La feria Art Cologne, la más antigua del mundo, abrirá sus puertas mañana en la ciudad alemana de Colonia con obras de gran formato del artista chino Ai Weiwei y del estadounidense Joel Shapiro, entre las piezas más destacadas de esta edición.
Una serie de fotografías del activista chino, el más cotizado artista del momento del ámbito asiático, forman parte de la oferta de esta feria de arte del oeste de Alemania a la que concurren 200 galerías de todo el mundo, informa Efe.
Entre esas imágenes se encuentra el ramo de flores que todas las mañanas coloca el artista en la cesta de su bicicleta, ante su taller en Pekín, en protesta por la prohibición a viajar al extranjero impuesta por las autoridades chinas.
Ai Weiwei ha convertido los intentos por silenciarlo en objeto de arte, como muestra la gran retrospectiva inaugurada la pasada semana en el Martin Gropius Bau de Berlín, centrada en la producción surgida de su periodo de reclusión y posterior arresto domiciliario, decretado por la Justicia china debido a sus críticas al régimen.
Del estadounidense Shapiro se presentan en Art Cologne tres esculturas de bronce, también de grandes dimensiones.
La presente edición de la feria de Colonia reúne piezas de los llamados clásicos modernos del siglo XX, así como de artistas de la postguerra alemana y representantes de la vanguardia contemporánea.
Entre los grandes nombres presentes en el recinto ferial están, por parte alemana, Ernst Ludwig Kirchner, George Grosz y Otto Dix.
Art Cologne, que permanecerá abierta hasta el próximo domingo, es la más antigua entre las grandes ferias de arte internacionales y se fundó en 1967, entonces bajo la denominación de "Kunstmarkt Köln 67".
La iniciativa fundacional partió de dos galeristas coloneses -Hein Stünke y Rudolf Zwirner-, quienes tras los años más difíciles de la postguerra pretendieron revitalizar como nueva gran cita del sector a la feria de Colonia, ciudad vecina a la entonces capital federal, Bonn.
Su directa rival era París, donde se concentraba buena parte del mercado artístico continental -comparable a lo que significa Nueva York del otro lado del Atlántico-, mientras que Alemania seguía sin recuperar el vigor perdido tras la II Guerra Mundial.
A Colonia, en el populoso "Land" de Renania del Norte-Westfalia (oeste), se la identificaba con el espíritu industrial y minero de la Cuenca del Ruhr, más que como metrópolis artística, pero los mencionados galeristas lograron consolidarla como plaza centroeuropea.
Art Cologne ha tenido que hacer frente a la dura competencia de otras rivales europeas, como la feria de Basilea (Suiza), pero se mantiene como la mayor de Alemania pese a la rivalidad resurgida en los últimos años en Berlín.
A modo de innovación, Art Cologne presenta un apartado especial dedicado al cine y al arte audiovisual, que hasta ahora había tenido una presencia más bien residual en la feria.