Por primera vez en su historia, el Museo Van Gogh de Ámsterdam acoge hoy una exposición sobre los problemas mentales que aquejaron a ese genio holandés de la pintura.
La exposición Al borde de la locura estará abierta al público hasta el 25 de septiembre para arrojar más luces sobre el último año de vida del creador de la serie Girasoles.
Entre otras piezas se exhibe el Autorretrato con oreja vendada y pipa (1889), que hizo poco después de los extraños sucesos en Arles cuando el pintor terminó sin una oreja, que al parecer se cortó él mismo.
También, en una de las vitrinas, está el arma con la que se cree Van Gogh se disparó en el pecho el 27 de julio de 1890 en un campo de Auvers sur Oise, situado al norte de Francia. La bala penetró en el vientre y el pintor murió dos días después.
Los últimos meses de su vida fueron bastante angustiantes para el artista, así dan fe los documentos, cartas, objetos y 25 cuadros de la exposición Al borde de la locura, inaugurada el 15 de julio.
En mayo de 1889, Van Gogh ingresó voluntariamente en el Hospital de Saint Rémy de Provence, sufría alucinaciones y estaba profundamente deprimido.
A la vez, en ese periodo pintó varios de sus cuadros más famosos como El jardín del hospital o Trigal bajo la tormenta.
Vincent Van Gogh (1853-1890) pasó por varios sanatorios mentales y recibió numerosos diagnósticos: manía aguda, demencia, psicopatía, epilepsia, personalidad maníaco-depresiva, esquizofrenia, encefalitis e, incluso, tumor cerebral. Pero todavía no se conoce a ciencia cierta el padecimiento del pintor.
Quien resulta hoy uno de los artistas mejores cotizados en el mundo, durante toda su vida solo vendió un cuadro, El viñedo rojo, en apenas 400 francos.
Aunque creó unas 900 pinturas y más de mil dibujos, jamás supo de éxitos y reconocimientos: su obra alcanzó notoriedad muchos años después de su trágico suicidio a los 37 años.
Fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario