Madrid, 27 jul (EFE).- El plástico que emplea la madrileña Ruth Peche en sus obras "deja de ser 'basura' para convertirse en algo diferente, que espero nunca llegue al mar", ha explicado en una entrevista con Efe esta artista multidisciplinar.,Interesada por el arte digital, la pintura, las instalaciones y otras formas de arte teñidas por una "obsesión por la observación de la Naturaleza", Peche ha indicado que muchos artistas, entre los que se incluye, han decidido "que hay que hacer algo creat
El plástico que emplea la madrileña Ruth Peche en sus obras "deja de ser 'basura' para convertirse en algo diferente, que espero nunca llegue al mar", ha explicado en una entrevista con Efe esta artista multidisciplinar.
Interesada por el arte digital, la pintura, las instalaciones y otras formas de arte teñidas por una "obsesión por la observación de la Naturaleza", Peche ha indicado que muchos artistas, entre los que se incluye, han decidido "que hay que hacer algo creativo con el plástico, transformar un residuo en un recurso".
Se trata de un material cada vez más usado en los últimos años en distintas expresiones artísticas, no solo por sus cualidades sino por la posibilidad de ayudar así a evitar la degradación del medioambiente y, en ese sentido, "es ética y moralmente necesario usar siempre plástico desechado, no comprar nuevo".
Peche combina en su trabajo su preocupación por la Naturaleza con las tecnologías digitales, lo que le permite obtener fotografías que documentan la realidad y también imágenes virtuales que "juegan con lo aparente y lo real", así como "el tránsito del orden y el caos universal".
En sus series fotográficas de mayor repercusión internacional, como "Entropy" o "Deep Entropy", estudia la relación del ser humano con la Naturaleza, reflexionando sobre "el deseo de controlar y ordenar el caos que aparentemente nos envuelve".
De esta manera, es capaz de construir posibles y devastadores escenarios con el fin de concienciar y sensibilizar, lo que permite "servir al ecologismo e incitar a las personas a imaginar soluciones" contra el deterioro ambiental.
Hija de veterinario y cazador, Peche confiesa haber vivido "desde pequeña en la dicotomía entre vida urbana y naturaleza salvaje, de la cual disfrutaba a menudo" y le ayudó a despertar a la necesidad por cuidarla.
"Las salidas al campo y al mar marcaron las discusiones con mi padre en la adolescencia, en una época en la que, mientras los hombres iban de cacería, las mujeres se quedaban cocinando y dejaban a los niños sueltos y libres el día entero en el campo, sin pantallas ni wifi", ha explicado esta artista como origen de su interés por la experimentación y observación de la naturaleza.
En su opinión, el ser humano no solo se inspira en la forma y estructura interna de la Naturaleza para ordenar su existencia sino que "se las apropia y manipula..., y es este deseo depredador el que ha desconectado a la humanidad de la realidad, de su propia existencia y conservación".
Por ello, en sus obras "juego irónicamente sobre nuestra creciente incapacidad para separar realidad y ficción."
El ecologismo surge como "consecuencia directa de nuestro comportamiento como personas y la relación de desconexión con el medio natural", un conflicto que la artista quiere ayudar a resolver aprovechándolo como tema de sus obras "en un deseo de sanar este mundo natural herido por la huella humana."
Peche ha asegurado que "la única salida para esta decadencia será fruto de una convergencia de tecnología, ciencia, economía y humanidades en general" porque "solo mirando el problema desde múltiples prismas será posible encontrar soluciones eficaces".
Mientras tanto, la fotógrafa apuesta por "conectar a la sociedad con el amor y el respeto hacia nuestro entorno natural a través, entre otras cosas, de la educación".
En ese sentido, es de la opinión de que "los niños deberían pasar más tiempo en entornos naturales" para comprender mejor el entorno ambiental.
Además, "todos debemos responsabilizarnos de nuestra huella" medioambiental, "desde las grandes compañías al individuo en particular".
Para quienes creen que no poseen poder para enfrentar a las grandes corporaciones con comportamientos ética y ambientalmente dudosos, ha recordado finalmente que "como consumidores tenemos el poder de presionarlas cambiando nuestros hábitos de consumo."
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