Apasionado por el dibujo, Albert Marquet fue a París en 1890, a la edad de quince años. Ingresó a la Escuela Nacional de Artes Decorativas en 1892, donde conoció a Matisse, quien se hizo amigo íntimo y lo seguirá siendo.
De 1895 a 1899, Marquet se unió a la Ecole des Beaux-Arts y frecuentó el estudio de Gustave Moreau en 1897. En 1900, Marquet y Matisse trabajaron juntos para decorar el Grand Palais para la Exposición Universal de París. Las primeras pinturas de Marquet de este período están fuertemente influenciadas por los grandes felinos. En 1901, participó en el Salon des Indépendants presentando diez pinturas.
En 1905, expuso con el grupo de Matisse, Derain y Vlaminck en el Salon d'Automne. Él comienza su serie de vistas en el muelle el mismo año. En 1907, hizo su primera exposición personal en la Galería Druet. Hace muchos viajes, incluso a Argel, donde se casa con su esposa, y expone en muchos países. Visitó Alemania, Holanda, África del Norte, Rusia y Escandinavia.
Entre 1940 y 1945, queriendo huir de la invasión alemana, se trasladó a Argel y no regresó a París hasta 1945.
Albert Marquet era un maestro del paisaje con una mirada sensible. Amigo de Matisse y Derain, ha preservado, de su período salvaje, el sentido del color y la luz. Pintó París y sus alrededores, los puentes del Sena, las calles iluminadas por la noche, París bajo la nieve o bajo un sol abrasador. Forma parte de la generación del postimpresionismo que, a principios del siglo XX, inventa una nueva estética. Así, en 1905, participó en la exposición "Fauves", que se escandalizó por una visión brutal de las formas y los colores. Más tarde abandona de esta manera la búsqueda de una armonía tonal.
Uno de sus temas favoritos es la representación del Sena y los muelles, en diferentes momentos del día y las diferentes estaciones, mostrando en particular el interés del artista por los ambientes grises, lluviosos y misteriosos.
De 1919 a 1939 permaneció, entre otros, en Poissy, Triel y Méricourt, donde pintó paisajes del Sena.
A principios de 1939 se instaló en La Frette-sur-Seine. Aquí es donde pintó a su esposa cosiendo (Interior Frette) y su amigo Desnoyer pintando (The Workshop Fret).
Albert Marquet desarrolló su propio estilo, influenciado por varias impresiones sentidas durante sus viajes. Utilizaba colores puros y le gustaba pintar el reflejo de la luz en el agua. Su pintura continúa la tradición del Impresionismo. Debido a sus viajes, las escenas portuarias fueron un tema muy importante en su trabajo.
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