La exposición está organizada por el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), en colaboración con la Fundación Telefónica y el Museo Picasso de Málaga. La muestra ya ha pasado por la institución neoyorquina y madrileña, y concluirá su itinerario internacional en la pinacoteca malagueña.
La retrospectiva presenta un recorrido que abarca desde las primeras obras de Torres-García en Barcelona a finales del siglo XIX, reconocido como uno de los pintores más importantes del 'Noucentisme', hasta sus últimas obras realizadas en Montevideo en la década de los 40.
De esta manera, la exposición combina una aproximación cronológica a su producción de forma temática, enfatizando en el periodo de 1923 a 1933, cuando el uruguayo participó en los movimientos de vanguardia europea; y entre 1935 a 1943, cuando regresa a su ciudad natal para trabajar en su interpretación de la abstracción.
Además, 'Un moderno en la Arcadia' incluye la correspondencia inédita que mantuvieron Torres-García y Picasso en relación con un proyecto que finalmente no vio la luz. Ambos artistas coincidieron en Barcelona en los años 20, y volvieron a encontrarse en París más tarde.
Joaquín Torres-García, según ha detallado el MPM, fue uno de los artistas "más complejos de la primera mitad del siglo XX, capaz de abrir nuevas trayectorias de trabajo para el arte moderno y con una individualidad radical que elude clasificaciones y estereotipos". Asimismo, fue un "gran pensador y pedagogo", difundiendo su teoría artística a través de escritos, conferencias, talleres y enseñanzas.
La presentación de la exposición ha estado presidida por el comisario de la muestra y coleccionista de arte, Luis Pérez-Oramas, junto al director del MPM, José Lebrero, y el delegado del Gobierno andaluz en Málaga y miembro de la Fundación Museo Picasso, José Luis Ruiz Espejo.
Durante su discurso, el comisario ha explicado la importancia de la exposición del artista uruguayo en la colección del MoMA, y ha asegurado que "venía a cubrir un gran vacío histórico en su historia como institución dedicada al estudio y divulgación del arte moderno en el mundo". Así, ha querido destacar la relación de legado que tanto Picasso como Torres-García dejaron en Europa y América: "dos formas de modernidad que no se excluyen pero se compaginan".
Por su parte, Lebrero ha precisado el objetivo que pretende lograr el MPM incluyendo esta muestra en su catálogo temporal, ya que la pinacoteca trata de ser "no solo un escenario al cual acuden personas de los lugares más diversos, sino de intentar ser una ventana al mundo". Además, ha remarcado que esta primera retrospectiva de vanguardia latinoamericana "sea el inicio de un camino de complicidades, trayendo a otro emigrante como Picasso".
Por otro lado, Ruiz Espejo ha felicitado públicamente a José Lebrero por su renovación como director del MPM, a la vez que ha destacado los buenos resultados cosechados durante 2015 y los obtenidos durante los ocho primeros meses de 2016, que ha calificado de "excelente", y que pueden llegar a "alcanzar el récord" de visitantes.
ACTIVIDADES PARALELAS
En el contexto de la exposición, el MPM ha organizado una serie de actividades en torno a los distintos temas que vertebran la retrospectiva del artista: 'Nuestro Norte es el Sur'.
De esta manera, este martes 11 de octubre, Pérez-Oramas impartirá una conferencia centrada en los temas más relevantes de la exposición. Además, el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Málaga, Eugenio Carmona, planteará cómo la figura de Torres-García influyó en el arte en España en la primera mitad del siglo XX.
En este sentido, el director del Instituto Cervantes, Juan Manuel Bonet, hablará el 26 de octubre sobre la participación del uruguayo en el grupo 'Cercle et Carré' en el París de los años 30. Por último, en diciembre, un seminario con el título 'Abstracciones híbridas' plantearán en cuatro sesiones el análisis de textos de artistas de las vanguardias europeas y su recepción y conceptualización por Joaquín Torres-García.
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