Asegura 10 años de exposiciones
Convenio de la Tate Modern con la fábrica Hyundai
LONDRES, Inglaterra (EFE).- La Tate Modern de Londres, el museo de arte contemporáneomás visitado del mundo, se aseguró ayer una década de exposiciones en su icónica sala de turbinas, gracias a un acuerdo de patrocinio con el fabricante surcoreano de automóviles Hyundai.La Tate Modern, inaugurada en 2000 en una vieja central eléctrica enclavada en la orilla sur del Támesis, firmó un acuerdo “multimillonario” (del que no se facilitó la cifra), que se extenderá hasta 2025 y se destinará a los artistas que expongan en la sala de turbinas.
Esa codiciada sala es un espacio vertical de 35 metros de altura y 152 metros de longitud, a través del cual se entra al edificio, destinado generalmente a obras de gran tamaño y en el que han expuesto artistas como la franco estadounidense Louise Bourgeoise, el español Juan Muñoz, el anglo-indio Anish Kapoor y el danés Ólafur Eliasson. El patrocinio de Hyundai será para “seguir comisionando artistas para que hagan grandes esculturas y otras instalaciones en esta sala de turbinas”, dijo Nicholas Serota, director del Grupo Tate, que engloba cuatro museos en Reino Unido (Tate Modern, Tate Britain, Tate St Ives y Tate Liverpool).
Permitirá llenar de arte ese espacio diáfano que un día acogió turbinas y gracias a él la Tate adquirirá nueve obras del videoartista surcoreano Nam June Paik (1923-2006), cuyas creaciones ya se lucieron en las paredes de la Tate Liverpool, en esa ciudad al noroeste de Inglaterra.
La Tate Modern trabaja en un proyecto, dotado con un presupuesto de 353 millones de dólares, para ampliar en 60% su superficie de 12,000 metros cuadrados con una nueva pirámide de cristal de formas asimétricas diseñada por el estudio suizo Herzog & De Meuron.
Esos arquitectos, galardonados en 2001 con el premio Pritzker de Arquitectura, firmaron el proyecto del museo en 2000 y realizarán ahora su ampliación, que incluye la construcción de un puente interior que cruza la parte superior de la sala de turbinas, nuevo corazón del museo, y que une la vieja fábrica con el nuevo edificio.
El puente, ubicado en el cuarto piso del edificio, se abrirá al público en 2016, pero fue presentado ayer a la prensa en una visita a la que asistió la ministra británica de Cultura, Maria Miller.La sala de turbinas, el espacio más magnético de la Tate Modern, ha recibido alrededor de 60 millones de visitantes desde que se inauguró el museo, conocido por su alta chimenea que se enfrenta a la cúpula de la Catedral de San Pablo, en la orilla opuesta del Támesis.
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