La capital hispalense acoge una de las exposiciones más esperadas, que ha recorrido hasta 35 países
Atardece en una de las mentes más privilegiadas de la pintura. Anochece de manera más viva y más rica en colores que nunca la ciudad de Sevilla. Aunque dejara su mente en el proceso, la obra de Vincent Willem Vang Goghperdurará por siempre en la memoria de todos los amantes de las artes plásticas.
Nacido en los Países Bajos en el año 1890, este pintor holandés fue decisivo en la época donde el impresionismo marcó una profunda renovación en el mundo del arte y donde él dejó su sello inigualable que tanta inspiración daría a los jóvenes autores del siglo XX. Este erudito de la pintura moderna, como el mismo decía «soñaba con pintar y luego pintaba sus sueños». Unos sueños que se hacen realidad en la capital desde el Pabellón de la Navegación.
Hasta el quince de abril están a tiempo de disfrutar de la exhibición multisensorial que ofrece Van Gogh Alive- The experience. Una exposición única en el mundo y que llega a orillas del Guadalquivir después de haber recorrido treinta y cinco países y ciudades tan majestuosas como Ankara, Berlín, Bogotá, Estambul o Shangái.
La idea nació con la premisa de afrontar una nueva visión y experimentar con ella. Una auténtica ruptura con las tradicionales visitas a museos para proponer al espectador el disfrute más puro del arte. Quieren trasladar a los asistentes a la vida más íntima del genio y empaparse del color y la pasión que desprenden sus cuadros. En definitiva, una nueva forma de explorar lo conocido y extraer significados diferentes a través de galerías formadas con más de tres mil imágenes a gran escala en pantallas gigantes, paredes, columnas e incluso en el suelo, sumergiéndote de lleno en lo más esencial de las pinturas de Vang Gogh, los recónditos rincones que albergan sus trazos, nuevos ángulos y perspectivas y sobre todo hipnotizando de manera abrumadora los sentidos.
Otra de las cosas que podrán hacer será ir de la mano del holandés a través del tiempo; serán sus compañeros de viaje hacia Arles, Saint Remy y Auvers-Sur-Oise, donde daría forma a la mayoría de sus creaciones.
Si quieren salir por la noche y pintar las estrellas o, al menos, quieren dejarse emocionar por las que veía Vang Gogh, el destino les pone por delante meterse en la piel de un aventurero con esta exposición para todos los públicos. Los precios de las entradas oscilan entre los 9€ para niños con edades comprendidas entre los siete y dieciséis años, 10€ para estudiantes con acreditación, 13€ para adultos y gratuitas para discapacitados, docentes y menores de siete años. Si lo desean, ponen a su disposición packs familiares desde los 19€ hasta los 41€. Los tickets podrán obtenerse a través de la web del evento o en taquilla.
No lo piensen y acudan a algo único que seguro enriquecerá sus mentes, les hará derribar los muros del pensamiento y, sin ninguna duda, hará que salgan con el esbozo de una sonrisa plena en sus rostros.
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