CECILIA VALDÉS URRUTIA
Artes y Letras
El Mercurio
Las principales ferias del arte se acercan cada vez más a ciertas prácticas de las bienales e incluso de museos y marcan pauta en ello, más allá de lo comercial. El fenómeno de Art Basel Miami -a diez días de una nueva versión- junto con la llegada a Nueva York de la más importante Feria Europea de Bellas Artes, Tefaf, abren nuevas rutas.
Un tranque transparente relleno con aceite de maní amarillo, en el que gira lentamente un ventilador, de Eric Baudart -hecho para sobrecoger al espectador-, es una de las 20 instalaciones que estarán en Collins Park, en homenaje a David Bowie. La obra se inspira en su tema "Ground control", desde donde los artistas participantes imaginaron nuevas formas de espacios psíquicos, físicos o sociales.
Habrá piezas de otros grandes como Sol LeWitt y Magdalena Abakanowicz. Y durante la noche de apertura de Art Basel Miami -el 30 de noviembre-, en el mismo parque, el artista David Balua preparará una infusión, los músicos beberán de ella y junto a los asistentes interpretarán sonidos en bronce similares a los emitidos por el hombre. En otro extremo de la plaza, Naama Tsabar coordinará un campo escultórico de músicos que crearán un campo sonoro musical denso. Y Lady Bunny (1962) transformará la rotonda de la Collins Avenue en una "discoteca teatral", en tributo a Bowie.
Ello conformará una de las secciones de Art Basel Miami 2016, tal vez la más lúdica y experimental. Pero hay más, junto con la participación central de cerca de 300 galerías internacionales. Se anuncian "muestras meticulosamente curadas, con obras especiales". Y se reeditan dos esperados capítulos: el dedicado a valores emergentes y el que exhibirá ambiciosos proyectos de arte históricos.
Proyectos con curatoría
Las nuevas secciones que viene presentando Art Basel -más allá de lo comercial- sirven de precedente a otros encuentros internacionales, incluyendo la feria Ch.ACO (que este año inauguró una exposición sobre paisaje). Y seducen a nuevos públicos, como el capítulo "Kabinet" de Basel Miami, con 29 muestras realizadas con una estricta curatoría.
Una de las instalaciones más singulares allí será la de Irena Haiduk, con una confitería que vende golosinas auténticas de los Balcanes. Esa tienda, "Kras Candies" , ha fabricado dulces para cada régimen político, desde el Imperio Austro-Húngaro, pasando por la Yugoslavia comunista, hasta el capitalismo de transición de la posguerra. "La tienda ofrecerá confites que reflejan las diversas golosinas preferidas por cada régimen", adelanta Haiduk.
Un punto alto será la muestra de dibujos, fotografías, objetos e impresos del surrealista Man Ray (1890-1976). Se exhibirán también obras recientes del premiado colectivo Allora & Calzadilla, representantes de Estados Unidos en la Bienal de Arte de Venecia 2012.
Otra sección muy valorada por directores de museos y fundaciones de arte es la de proyectos históricos de un gran artista. Este año exponen a Giorgio Morandi, con pinturas, dibujos y acuarelas originales del autor de un lenguaje plástico sintético, esencialmente minimalista.
También llega una muestra de El-Salahi (1930), con obras hechas luego de salir de su encarcelamiento. Es considerado un gran artista que incorpora la tradición del cubismo, del surrealismo, la iconografía musulmana y caligrafía árabe; fue el primer creador africano en tener una retrospectiva en la Tate Modern. En tanto, los decollages de Mimmo Rotella (1918-2006) y las pinturas tempranas de David Rees, junto a un largometraje inspirado en un western de John Wayne, se suman a las exposiciones de la historia reciente.
"Nova" es otra sección muy esperada, en Basel Miami, donde se observan nuevas tendencias: presentan a valores emergentes de estos últimos tres años, con trabajos recién salidos de sus talleres.
Polo de irradiación: chilenos presentes
La calidad y variedad de las propuestas, junto a los expositores, atraen a un público cada vez más amplio y numeroso. En 2014, Art Basel Miami superó los 53 mil visitantes y el año pasado alcanzaron los 77 mil asistentes. Y es que allí se realizan ambiciosas y también razonables transacciones: en 2015 se vendió desde un óleo de Francis Bacon, en 15 millones de dólares, o el "Busto con sombrero", obra de Picasso, a un precio inicial de 10 millones de dólares, hasta obra impresa a mil dólares y menos.
La gravitación de la sucursal de Art Basel, en Miami, ha llevado a instalarse a más de 20 ferias satélite alrededor de ella, como Untitled y Scope, entre muchas. Una de esas feria es montada, incluso en grandes carpas sobre la playa (no por ello de menos interés). Fenómeno que llega también a Chile.
Algunas galerías nacionales ya han participado en Miami, este año Isabel Aninat es prácticamente la única: "Voy a Untitled, la más importante después de Basel, y lo haremos con tres artistas chilenos: Paula de Solminihac, Pedro Tyler y Manuela Viera-Gallo, además de una cubana", cuenta a Artes y Letras.
La directora ejecutiva de la feria Ch.ACO, Elodie Fulton, va especialmente "para establecer redes para la feria y atraer a más coleccionistas. Es importante difundir el arte chileno". María Elena Comandari, en tanto, acude ahora "para obtener ideas y contactos para Sísmica", una nueva marca sectorial de arte (apoyada por ProChile) que reúne a varias galerías y a una asociación de artistas.
Por su parte, Patricia Ready cuenta que asistirá, aunque adelanta que "el próximo año queremos presentarnos allí como galería". Varios también son los coleccionistas y artistas nacionales que preparan sus maletas. Es el caso de la escultora y pintora María Soledad Chadwick, quien participa actualmente en dos colectivas en Santiago: "Me interesa aprender más sobre el funcionamiento de ese mundo; ponerme al día, en terreno, con lo que están haciendo algunos de los artistas de más interés, y ver a los emergentes. Asimismo, voy a observar si me convendría exponer", comenta a "Artes y Letras". Algo similar opina la artista visual Denise Blanchard.
Pero esta ola de la gran feria de arte ha llegado también a Nueva York, el mayor centro del mercado del arte, que no contaba con las principales ferias del mundo europeas -Basel y Tefaf-. Ello, hasta hace tres semanas, cuando desembarcó una sucursal de la Feria Europea de Bellas Artes (ver recuadro). Hecho que marca un hito en Estados Unidos, al contar ahora con las dos más prestigiosas ferias, hoy más cercanas a Latinoamérica, y referentes para los museos y el patrimonio cultural mundial.
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