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lunes, 30 de junio de 2014

Cómo ven los daltónicos las obras de arte

Fragmento de "La Coiffure", de Edgar Degas
Explosión de ocres: la obra "La Coiffure" de Edgar Degas, que participa de la muestra Making Colour.
En su última exhibición la National Gallery de Londres examina cómo generaciones de pintores han creado y usado los colores. Pero, ¿cómo las personas con daltonismo miran el arte?

Los visitantes de la exposición Making Colour (Creando colores), que abrió esta semana en Londres, pueden recrear sus ojos con las ricas tonalidades del lapizlázuli, bermellón y cardenillo.

En la exhibición de la National Gallery las pinturas incluyen una sala azul con el "Lavacourt bajo la nieve" de Monet (1878-81) y –en la habitación roja- "La Coiffure" de Edgar Degas de 1896.
Pero para cualquiera que tenga una deficiencia de visión de color, conocida como daltonismo, el rojo intenso que domina el trabajo de Degas puede que se vea distinto.

Conos

El tema de los daltónicos se trata en una parte interactiva de la exhibición destinada a la ciencia detrás de la visión del color.
La retina, en la parte de atrás del ojo, contiene sensores de luz llamados conos. Los tres tipos de conos –rojo, verde y azul- son estimulados por distintas ondas de luz.
La mayoría de los daltónicos tienen tres tipos de conos, pero éstos son sensibles a una parte diferente del espectro.
Fragmento de "Lavacourt bajo la nieve", de Claude Monet
"Lavacourt bajo la nieve", de Claude Monet también es parte de la exhibición.

Un nuevo Degas

Joseph Padfield, un científico del área de conservación de la National Gallery, es uno de los expertos que concibió la muestra interactiva.

Utiliza tecnología de punta de LED para replicar las distintas condiciones de luz que pueden cambiar la forma en que el cerebro percibe el color.
Los rojos en el trabajo de Degas pueden verse más vívidos al cambiar los colores que rodean la obra de arte.
"La razón por la cual casi podemos hacer que baile la pintura se debe a que no todos los pigmentos rojos son iguales", explica Padfield. "Pero bajo ciertas condiciones de luz, todos (los pigmentos) se verán igual, incluso para las personas con una visión normal de color".
Según la organización británica Colour Blind Awareness, el daltonismo afecta a aproximadamente 1 de cada 12 hombres (8%) y 1 de cada 200 mujeres en el mundo.

La mayoría de las personas hereda la deficiencia de color de su madre, aunque hay quienes desarrollan el daltonismo tras una enfermedad, con la edad o por efecto de algún medicamento.
La mayoría de los daltónicos todavía ven un mundo vibrante de color. La forma más común es en la que se confunde el rojo con el verde. Pero, ¿importa que no vean las obras de arte exactamente igual que los demás?

Fragmento de "Ladera en Provenza", de Paul Cezanne

"Ladera en Provenza", de Paul Cezanne, también forma parte de la muestra.

Cuestión de percepción

"El arte es sobre gustos individuales", señala Kathryn Albany-Ward, fundadora de Colour Blind Awareness. "Todo el mundo conoce a alguien que es daltónico y cree que lo llevan bien".
Lo que a ella le preocupa es que la falta de conocimiento sobre el trastorno en los colegios puede llevar a que los niños con esta deficiencia se sientan inseguros en clase, especialmente cuando se trate de arte.
"Lima Rose", de Justin Robertson
"Lima Rose", de Justin Robertson, ilustra cómo el artista daltónico evitaba el color.
"Si no tienen sus crayones marcados con el color correcto, puede que coloreen una parte del cielo en azul, y otra en púrpura. Son ese tipo de cosas que hace que le dé vergüenza a la gente. Los niños en la escuela pueden ser motivo de risas y ello los puede alejar del arte".
Un hombre daltónico que no le dio la espalda al arte es el Justin Robertson, quien vive en Escocia. Lleva 10 años viviendo de sus creaciones de arte pop, pero admite que sus primeros años trabajó en blanco y negro debido a la inseguridad que sentía respecto al color.
Los colores con los que tiene problemas son el rojo, el marrón, el azúl, el púrpura, el verde y el amarillo. "Hace unos tres años empecé a experimentar con tonalidades de piel", cuenta. "Todavía me equivoco. El año pasado hice una pintura de Paul Weller, pensé que tenía la tonalidad de la piel y resultó que era verde".
Jim Morrison y Bonnie Scotland
Estas obras de Justin Robertson muestran cómo comenzó a pasar de colores constrastantes a unos más naturales.
Su tutor de arte en la universidad lo motivó a usar el daltonismo a su favor.
"Con los años ha sido duro, no poder ofrecer a los clientes retratos en color ha sido una desventaja, pero ahora eso ha cambiado y puedo ofrecer el mismo servicio que otros artistas", agrega.
Pero tal y como lo explican los expertos en la National Gallery, no se debería considerar que las personas con daltonismo tengan una deficiencia de color. Sencillamente "ven el mundo distinto", con otros ojos.

Fuente

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