Dedicado a las culturas milenarias de África, Asia, América y Oceanía, expone más de 2.000 piezas que permiten conocer las creencias y rituales de pueblos ancestrales
El sábado 7 de febrero se abre al público el Museo de Culturas del Mundo en un espacio formado por los palacios Nadal y Marquesos de Llió, ambos de estilo gótico, en la calle Montcada de Barcelona, frente al Museu Picasso. Tras el cierre del Museo Barbier-Mueller de Arte Precolombino en 2012 y el Museo Textil en 2013, abre este nuevo espacio dedicado a las culturas milenarias de África, Asia, América y Oceanía. El museo expone 529 piezas, una parte considerable de la colección de la Fundación Folch (compuesta por 2.356 obras), creada por Albert Folch (1922-1988), químico y empresario aficionado a la etnología, y cedida al Ayuntamiento de Barcelona por un período de veinte años. Reúne, además, una selección de objetos procedentes de los fondos del Museo Etnológico de Barcelona y de colecciones destacadas como la de la Fundación Arqueológica Clos y la Colección Arqueológica Duran Vall-Llosera, además de una cesión de piezas del Museo de Arqueología y Antropología de Cambridge. El Museo de Culturas del Mundo pretende divulgar la creación artística de culturas ancestrales asiáticas, africanas, americanas y oceánicas a través de colecciones reunidas desde finales de los años cuarenta. Ofrece una magnífica oportunidad de contemplar la misteriosa relación que ha mantenido el ser humano con el universo que lo rodeaba y permite conocer cuáles eran sus creencias y rituales.
Desde Etiopía hasta Costa Rica
Una gigantesca bola del mundo recibe al visitante de la exposición permanente del museo, que comienza explorando el continente africano con el arte del antiguo Reino de Benín, que estuvo situado en la actual Nigeria, y la cultura fang de Guinea Ecuatorial. También reúne obras de otros pueblos africanos como los dogones, yoruba, senufo, baulé, bembe, songye, bamana y pende, entre otros. Destaca la sala dedicada a máscaras africanas, con 16 piezas, cada una de ellas individualizada en una gran vitrina transparente. El recorrido se cierra con Etiopía, una de las cunas culturales del continente, con sorprendentes manifestaciones de arte cristiano. La planta dedicada a las piezas de Oceanía y Asia empieza con las artes de Nueva Guinea, por ejemplo las de los pueblos de los entornos del río Sepik. También hay pintura sobre corteza de Australia o moáis de madera de Rapa Nui. El área de Asia se compone de dos salas dedicadas a las islas Filipinas y a Indonesia, dos salas más dedicadas a la India, con representaciones escultóricas de Visnú y Shiva, y hermosas piezas de la cultura Gandhara, que aúna influencias griegas e indias. Las dos últimas salas tratan sobre la expansión del budismo en Tailandia y Birmania. En la segunda planta hay tres salas dedicadas a Japón, China y Corea, con una magnífica colección de cerámica coreana. El recorrido expositivo finaliza con seis salas dedicadas a la América precolombina: desde las figuras funerarias de Mesoamérica, cerámicas mayas, así como cerámicas de la Gran Nicoya y de la vertiente atlántica, en las Tierras Altas de Costa Rica. Por último, se pueden contemplar las artes de las culturas precolombinas del área andina, desde las figuras femeninas de la cultura valdivia, de hasta 5.000 años de antigüedad, hasta las creaciones del Imperio inca. En la última sala del ámbito americano destaca una importante colección de cerámicas nazcas, mochicas y chimúes, y una impresionante pieza textil chimú. Todas las salas cuentan con pantallas interactivas para hacer más intensa la experiencia museística. Además se pondrá a disposición del visitante una tableta guía para hacer el recorrido, que funciona con una aplicación que también podrá descargarse en el teléfono móvil. El museo contará también con una sala de exposiciones temporales, que se inaugurará en el mes de mayo, y un centro de investigación y divulgación. El Museo de Culturas del Mundo se podrá visitar de forma gratuita hasta el 7 de abril.
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