Me encuentro en la ciudad de Xalapa para asistir al Primer Encuentro Estatal de Artes Escénicas que organiza el Instituto Cultural del estado (IVEC) en colaboración con el British Council. El encuentro se ha diseñado como un espacio para que las compañías y los artistas emergentes veracruzanos, en las disciplinas del teatro, la danza y la música, presenten sus trabajos a un grupo de programadores y promotores culturales de México y otros países, a la búsqueda de nuevas salidas y nuevos públicos para sus realizaciones.
Desde el jueves y hasta mañana domingo se presentan aquí 20 diferentes propuestas que fueron elegidas a través de una convocatoria pública a la que se presentaron más de ochenta compañías locales, lo que demuestra la vitalidad cultural del estado y el ascenso de una nueva generación de artistas locales que persisten y se ameritan en su creatividad a pesar del sobrado centralismo que define al panorama artístico de México en las últimas décadas.
Su trabajo, su temperamento creativo, su afán experimentar y explorar nuevos territorios para la creación, contrasta a su vez con la realidad política del estado en los años recientes, sometido como pocos a la vorágine de los cambios de partidos en el poder, pero sobre todo a la sombra del escándalo pantagruélico de su exgobernador, hoy en la prisión. No hay que olvidar que hace apenas cuatro años el Festival Hay de literatura debió renunciar a Xalapa como su sede para México, ante los cuestionamientos de un grupo de periodistas mexicanos que advirtieron el riesgo que presentaba realizar un festival internacional de gran prestigio como lo es el Hay Festival, en un territorio donde la corrupción y la violación de los derechos humanos engrosaban los expedientes día con día.
Veracruz ha sido en las últimas décadas un territorio para la creación artística del más alto nivel, y sus creadores han puesto al estado y al país en los más diversos foros internacionales. En ese sentido, el Encuentro Estatal que se realiza en estos días es un intento por renovar y darle un nuevo impulso a esta tradición.
En los últimos años he tenido la suerte de ver el potencial de Veracruz y sus creadores fuera de México. He visto al tenor Javier Camarena, veracruzano de nacimiento, conquistar los escenarios más importantes de la ópera en Europa y los Estados Unidos; al grupo de son jarocho Mono Blanco presentarse en concierto en la ciudad de Pekín; vi una obra del dramaturgo Emilio Carballido puesta en escena por una compañía teatral de Tokio, y otra más de Rafael Solana en un festival de teatro en España. He visto al espectáculo Jarocho, que se propuso renovar la tradición folklórica del estado bajo un formato contemporáneo y multidisciplinario, llenar un teatro en Hong-Kong y otro en Macao. He visto al grupo que fusiona la música antigua con la tradición jarocha, Tembembe, presentarse junto con Jordi Saval en Barcelona; o piezas del ceramista Gustavo Pérez en el Centro Pompidou de Paris, o al grupo Buena Vista Social Club cantando piezas de Agustín Lara en La Habana. Este es el potencial de la creación artística veracruzana que hoy busca abrirle nuevos puentes a sus creadores emergentes.
El Encuentro veracruzano, que en esta fase piloto sigue el modelo que el British Council en el Reino Unido organiza cada dos años en la ciudad escocesa de Edimburgo para mostrar una selección de lo mejor de la nueva producción británica en el campo del teatro y la danza, entiende que no menos importante que fomentar y apoyar desde las instituciones culturales a la creación artística, es necesario brindarle herramientas a los creadores para recorrer las diversas etapas que demanda la necesidad de insertar su producción en el mercado de las artes. La profesionalización no es menos necesaria que el apoyo a la creación.
Otro veracruzano, el poeta Salvador Díaz Mirón, me acompaña en la noche de Xalapa mientras escribo estas líneas: el arte que “suele retornar y me reintegra”, el arte que es “la fe que salva y la ilusión que alegra / un relámpago que enciende mi alma negra”.
@edgardobermejo
edgardobermejo@yahoo.com.mx
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