escultura vecina Judith y Holofernes, de Donatello, en realidad difiere profundamente de las obras de comienzos del Renacimiento, adhiriendo el titanismo típico del período manierista, cuando los escultores imitaron las grandes obras de Miguel Ángel.
Pedestal
El pedestal, reemplazado en el siglo XX por una copia, es en sí mismo una gran obra. En el refinamiento de los pequeños bronces de las divinidades relacionadas con el mito de Perseo se manifiesta a pequeña escala toda la habilidad que Cellini posee como orfebre.
Bajo relieve de Andrómeda, detalle del pedestal del Perseo con la cabeza de Medusa de Cellini
Mercurio, detalle del pedestal del Perseo con la cabeza de Medusa de Cellini
Dánae y su hijo Perseo, detalle del pedestal del Perseo con la cabeza de Medusa de Cellini
Minerva, detalle del pedestal del Perseo con la cabeza de Medusa de Cellini
Júpiter, detalle del pedestal del Perseo con la cabeza de Medusa de Cellini
Perseo con la cabeza de Medusa, es una escultura realizada en bronce por Benvenuto Cellini, considerada una de las obras cumbre de la escultura manierista italiana y una de las estatuas más famosas de la Piazza della Signoria en Florencia, Italia.
El famoso Salero de Francisco I de Francia
El Salero de Francisco I de Francia. Este Salero de Francisco I de Francia (en Viena se le llama por su nombre italiano, Saliera) es una obra de Benvenuto Cellini, que forma parte de la colección de artes decorativas del Kunsthistorisches de Viena. Sus dimensiones son 26 centímetros de alto y con una base de alrededor de 33,5 cm de ancho. Está realizado con marfil, oro y esmalte.
Origen del salero. Fue modelado y fundido en algún momento entre 1539 y 1543 para el rey Francisco I de Francia, a partir de modelos que habían sido preparados muchos años antes para el Cardenal Hipólito de Este. Este salero está formado por una figura masculina que representa al mar y otra femenina que es la tierra. Un pequeño recipiente que se pretende que guarde la sal está colocado cerca de la figura masculina.
Pasó a poder de los Habsburgo austriacos como un regalo de Carlos IX de Francia al archiduque Fernando II del Tirol. Originariamente era parte de la colección de arte Habsburgo en el Castillo de Ambras, pero luego se trasladó al Kunsthistorisches de Viena en el siglo XIX.
Este salero es la única obra de oro conocida que puede atribuirse con certeza a Cellini y a veces se habla de él como la «Mona Lisa de la escultura». Fue creado en un estilo renacentista tardío y representa alegóricamente la Terra e Mare en las propias palabras de Cellini en su Autobiografía, alegóricamente en las figuras de Neptuno, dios del mar y Ceres, diosa de la tierra, simbolizando su unión al producir sal procedente de la tierra.
Dos años después de acabar esta obra, Cellini regresó a Florencia, bajo el mecenazgo de Cosme I de Médici, Gran duque de Toscana.
Robo y devolución. El 1 de mayo de 2003 se robó este salero del Kunsthistorisches, que en aquella época estaba recubierto de andamios debido a obras de reforma. El museo ofreció una recompensa de setenta mil euros por su recuperación. El salero se recuperó el 21 de enero de 2006 enterrado en una caja de plomo en un bosque cerca de la ciudad de Zwettl, Austria, alrededor de 90 km al norte de Viena. El supuesto ladrón, Robert Mang,1 2 se entregó a la Policía después de emitirse fotos del sospechoso que fue entonces reconocido por sus parientes.
Otras obras
Busto de Cosimo I. Obra de Benvenuto Cellini
Ninfa di fontainebleau, 1542-43. Museo del Louvre. Obra de Benvenuto Cellini
Estatuas de Cellini que habrían flanqueado la Ninfa di fontainebleau. Obra de Benvenuto Cellini
Bacco, opera di Benvenuto Cellini. Museo archeologico di Firenze
Cavaliere, III sec. ac., cavallo aggiunto da Benvenuto Cellini. Museo archeologico di Firenze
Cavaliere di tipo demetrio poliorcete, III sec ac, con cavallo integrato da cellini nel 1548. Museo archeologico di Firenze
Età ellenistica, cammeo in calcedonio con biga, restaurato dal Cellini. Museo archeologico nazionale (Florence)
Leda y el cisne. Obra de Benvenuto Cellini
Retrato de medalla de Cellini de Clemente VII. 1534. Obra de Benvenuto Cellini
Medaglia di Francesco I di Francia. Obra de Benvenuto Cellini
Medaglia argentea di clemente VII. Obra de Benvenuto Cellini
40 soldi d'argento di Alessandro de' medici. Obra de Benvenuto Cellini
The Life of Benvenuto Cellini Vol 1 (book)
The Life of Benvenuto Cellini Vol 2 (book)
Benvenuto Cellini
Ver más obras en la wikipedia
Benvenuto Cellini, El monumento en el Ponte Vecchio en Florencia con busto de Benvenuto Cellini, el orfebre Florentino más famoso, fue diseñado por Raffaello Romanelli y inauguró el 26 de mayo de 1901. Soporta de cuatro asientos en los bordes de las máscaras, el agua brota y es transportado en tanques a concha conchas por Egisto Orlandini.
RECUPERADO EL SALERO DE ORO RENACENTISTA ROBADO EN 2003
La policía austríaca recupera la "Saliera" de Benvenuto Cellini
La policía austríaca ha recuperado la "Saliera", salero de oro del artista renacentista Benvenuto Cellini robado en mayo de 2003 del Museo de Historia del Arte de Viena, al que se atribuye un valor de cincuenta millones de euros.
Un portavoz de la ministra del Interior austríaca, Liese Prokop, ha confirmado la autenticidad de la obra de arte y anunciado que la dirección de policía y ella misma comunicarán los detalles en una conferencia de prensa este domingo.
La cadena de radiotelevisión austríaca ORF informó hoy de que las fuerzas de seguridad habían descubierto en un bosque de la Baja Austria, cerca de la ciudad de Zwettl, una caja que podía contener la valiosa pieza.
Asimismo, la policía detuvo a un supuesto implicado en el robo del "Salero de oro", un centro de mesa manierista de oro, esmalte y ébano considerado una obra maestra del orfebre y escultor italiano.
El sospechoso fue interrogado, después de haberse presentado por iniciativa propia a la policía, probablemente por unas fotos de búsqueda publicadas este viernes en las que resultaba fácil identificarle.
Las fotografías obtenidas del sospechoso eran tan nítidas que conocidos y amigos suyos le advirtieron de "lo mucho que se parecía", según dichas informaciones.
El viernes, las autoridades informaron sobre un intento frustrado de entrega de la "Saliera" de Cellini (1500-1571) y revelaron que habían recuperado una parte de la obra, el tridente desmontable, que pidieron al autor del robo como prueba de que el salero seguía existiendo.
El pasado noviembre había fracasado un intento de recuperar el salero y ahora ha trascendido que desde principios de octubre de 2005 las autoridades mantenían contactos con los ladrones.
La obra de arte renacentista fue robada el 11 de mayo de 2003, en una acción que figura entre las más audaces de la historia de la criminalidad en Austria.
El ladrón o ladrones penetraron en el Museo de Historia del Arte a través de un andamio y sustrajeron la pieza de orfebrería, que mide veintiséis centímetros y fue creada en París entre 1540 y 1543 por encargo del rey Francisco I de Francia.
Fuente: 20 Minutos
La policía austríaca recupera la "Saliera" de Benvenuto Cellini
La policía austríaca ha recuperado la "Saliera", salero de oro del artista renacentista Benvenuto Cellini robado en mayo de 2003 del Museo de Historia del Arte de Viena, al que se atribuye un valor de cincuenta millones de euros.
Un portavoz de la ministra del Interior austríaca, Liese Prokop, ha confirmado la autenticidad de la obra de arte y anunciado que la dirección de policía y ella misma comunicarán los detalles en una conferencia de prensa este domingo.
La cadena de radiotelevisión austríaca ORF informó hoy de que las fuerzas de seguridad habían descubierto en un bosque de la Baja Austria, cerca de la ciudad de Zwettl, una caja que podía contener la valiosa pieza.
Asimismo, la policía detuvo a un supuesto implicado en el robo del "Salero de oro", un centro de mesa manierista de oro, esmalte y ébano considerado una obra maestra del orfebre y escultor italiano.
El sospechoso fue interrogado, después de haberse presentado por iniciativa propia a la policía, probablemente por unas fotos de búsqueda publicadas este viernes en las que resultaba fácil identificarle.
Las fotografías obtenidas del sospechoso eran tan nítidas que conocidos y amigos suyos le advirtieron de "lo mucho que se parecía", según dichas informaciones.
El viernes, las autoridades informaron sobre un intento frustrado de entrega de la "Saliera" de Cellini (1500-1571) y revelaron que habían recuperado una parte de la obra, el tridente desmontable, que pidieron al autor del robo como prueba de que el salero seguía existiendo.
El pasado noviembre había fracasado un intento de recuperar el salero y ahora ha trascendido que desde principios de octubre de 2005 las autoridades mantenían contactos con los ladrones.
La obra de arte renacentista fue robada el 11 de mayo de 2003, en una acción que figura entre las más audaces de la historia de la criminalidad en Austria.
El ladrón o ladrones penetraron en el Museo de Historia del Arte a través de un andamio y sustrajeron la pieza de orfebrería, que mide veintiséis centímetros y fue creada en París entre 1540 y 1543 por encargo del rey Francisco I de Francia.
Fuente: 20 Minutos
El Cristo blanco de Benvenuto Cellini
El Crucificado de Cellini en El Escorial. A la entrada de La Basílica del monasterio de El Escorial, en Madrid, en una pequeña capilla y protegido por un cristal, hay un hermoso Crucificado de mármol blanco, realizado por el italiano Benvenuto Cellini. El monasterio de El Escorial está lleno de misterios y de cosas sorprendentes. Felipe II era un seguidor de la artes adivinatorias y de los horóscopos, y también un gran coleccionista de reliquias de santos.
El Monasterio acumula varios miles de reliquias, muchas de las cuales, o casi todas, son desconocidas para el gran público, entre el que me incluyo.
El Crucificado blanco de mármol blanco es una talla impecable de Cellini, que él pensó para su tumba, pero que fue regalada en 1576 por Francisco I de Medici al monarca español Felipe II.
Es un crucificado desnudo y desprovisto de corona de espinas, aunque el pudor religioso ha cubierto esa desnudez con un paño de tela. Es sorprendente la armonía de la figura y la precisión anatómica, teniendo en cuenta de que se trata de una obra sobre mármol, y no sobre madera, que es lo usual.
Crucifijo de Benvenuto Cellini en la Basílica de El Escorial.
santuariodejuanelbautista.com
El Crucificado de Cellini en El Escorial. A la entrada de La Basílica del monasterio de El Escorial, en Madrid, en una pequeña capilla y protegido por un cristal, hay un hermoso Crucificado de mármol blanco, realizado por el italiano Benvenuto Cellini. El monasterio de El Escorial está lleno de misterios y de cosas sorprendentes. Felipe II era un seguidor de la artes adivinatorias y de los horóscopos, y también un gran coleccionista de reliquias de santos.
El Monasterio acumula varios miles de reliquias, muchas de las cuales, o casi todas, son desconocidas para el gran público, entre el que me incluyo.
El Crucificado blanco de mármol blanco es una talla impecable de Cellini, que él pensó para su tumba, pero que fue regalada en 1576 por Francisco I de Medici al monarca español Felipe II.
Es un crucificado desnudo y desprovisto de corona de espinas, aunque el pudor religioso ha cubierto esa desnudez con un paño de tela. Es sorprendente la armonía de la figura y la precisión anatómica, teniendo en cuenta de que se trata de una obra sobre mármol, y no sobre madera, que es lo usual.
Crucifijo de Benvenuto Cellini en la Basílica de El Escorial.
santuariodejuanelbautista.com
Bienvenido Berlioz
Tras días de máxima tensión, con la huelga de los trabajadores que fue desconvocada el viernes, 'Benvenuto Cellini' deslumbra al Liceo
Un momento de la representación de 'Beneveuto Cellini' del Liceo.
Hay estrenos que no se olvidan. El del montaje de la ópera de Hector Berlioz Benvenuto Cellini, dirigido escénicamente por Terry Gilliam y musicalmente por Josep Pons, estuvo en el aire hasta el viernes, cuando, tras muchas jornadas de incertidumbre, fue desconvocada la huelga de los trabajadores del Liceo. Se alzó al final el telón del coliseo barcelonés y triunfó la magia de la ópera, con un toque de reparación histórica, porque esta colosal y rara vez programada ópera solo se había visto una vez en el Liceo, en 1977. Bienvenido Berlioz, que el domingo, por fin, conquistó al público con la fantasía y el humor irreverente del famoso miembro de los Monty Phyton como gran aliado.
Las poderosas imágenes de Gilliam - exultante, recibió atronadores aplausos al final de la memorable función- se clavan en la retina, aunque hay tantos gags y golpes de buen teatro que la potencia visual y dramática del montaje sepulta en muchos episodios la admirable y poco conocida partitura.
Ha creado Gilliam un monstruo teatral maravilloso que se estrenó en la English National Opera en 2014 y llega a Barcelona tras pasar por Amsterdam. El irreverente sello de Monty Python planea en una ópera que es una celebración de la pasión y los sueños de tres locos creativos unidos en una misma aventura; el escultor del Renacimiento Benvenuto Cellini, capaz de fundir toda su obra anterior para obtener el bronce necesario para forjar la cabeza de Perseo; Berlioz, orquestador visionario que anticipa el futuro, y el propio Gilliam, director, actor, creador que no pone límites a su fantasía.
Hay que ver este colosal espectáculo, de brillo circense. Se palpa el riesgo y el gusto por la desmesura en un montaje técnicamente complejo -hay acción desde la obertura, con la irrupción en platea de una troupe de carnaval- que lleva al límite los recursos de un teatro. Y el equipo del Liceo ha superado los retos: Benvenuto Cellini es el gran espectáculo de la temporada.
Hay acción y diversión garantizada durante dos horas y media, con imágenes potentes y auténtica magia visual. Impacta la escena del Carnaval romano que cierra el primer acto, con más de 100 personas, entre niños, acróbatas, malabaristas, actores, figurantes y cantantes en escena durante 23 minutos en los que la acción teatral nunca decae.
Queda el tema de los cortes en la partitura, alrededor de 40 minutos de música que Gilliam poda para dar potencia teatral a una obra hasta la fecha más acostumbrada al fracaso que al éxito. Y, aunque le pese a los puristas, hay que reconocer que el espectáculo funciona a las mil maravillas.
En el foso, Josep Pons intenta asegurar el equilibrio musical, controlando los grandes efectivos corales y orquestales. Mientras que el coro brinda una gran actuación, la orquesta palidece en ocasiones; Pons subraya las innovaciones del lenguaje de Berlioz, que obra maravillas en el uso del color, pero su meticulosa y prudente dirección brilla más en el acompañamiento de las arias que en los conjuntos.
Triunfa en el agotador papel de Cellini el tenor John Osborn gracias a su solvente registro agudo y su valentía en escena. De hecho, Gilliam transmite su energía a los cantantes; desde la encantadora, pero con carácter, Teresa de la soprano Kathryn Lewek al brillo pirotécnico de la mezzosoprano catalana Lidia Vinyes-Curtis, que debutó sustituyendo a Annalisa Stroppa en el papel de Ascanio, y la rotundidad vocal del bajo Eric Halfvarson (Papa Clemente VII). El bajo-barítono Maurizio Muraro (Balducci) y el barítono Ashley Holland (Fieramosca) cumplieron, sin más, en un amplio reparto con muy buenos comprimarios.
elpais.com / Barcelona
Tras días de máxima tensión, con la huelga de los trabajadores que fue desconvocada el viernes, 'Benvenuto Cellini' deslumbra al Liceo
Un momento de la representación de 'Beneveuto Cellini' del Liceo.
Hay estrenos que no se olvidan. El del montaje de la ópera de Hector Berlioz Benvenuto Cellini, dirigido escénicamente por Terry Gilliam y musicalmente por Josep Pons, estuvo en el aire hasta el viernes, cuando, tras muchas jornadas de incertidumbre, fue desconvocada la huelga de los trabajadores del Liceo. Se alzó al final el telón del coliseo barcelonés y triunfó la magia de la ópera, con un toque de reparación histórica, porque esta colosal y rara vez programada ópera solo se había visto una vez en el Liceo, en 1977. Bienvenido Berlioz, que el domingo, por fin, conquistó al público con la fantasía y el humor irreverente del famoso miembro de los Monty Phyton como gran aliado.
Las poderosas imágenes de Gilliam - exultante, recibió atronadores aplausos al final de la memorable función- se clavan en la retina, aunque hay tantos gags y golpes de buen teatro que la potencia visual y dramática del montaje sepulta en muchos episodios la admirable y poco conocida partitura.
Ha creado Gilliam un monstruo teatral maravilloso que se estrenó en la English National Opera en 2014 y llega a Barcelona tras pasar por Amsterdam. El irreverente sello de Monty Python planea en una ópera que es una celebración de la pasión y los sueños de tres locos creativos unidos en una misma aventura; el escultor del Renacimiento Benvenuto Cellini, capaz de fundir toda su obra anterior para obtener el bronce necesario para forjar la cabeza de Perseo; Berlioz, orquestador visionario que anticipa el futuro, y el propio Gilliam, director, actor, creador que no pone límites a su fantasía.
Hay que ver este colosal espectáculo, de brillo circense. Se palpa el riesgo y el gusto por la desmesura en un montaje técnicamente complejo -hay acción desde la obertura, con la irrupción en platea de una troupe de carnaval- que lleva al límite los recursos de un teatro. Y el equipo del Liceo ha superado los retos: Benvenuto Cellini es el gran espectáculo de la temporada.
Hay acción y diversión garantizada durante dos horas y media, con imágenes potentes y auténtica magia visual. Impacta la escena del Carnaval romano que cierra el primer acto, con más de 100 personas, entre niños, acróbatas, malabaristas, actores, figurantes y cantantes en escena durante 23 minutos en los que la acción teatral nunca decae.
Queda el tema de los cortes en la partitura, alrededor de 40 minutos de música que Gilliam poda para dar potencia teatral a una obra hasta la fecha más acostumbrada al fracaso que al éxito. Y, aunque le pese a los puristas, hay que reconocer que el espectáculo funciona a las mil maravillas.
En el foso, Josep Pons intenta asegurar el equilibrio musical, controlando los grandes efectivos corales y orquestales. Mientras que el coro brinda una gran actuación, la orquesta palidece en ocasiones; Pons subraya las innovaciones del lenguaje de Berlioz, que obra maravillas en el uso del color, pero su meticulosa y prudente dirección brilla más en el acompañamiento de las arias que en los conjuntos.
Triunfa en el agotador papel de Cellini el tenor John Osborn gracias a su solvente registro agudo y su valentía en escena. De hecho, Gilliam transmite su energía a los cantantes; desde la encantadora, pero con carácter, Teresa de la soprano Kathryn Lewek al brillo pirotécnico de la mezzosoprano catalana Lidia Vinyes-Curtis, que debutó sustituyendo a Annalisa Stroppa en el papel de Ascanio, y la rotundidad vocal del bajo Eric Halfvarson (Papa Clemente VII). El bajo-barítono Maurizio Muraro (Balducci) y el barítono Ashley Holland (Fieramosca) cumplieron, sin más, en un amplio reparto con muy buenos comprimarios.
elpais.com / Barcelona
Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado la recopilación que he relizado del controvertido artista italiano Benvenuto Cellini. Ha sido difícil conseguir imágenes aceptables de su obra, además se han perdido o desaparecido muchas de ellas, del llamado "Artista maldito".
Fuentes y agradecimientos: scultura-italiana, es.wikipedia.org,commons.wikimedia.org, javi_indy/c4atreros.es, chestofbooks, despertaresmorir.blogspot, italyguides.it, dali3delcultural, vam.ac.uk, lib-art y otras de Internet.
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