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La Casa Encendida muestra el impacto de la carrera espacial y las experiencias extraterrestres en distintos artistas
Todo nació de la curiosidad, del afán del hombre por sobrepasar los límites de su propia naturaleza. Dicen los expertos que el arte influenciado por el cosmos tuvo una de sus primeras expresiones en la antigua Unión Soviética. Allí había gente convencida de poder dominar la muerte a través de la ciencia y crear una sociedad nueva e inmune. Una sociedad nueva y cada vez más numerosa, claro está, por lo que necesitaban abrirse camino hacia el espacio exterior.
La Casa Encendida muestra desde hoy una selección de todo lo que está «obsesión» espacial ha generado en el mundo del arte. Comienza con una réplica de «El astronauta caído» de Paul van Hoeydonck, que está considerada como la primera obra realizada para ser expuesta en la Luna. La teoría dice que la tripulación del Apolo 15 la colocó allí en torno al año 1971, junto a una placa con el nombre de ocho astronautas y seis cosmonautas fallecidos en distintas misiones.
Le siguen otras propuestas, como las del artista belga Panamarenko y su escultura «Arlikoop», que parece dispuesta a salir corriendo en cualquier momento. «Se ha pasado la vida ideando máquinas para volar», asegura Danielle Tilkin, comisaria de la exposición. «Tiene su lado utópico, pero también un lado basado en la ciencia», demostrando que este arte no es fruto de una alucinación, sino que va precedido de muchas horas de estudio.
La relación de estos artistas con las distintas agencias espaciales ha permitido que lleguen a nuestros días fotografías como las del alemán Thomas Struth, que muestran el interior de la lanzadera número dos deCabo Cañaveral, un territorio vetado para los curiosos. También Angelo Vermeulen expone imágenes del Proyecto Hi-Seas, por el que seis tripulantes recrearon las condiciones teóricas de Marte en el volcán Mauna Loa de Hawai durante 120 días.
Lo que no se ve
Hasta aquí dura lo visible y lo tangible de la exposición, porque el resto de salas recoge obras relacionas con el avistamiento de OVNIs y otras experiencias paranormales. Aquí tiene mucho que decir el español Robert Llimós, que asegura haber contactado con extraterrestres en Fortaleza (Brasil). De ahí nacieron esculturas como «Mujer alienígena» o pinturas como «Biubicación».
En esta misma línea –aunque de forma menos «activa»– trabaja Peter Stichbury, que ha retratado a varios testigos de la vida extraterrestre. Personas que avistaron OVNIs o que directamente interaccionaron con seres de otro planeta. Son retratos muy pop en los que aparecen rostros alicaídos, serios, afectados a fin de cuentas por algo que les ha venido grande. Mucho más amable es el alien del grupo Greatest Hits, una estatua de hielo con la que prácticamente termina la muestra, que mantiene un pulso consentido entre el arte y lo paranormal. Interesante tanto para los creyentes como para los escépticos.
Datos útiles:
Calle Ronda de Valencia, 2. Fechas: del 13 de mayo al 30 de agosto. Comisaria: Danielle Tilkin.
Fuente
http://www.abc.es www.lacasaencendida.es
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