Lu Jianjun nació en un pequeño pueblo de China en 1960, momento, en el que una hambruna espectacular se llevó por delante a un tercio de la población. Milagrosamente, aquel bebé se salvó y unos años después comenzó a dibujar demostrando tener, ya, un gran talento.
Años después, se licenció en la Universidad de Arte de Shandong, consiguiendo, posteriormente, un puesto como profesor en la Academia de Pintura de la misma ciudad. En los años 90' ganó varios premios de Arte y su obra entró en la colección del Museo Nacional del país.
Creció escuchando las historias de sus mayores sobre la legendaria cultura china que le influyeron absolutamente a la hora de llevar a cabo sus creaciones. Se dice que tiene un conocimiento total de las figuras del academicismo ruso, entre ellos, Ilya Repin y sus contemporáneos. Durante más de 20 años, ha estado estudiando a los grandes maestros de la pintura. Sin embargo, sus modelos, ropas y atmósferas pertenecen, sin duda alguna, a la milenaria tradición de su país.
Ilya Repin: Ataman Serko, 1889
En su primera exposición, en 1999, en Estados Unidos, todas las pinturas presentadas por él, fueron vendidas el primer día. Al año siguiente firma un contrato en exclusiva con la Galería Weistein organizando su segunda exposición, en la que, el éxito fue total una vez más, convirtiéndose en un pintor de gran popularidad. Actualmente, vive en California con su familia.
La base de su pintura, tal como él reconoce, es la simetría. Para él, sin simetría, el mundo caería en el caos. Y es cierto: en sus retratos de muchachas, vestidas a la manera imperial, domina lo simétrico, lo equilibrado, la placidez. Su arte es, por tanto, quietud, dignidad , pureza, sensualidad, pero sobre todo es belleza y sensibilidad. Las actitudes, las poses, las telas, los colores......nos retrotraen a un mundo pasado.
El descubrimiento de este artista está intimamente ligado al visionado, y no sé cuántas veces van ya, de " El Último Emperador" de Bernardo Bertolucci, una película que me fascina. La música a cargo de Ryuichi Sakamoto y David Byrne es maravillosa, el vestuario, los ambientes, la fotografía de Vittorio Storaro........
Más allá del preciosismo y de la estética que Bertolucci vierte en ella, es interesante porque muestra la vida del último emperador chino Pu-Yi: la evolución del Imperio milenario que desaparece y se convierte en República, la plasmación del Imperialismo Japonés y la conversión de Pu Yi en un emperador títere de la rica provincia de Manchuria, que bajo la égida de Japón, es Manchukuo. Bertolucci introduce imágenes y vídeos documentales ( muy pocos pero suficientes) sobre las atrocidades cometidas por los nipones en China, la llegada de Mao y su confinamiento en un centro de reeducación....y el término de sus días como un simple jardinero. Es la caída de un mundo milenario. John Lone y la bellísima Joan Chen hacen un gran trabajo como emperador y emperatriz consorte, respectivamente. En la realidad, la mujer se llamó Wan Rong y encontré una fotografía de ella. Lu Jianjun la reinterpreta.
Wan Rong
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