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sábado, 19 de abril de 2014

LAS MENINAS DE VELÁZQUEZ




Esta lámina nos muestra uno de los cuadros más impresionantes de la historia de la pintura: las Meninas. Se conserva en el Museo del Prado pero originalmente estuvo emplazado en el casi inaccesible despacho del rey Felipe IV en el palacio real de los Austrias, el Alcázar de Madrid. Su AUTOR es el “pintor de pintores” DIEGO RODRÍGUEZ DE SILVA VELÁZQUEZ (1599-1660). Nacido en Sevilla, la ciudad más rica y culta de España en aquella época, de padre de origen portugués, se educó en casa del pintor y teórico del arte Francisco Pacheco, con cuya hija contrajo matrimonio. Las primeras obras de su juventud demuestran un enorme interés por el naturalismo y el tenebrismo de influencias caravaggistas. Se trasladó a Madrid en 1623 donde pronto tendría éxito en la corte del rey Felipe IV, que será su principal mecenas. El atento estudio de las pinturas de las colecciones reales influirá de forma determinante en su pintura. Viajó a Italia en dos ocasiones donde entró en contacto con el arte grecorromano, renacentista y barroco. Se granjeó cargos importantes en la Corte: fue nombrado Pintor del Rey, así como agente artístico ya que compraba obras de arte para la colección real en sus viajes a Italia. También fue diseñador de espacios interiores y aposentador real. Según los catálogos más autorizados, realizó unas 130 obras, aunque se le atribuyen más de 400. En su producción pictórica encontramos bodegones, algún paisaje –como Villa Medici-, pinturas religiosas –como su impactante Cristo Crucificado-, obras mitológicas –la Venus del espejo, las hilanderas, los borrachos- y por supuesto, retratos. Fue fiel al naturalismo que aplicará tanto a las personas reales como a los temas populares o mitológicos pero deja traslucir su profundo conocimiento del arte y la cultura clásica. Es, en definitiva, el máximo representante de la pintura barroca, un genio del Siglo de Oro de la cultura española. -CRONOLÓGICAMENTE cabe fechar esta obra en 1656. Estilísticamente es una obra plenamente barroca.


-Por lo que se refiere al COMITENTE de esta pintura fue el rey de España perteneciente a la dinastía de los Austrias o Habsburgo, Felipe IV(1605-1665). Denominado el Rey Planeta, fue un gran mecenas de las artes con una voraz afición por la pintura y su coleccionismo así como por el teatro y la poesía. Mantuvo una cordial relación con su artista favorito, Velázquez. Su hijo Carlos II el Hechizado, el último rey de la dinastía de los Austrias en España, será su sucesor en el trono.
-El cuadro que analizamos es de gran tamaño y está realizado con la técnica del óleo. Ha sufrido diversas denominaciones a lo largo de la historia. El TÍTULO de la obra en su día fue la familia de Felipe IV,y fue conocida durante siglos como la familia, o simplemente, las Meninas (desde el siglo XIX). El término menina es de origen portugués y significa mi niña o muchachita. En la Corte española las meninas eran las damas de familia noble que servían a las Reinas o a los niños de la familia real.


-El TEMA que muestra esta pintura y su interpretación ha suscitado amplios debates entre los historiadores. Es una obra polisémica, de gran complejidad y originalidad sujeta a muchas lecturas. En principio, es un retrato áulico ya que representa a la que estaba llamada a ser heredera al trono español, la infanta Margarita y a sus padres, los Reyes. Estos últimos no ocupan el espacio central de la obra sino que aparecen reflejados en un espejo al fondo de la estancia. Es pues un retrato colectivo “de aparato” pero, es también una íntima “escena de conversación” , como las que prodigaban en la pintura del norte de Europa. A todo esto se une, la cuestión del artista en su taller, en este caso, es un autorretrato del propio Velázquez en actitud de pintar un cuadro de grandes dimensiones del que sólo vemos el envés.
-Los retratos áulicos- a mayor gloria de los representados- son habituales en el arte. Así, podemos considerar que los ANTECEDENTES de las Meninas en cuanto a este género podrían rastrearse sobre todo en el Renacimiento, en los retratos “de aparato” de los monarcas de la casa de Austria como Carlos V o Felipe II y sus respectivos familiares realizados por pintores de la talla de Tiziano, Antonio Moro, Sánchez Coello o Sofonisba Anguisola. En la configuración del retrato regio renacentista español, caracterizado por el detallismo y la captación psicológica, Antonio Moro y Sánchez Coello fueron sus principales formuladores e influirían en Velázquez como en otros pintores barrocos españoles.

Varios ejemplos de retratos áulicos:La emperatriz Isabel de Portugal, por Tiziano, 1548; el rey Felipe II, por Antonio Moro, 1557; La infanta Isabel Clara Eugenia por Sánchez Coello, c. 1570; el príncipe don Carlos por Sánchez Coello, c. 1557
Lo que no es habitual, y en esto Velázquez es un gran innovador, es la forma de plantear este representación como un complejo juego conceptual barroco. Por lo demás, la técnica de Velázquez es absolutamente deudora de Tiziano . Tampoco hay que dejar de citar la influencia de su maestro y suegro, el pintor y teóricoFrancisco Pacheco, figura clave en la vida de Velázquez. Finalmente la presencia de un misterioso espejo en el cuadro, tiene un antecedente muy claro en ese prodigio de la pintura flamenca del siglo XV: el retrato del matrimonio Arnolfini deJan Van Eyck.

-La escena del cuadro las Meninas se desarrolla en un marco arquitectónico muy definido: es una estancia del Alcázar de Madrid que hace las veces de taller del pintor. Aparecen en la obra once personajes, casi todos lujosamente vestidos según la moda barroca. También encontramos un somnoliento mastín. Las figuras, realizadas bajo parámetros naturalistas, se integran en el espacio de forma nítida o borrosa, en una sucesión de profundos planos.

-En primer término, a la izquierda y delante de un gran lienzo, encontramos el sorpresivo autorretrato del pintor Velázquez vestido de negro, con mangas acuchilladas de seda blanca y portando en el pecho la cruz de la Orden de Santiago, aunque por aquellas fechas todavía no era Caballero de esa orden.

De pie, mantiene en una mano la paleta y en otra, el pincel, en actitud pensativa. Representarse de esta forma era una manera de ennoblecerse él y su pintura. Está trabajando rodeado de diversos personajes de la Corte. Los Reyes, Felipe IV y su esposa Mariana de Austria, se reflejan en un espejo detrás del pintor. Es una interpretación bastante aceptada el pensar que Velázquez está realizando un retrato de los monarcas, que están posando "fuera del cuadro", en el lugar donde se halla el espectador. En un momento dado, entra en el taller del artista, la infanta Margarita seguida de su atento séquito. Otra hipótesis podría ser que Velázquez está realizando un retrato a la infanta Margarita y los Reyes acuden a visitarla. Sea como fuere, la escena está presidida por esta infanta, la primogénita de los reyes, de cinco años de edad. Fue la persona de la familia real más retratada por Velázquez. Está flanqueada por dos meninas en actitud reverente. A la izquierda, la menina María Agustina Sarmiento, que le ofrece protocolariamente un pequeño búcaro con agua sobre una bandeja. Y a la derecha, la menina, Isabel de Velasco. Inmediatamente después, encontramos a dos bufones enanos: Maribárbola y Nicolasito Pertusato, que parece un niño y está golpeando con su pie al tranquilo mastín.



Doña Marcela de Ulloa se halla detrás de doña Isabel. Es la “guardadamas” y va vestida con una toca de viuda. Del otro personaje que está a su lado, medio en penumbra, desconocemos su identidad.
-Al fondo del cuadro, en la parte luminosa, atravesando el pasillo con la puerta abierta encontramos al aposentador de la reina, José Nieto , del que no sabemos si entra o sale. Por encima del espejo en el que se reflejan los reyes hay dos cuadros, un tanto borrosos, de tema mitológico alusivos a la nobleza de la pintura.
-La composición es pura escenografía barroca. Los personajes aparecen distribuidos en un punto de vista único y frontal, en un juego de ejes, frontales y trasversales ocupando la parte inferior del cuadro. Las figuras parecen conversar y hay cruces de miradas. El orden compositivo es ondulante, de izquierda a derecha. Es una composición abierta, donde el espectador es figura clave de la misma. Especialmente parecen observarnos, Maribárbola y Velázquez.
-Por lo que se refiere al tratamiento de la luz, es espectacular. Hay dos grandes focos de luz. Uno procede desde la primera ventana de la derecha e incide en la infanta que parece flotar. Las figuras de segundo plano quedan en semipenumbra, mientras que en la parte del fondo encontramos un nuevo foco de luz, impactando sobre el aposentador que recorta su silueta sobre la escalera.


-La pincelada empleada por Velázquez es muy suelta, vibrante y pastosa, claramente tizianesca. Pintaba “alla prima”, es decir, sin casi esbozo previo, aplicando el color directamente, espontáneamente y muy rápido. Produce, así, una sensación de abocetamiento y verismo prodigioso que anticipa la pintura impresionista. Pinta capas tan finas, que en ocasiones nos permite apreciar la propia urdimbre del lienzo.
-Predominan los colores matizados, los medios tonos blancos, plateados, ocres, azules con notas de color rosáceo, negro o rojo.
-El dominio de la perspectiva en Las Meninas es magistral, tanto de la perspectivalineal, cuyo punto de fuga se sitúa en el aposentador, como en la aérea, ya que consigue representar el aire, la sensación atmosférica que rodea a cada uno de los personajes y difumina sus contornos. La sensación de volumen y espacio está plenamente conseguido.
-Podemos realizar varias interpretaciones sobre la FUNCIÓN o FINALIDAD de este lienzo. Como buena obra barroca, esta pintura esconde varios mensajes que únicamente el público más culto y avezado de la Corte podía captar. En primer lugar, es evidente que nos encontramos ante un retrato profano, cortesano, a mayor gloria de la monarquía hispánica centrada en este caso en la infanta Margarita, figura central de la pintura. Sería pues una finalidad política, en defensa de una dinastía que por aquel entonces estaba en franco declive. De acuerdo a esta situación, algunos sugieren que el reflejo de los reyes en el espejo es un símbolo de apoyo o ejemplo que la infanta ha de tener en cuenta para su futuro. Finalmente, ella no heredó el trono pues Felipe IV llegó a tener un heredero varón (Carlos II, el Hechizado).
-En segundo lugar, Velázquez con esta obra pretende reivindicar el papel del artista y su posición social, enfatizar el carácter intelectual de la pintura –“cosa mentale” como recordaba Leonardo, y subrayar su grandeza y nobleza, muy superior a las obras de artesanía. Y no es de extrañar, ya que en aquella época, la pintura era subestimada como una profesión sujeta a impuestos, como los zapateros y todos los demás artesanos. Esto no ocurría en Italia, donde los pintores eran tratados como creadores cultos. Velázquez querría proclamar la nobleza de su arte cometiendo una "osadía": se incluyó a sí mismo en un retrato de la familia real, ocupando un puesto destacado y relegando a los reyes a una imagen diminuta. Pero hay que precisar que la presencia de los reyes no es "real", sino un reflejo; los reyes están en la sala con el pintor, pero no a su lado sino a cierta distancia. De este modo, sin violentar el protocolo, Velázquez alardea de su posición en la Corte y reclama para la profesión de pintor un tratamiento acorde como servidor del rey.
-Finalmente, podríamos argüir una tercera finalidad: crear una obra estupefacienteque subrayara la supremacía de este pintor sobre el resto de los artistas de su época. Epatar, sorprender, maravillar: puro barroco.
-Por lo que se refiere a los CONSECUENTES de esta obra, hemos de ponerla en relación con otras pinturas de Velázquez como la Venus del espejo o las Hilanderas. Como señaló Julián Gállego, en Madrid fue conocido como mucho por cien personas, fue un gran incomprendido y apenas dejó discípulos, si acaso su yernoJuan Bautista Martínez de Mazo.

La familia del pintor, de Juan Bautista Martínez de Mazo,1665 y la infanta Margarita de Austria, 1666, también obra de Martínez de Mazo.


El aspecto de inacabado era advertido en los cuadros de Velázquez y por ello era criticado ya que se llegaba a señalar que no sabía pintar. Sea como fuere, la influencia de las Meninas ha sido muy profunda en los artistas a través de los siglos, desde el barroco hasta la actualidad.

Goya: la familia de Carlos IV (1800), y La familia del infante don Luis (1784)



La influencia de Velázquez en el “padre” del impresionismo, Edouard Manet fue determinante. Un ejemplo, Bar en el Folies-Bergère (1881-82)


Sintetizando mucho, podemos destacar su huella especialmente profunda en Goya–recordemos su familia de Carlos IV- y en el pintor francés Edouard Manet- siendo un precedente del Impresionismo. Ha sido reinterpretada por muchos artistas como por ejemplo Sargent, Sorolla, el Equipo Crónica, Dalí o Picasso. También ha sido fuente de inspiración para poetas, novelistas y dramaturgos así como filósofos.


El artista en su estudio, James Abbott McNeill Whistler,1865; Las hijas de Edward Darley Boit de John Singer Sargent, 1882;la niña María Figueroa vestida de menina,1901, de Sorolla


Las Meninas de Picasso


Del Equipo Crónica hay innumerables ejemplos realizados bajo la inspiración de las Meninas (a partir de los años 70 del siglo XX): La salita; la amenaza; y de Manolo Valdés, las meninas


Las Meninas también han inspirado a Dalí; a Botero y a Richard Hamilton, este último con su obra las Meninas de Picasso
Las MENINAS y los ilustradores gráficos

Las meninas según Francisco Ibañez. Y dos geniales interpretaciones de Mingote: “Hay días en que no se le ocurre a uno nada” y “las meninas”


Las Meninas se han convertido en un reclamo publicitario. De la alta cultura han pasado a ser cultura popular en forma de recuerdos para turistas osouvenirs.








-La SIGNIFICACIÓN HISTÓRICA de este lienzo que el pintor barroco italiano Luca Giordano definió como la “teología de la pintura”, viene dada por ser una de las obras capitales de la pintura de todos los tiempos. Símbolo de la cultura española y del arte universal, su fortuna crítica, sin embargo ha sido oscilante. Durante la Ilustración (siglo XVIII) fue muy elogiada pero no fue hasta el siglo XIX cuando alcanzó pleno reconocimiento internacional. El reconocimiento de Velázquez en ese siglo iría en paralelo a la justa valoración de las Meninas. Por lo demás, recordemos que en la valoración de la pintura de la escuela española fue fundamental el impacto de la Guerra de la Independencia contra los franceses que expoliaron y compraron a placer piezas esenciales de la pintura barroca española, dándola así a conocer. Hasta entonces había sido tenida como un mero apéndice de la pintura napolitana. Muchas de esas piezas de Velázquez , Murillo, Zurbarán o Ribera, pasarían a engrosar los fondos de la Galería del rey francés Luis Felipe de Orleáns, haciendo las delicias, de entre otros, los futuros pintores impresionistas, con Edouard Manet a la cabeza.
-Sobre el ESTADO DE CONSERVACIÓN hay que señalar que es excelente. Fue restaurado en 1984 bajo la dirección de John Brealey, experto del Museo Metropolitan de Nueva York.
-En CONCLUSIÓN, las Meninas es una obra maestra y con seguridad, la pintura más importante que realizó Velázquez. Es a la vez es el mejor ejemplo del ilusionismo barroco que nos esconde su verdadero significado de manera que nos seguimos preguntando como lo hizo Théophile Gautier en 1882 "¿Dónde está el cuadro?".

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