Reisha Perlmutter es una artista nacida en Naples, Florida en 1990 con sede en Nueva York. Desde que era joven Reishasabía que un día se convertiría en una artista. Primero amplió su lenguaje y proceso de pensamiento en el Bates College en Maine. Después de dos años, se trasladó a la Escuela de Arte del Instituto en Chicago, donde recibió una licenciatura en Bellas Artes, con un enfoque en la pintura. Allí fue guiada por Susanna Coffey, quien influyó mucho en su trabajo. Durante este período también tuvo una residencia de un año en Umbria, Italia. Después de la graduación, Perlmutter asistió a taller clásico de pintura francesa y cursos de dibujo en Studio Escalier en París y en el Valle del Loira. La artista obtuvo una Maestría en Bellas Artes en pintura figurativa y anatomía de la Academia de Arte de Nueva York.
Reisha Perlmutter crea unas impresionantes pinturas hiperrealistas que no dejan a nadie indiferente. Su inspiración proviene de los recuerdos de la infancia de la luz y la naturaleza, junto a su crecimiento cerca del agua. Ella convierte el pasado en experiencia actual, ayudando a los espectadores a conectarse con sus sentidos que existen fuera de la zona de confort. La iluminación con toda su omnipresente energía y complejidad evoca deliberadamente los sentimientos de la sensación y la belleza. Las obras de pintor conectan las emociones de la audiencia con lugares donde el tiempo no tiene sentido, dominando así su percepción. Las pinturas al óleo que utiliza, aportan sus propias dimensiones a las obras, dejando una cierta dosis de imperfección.
Las pinturas de Reisha recrean retratos acuáticos realistas, que muestran un autorretrato o una cara de mujer inmersa en el agua. Cada pintura representa un viaje al pasado, reviviendo los recuerdos como cuando la luz aparece en la superficie después de la lluvia, o cuando el aura dorada de la luz brilla sobre las laderas y fachadas de los edificios medievales. La serie AQUA se inspiró en sus recuerdos del Golfo de México, con los que intenta que sus sensaciones de Florida duren para siempre. A lo largo de estas pinturas, Reisha ha estado buscando crear un nuevo lenguaje que se comunique y represente una conexión con el ambiente, la biología y la fisicalidad. Por lo tanto, sus obras son en realidad un reflejo de la relación entre las personas y la naturaleza.
A través de sus pinturas, Reisha Perlmutter permite al espectador abrazar ese momento de paz y tranquilidad que se experimenta a través de la sensibilidad del agua. No importa que medios use, ella ha dominado la técnica de modo que sus composiciones parecen perfectas gracias a su asombrosa precisión en la ejecución. Su dedicación a los detalles y el fantástico uso de la luz hacen que sus obras nos inunden de paz y belleza. “Mi trabajo es acerca de cómo nos relacionamos con nuestros cuerpos y el mundo natural en el que existen. Las imágenes orgánicas y los recuerdos abstractos de mi infancia, creciendo con el océano, colorean profundamente mi trabajo.” cuenta Reisha
“En mi serie más reciente, me he centrado en las mujeres y el agua. El agua y la luz se mueven a través de estas imágenes, difuminando la separación entre el cuerpo y la naturaleza. Esta ambigüedad permite una profunda conexión con nuestros sentidos, y una conciencia de nuestros cuerpos más allá de la superficialidad. Me siento profundamente atraída por la naturaleza orgánica de la pintura al óleo; La forma en que sangra, brilla, se mueve y existe. Es un medio increíble para describir tales imágenes instintivas.”
“Estoy igualmente atraída por sus imperfecciones y su capacidad simultánea de existir como un gesto o marca pintada, así como una experiencia o memoria palpable. Yo específicamente he optado por trabajar con imágenes femeninas para hablar directamente de la relación que las mujeres tienen con sus cuerpos, y cómo elegimos definir los ideales de la feminidad. El agua nos sostiene enteramente en paz y nos permite volver a una intimidad con nuestros cuerpos. Al evitar la inclusión de los significantes culturales y la vestimenta, la relación primordial entre el cuerpo y la naturaleza sale a la superficie. Comprender nuestros cuerpos y nuestra feminidad se convierte en una historia propia; Una búsqueda íntima para conectarnos con nosotras mismas.”
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