Una instalación que elude a la crisis. Foto: EFE
MADRID.- La meseta castellana ha regalado días de sol para la apertura de ARCO, la feria de arte contemporáneo que hizo de la provinciana Madrid una ciudad con movida y Primer Mundo. Ayer fue el primer día de feria a puertas cerradas, visita de alfombra roja para mecenas, coleccionistas, curadores, crítica y prensa especializada.
Las nuevas estrellas son los curadores, qué duda cabe, que han tomado la feria bajo su mando en las nuevas secciones como Opening, donde se concentran las galerías con menos de siete años de historia, y Solo Projects, un puente tendido hacia América latina, escaparate de gran visibilidad para la argentina Fernanda Laguna, con sus poemas pintados de fondos oscuros surrealistas y dibujos exquisitos de narrativa visual, llegados de la mano de la galerista Nora Fish.
A estas alturas, y antes de que la feria inaugure hoy oficialmente con los príncipes de Asturias como maestros de ceremonia, lo más interesante es el cruce de influencias, la clara intención de hacer de una feria de arte una plataforma de contactos.
En el espacio Solo Projects está otro argentino, Nahuel Ortiz Vidal (ex Roldán), donde Diego Bianchi muestra una compleja performance representada por un hombre tensado con cuerdas. La imagen que ve el espectador es un joven musculoso con cada uno de sus miembros, genitales incluidos, tensados por una cuerda en una ceremonia que dura una hora. Es una entrega extraña, con su cuota de sufrimiento para mantener a la audiencia atónita. Gajes del arte contemporáneo, la obra de Diego Bianchi está ternada para un premio.
Mucha tela para cortar en la alianza de museos, curadores y ferias. Demasiado pronto para hacer un balance, pero queda claro que en la España de la crisis el formato de coleccionistas ricos llegados del otro lado del mundo funciona.
En los pasillos feriales se cruzaron Adriano Pedroza, Rosina Gómez Baeza, Mauro Herliztka, María Corral, Alejandro Corres, Marga Macaya, Sheila Cremaschi (argentina condecorada por Isabel II por su aporte al arte y a las letras) y Helena Ochoa, la glamorosa sexóloga y marchand casada con sir Norman Foster, y Agustín Pérez Rubio, que será el curador 2014 del espacio UTurn-Mercedes Benz en arteBA.
Pérez Rubio, con el soporte de Amalia Curutchet y Maia Güemes, ejecutivas de arteBA, apuestan con pasión no disimulada por la feria de Buenos Aires, y anticipan que "será una movida para la ciudad toda". Con ese telón de fondo, están sumando coleccionistas y curadores que prometen visitar la Reina del Plata en el próximo mayo.
En la visita privada a la formidable colección de Juan Varez, con curaduría de la experta colombiana (ex Christie's) Ana Sokolov, en un magnífico piso que supo ser de la galerista Oliva Arauna, los coleccionistas coincidieron en que "se ha vendido más en ARCO de lo que se admite públicamente". ¿Será el síndrome que en la Argentina conocemos como " panic AFIP". Algo de eso hay.
En las cortes, la oposición ha puesto a Rajoy contra las cuerdas por asuntos de corrupción y nadie quiere dar un paso en falso o quedar en evidencia. España está en crisis. Sin embargo, los bien informados aseguran que hay lista de espera para obras de Juan Genovés, para las pinturas de Zimmermann y las fotos de Andreas Gursky.
En el espacio del foro de reflexión, coordinado por la crítica Estrella de Diego, el argentino Aníbal Jozami habló de su colección que exhibe en Lázaro Galdiano, de Madrid, y en Buenos Aires, en un departamento señorial que supo ser de la zarina del arte Ruth Benzacar.
Jozami habló del placer de coleccionar y centró su estrategia en el eslogan: siempre "buscar, buscar, buscar" y nunca vender. En su relato, palabra de larga significancia, recordó que su pasión de coleccionista contagió a sus hermanos. Sólo falta saber qué compra su hermano Eduardo, militante oficialista de pura cepa
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