RÍA
De 2,5 millones de euros a 600. Todo lo que puedes comprar (o no) en ARCO
En ARCO se cierran el 60% de las ventas de arte del mercado español, pero ¿es posible comprar en la feria sin dejarse el bolsillo y algunas vísceras?
En ARCO se cierran el 60% de las ventas de arte del mercado español, pero ¿es posible comprar en la feria sin dejarse el bolsillo y algunas vísceras en el camino? ¿Puede un 'fresh collector' (o coleccionista novato) convertirse en coleccionista? ¿O el arte es sólo para las élites y los ricos? Con estas preguntas en el cuaderno, nos vamos a la 35 edición de la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid.
En ARCO se cierran el 60% de las ventas de arte del mercado español, pero ¿es posible comprar en la feria sin dejarse el bolsillo y algunas vísceras?
En ARCO se cierran el 60% de las ventas de arte del mercado español, pero ¿es posible comprar en la feria sin dejarse el bolsillo y algunas vísceras en el camino? ¿Puede un 'fresh collector' (o coleccionista novato) convertirse en coleccionista? ¿O el arte es sólo para las élites y los ricos? Con estas preguntas en el cuaderno, nos vamos a la 35 edición de la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid.
Las máximas son claras. No buscamos un Miró para el baño como Juan Antonio Roca ni un Picasso como Carles Puigdemont. Tenemos tres presupuestos: hasta 1.000, 3.000 y un tope de 6.000 euros. Con la cartera ligera y apabullados ante la vasta cantidad de obras de arte que pueblan los pasillos de los pabellones 7 y 9 de Ifema, nos presentamos ante María Comas, una de las responsables de Arte Global y de First Collector, un servicio gratuito de asesoría para aficionados y primeros coleccionistas de arte patrocinado por la Fundación Banco Santander.
Lo que no te vas a poder comprar
Es como un tradición periodística saber cuáles son las obras más caras de cada edición de ARCO. Esas que no están al alcance de los bolsillos de los coleccionistas 'low cost'. Así que, primero decidimos ponernos los dientes largos e ir descartando lo que no está a nuestro alcance. Este año se lleva la palma Antonio López. Su obra 'Mujer en bañera', cuesta 2,5 millones de euros. Se puede ver en la galería Marlborough. Al lado, otra pintura suya de los años setenta cuesta 1,9 millones.
También tenemos que descartar una de las obras que más flashes y fotos de Instagram se está llevando este año: 'Random Triangle Mirror', de Anish Kapoor. Cuesta más de un millón de euros y la reservaron al poco de abrir la feria el pasado miércoles. Del mismo precio es 'Yellow Song', una escultura de bronce de tres metros de George Baselitz que ha traído a Madrid la galeríaThaddaeus Ropac, junto a otro de sus lienzos que cuesta 520.000 euros. 900.000 euros es el precio de un Miró en la galería Leandro Navarro. Algo más barato, medio millón de euros, hay que desembolsar para irse a casa con 'In-bebween', otra obra de Kapoor o con 'Homo Sapiens', una pintura de Torres García de 1954, mientras que un busto de cobre de Gargallo de 1911 asciende a 420.000 euros. El mismo precio ronda la 'Téte', de Picasso, que exhibe la galería Guillermo de Osma.
Una alfombra de bolas de cristal de Mona Hatoum, de la galería parisinaChantal Crousel, 'baja' hasta los 300.000 euros y 200.000 se paga por una cortina hecha con pelo de mujeres de todo el mundo que ha elaborado la artista libanesa. Del mismo modo, 200.000 euros cuesta un gran obra hecha con madera y prendas de ropa de Jannis Kounellis; 150.000 euros una fotografía de Maria Abramovich, conocida como la abuela de la perfomance, que los suizos Art Bärtschi & Cie han traído a la feria; y 110.000 euros se pagan por las 'Reliquias de artista', es decir el fémur, la pelvis, la rótula, el cráneo y demás huesos de Mateo Maté (eso sí, cuando muera porque de momento nos dan un contrato y las radiografías).
Si bajamos de nivel, 'Sway', una soga que se mueve levemente 55 veces a la hora -el número de asesinatos que se cometen en el mundo- del mexicanoRafael Lozano-Hemmer cuesta 60.000 euros; 23.000 euros una obra deHéctor Zamora formada por unos ladrillos puestos en equilibrio sobre una bici; 50.000 euros un gran ciervo blanco de Miguel Branco; 14.500 euros un palette coloreado donde antes hubo un hombre desnudo y varias fotos correspondientes a 'Colonial Color Palette', de Emilio Rojas; y 10.000 euros por saber cómo nos podemos independizar de España de la mano de Núria Güell.
Consejos para neófitos
"Primero hay que conocer el arte. Después, amarlo, y entonces ya viene el deseo de poseerlo". El primer consejo que resuena en nuestra cabeza son las palabras que nos dijo Juana de Aizpuru, galerista y fundadora de ARCO en 1982, días antes de abrir la feria. "El comprador lo primero que debe centrarse es en su gusto", explica categórica Comas. A priori puede parecer una perogrullada pero no. Añade: "por mucho que una obra se pueda revalorizar, el primer requisito es que te guste porque la vas a estar viendo continuamente".
¿Pintura, escultura, obra gráfica? ¿Qué es lo mejor? "No está mal no derribar el tópico de la pintura" como aquello en lo que piensa primero un comprador de arte. Comas señala que muchos artistas jóvenes como Secundino Hernández, el artista que más vendió en la pasada edición de ARCO apostilla, están haciendo pintura y reivindicando su papel. "Escultura, instalación y vídeoarte es más difícil porque suele ser caro o se necesita más espacio. Sin embargo, merece la pena detenerse en la fotografía, el dibujo o el grabado porque el mercado se ha abierto mucho a estas disciplinas".
A la caza de artistas emergentes
"Artistas jóvenes y, a ser posible, españoles", nos dice María. Esa es otra de las claves: ir a la caza deartistas emergentes con proyección y con obra a un precio asequible. Así nuestra compra también será una inversión. Y no hay mejor manera de dar con LA obra que cotilleando. ARCO no es un museo pero casi. Uno puede estar todo el día empapándose de arte contemporáneo y, de paso, aprendiendo a descartar y rebuscar. Pero, ¿cómo elegir al artista idóneo?
"Lo primero que hay que mirar es el currículum. Esto es mirar los premios y las becas que ha obtenido, y las publicaciones. Después, las exposiciones en las que ha participado. Las más importantes son las individuales, después hay que ver en qué galerías o instituciones ha trabajado y, por último, las exposiciones colectivas. Tras esto, habría que ver también sus colecciones: si son públicas, que siempre es mejor, o privadas", asegura.
De compras: hasta 1.000 euros
Empezamos el recorrido en el stand de la Fundación Amigos del Museo del Prado. Hace unos años sacaron una colección de grabados de artistas como Cristina García Rodero, Cristina Iglesias, Ouka Leele o Blanca Muñoz. Fue una tirada de 50 estuches con obras de 12 artistas españoles que ahora venden de manera individual. Por eso, aquí podemos hacernos con litografías de Isabel Baquedano por 700 euros; con 'Gorguera', deBlanca Muñoz, por 800, o con el collage 'La mirada', de Carmen Calvo, por 1.087 euros.
En otro pabellón nos detenemos en la galería Ángels Barcelona. La serie '1888' de fotografías de Jorge Ribalta nos pregunta por la memoria urbana y la modernidad de las ciudades. Son fotos en blanco y negro tomadas en los sitios donde tuvo lugar la exposición de Barcelona de 1888. Su precio: 847 euros cada una. Si preferimos pintura, otra opción son las de Zoe Williams.Son pequeños lienzos coloridos que valen entre 800 y 1.000 euros. Y entre 600 y 1.200 euros cuestan también los collages con los que Iván Sikicreflexiona sobre la crisis de los refugiados sirios. Es la obra más barata que hemos encontrado entre las galerías del programa general.
De compras: hasta 3.000 euros
Subimos de precio y comenzamos con escultura. Eso sí, una pequeña adaptada a nuestras posibilidades. En F2 Galería nos detenemos, por recomendación de María Comas, ante 'Progression', de Diego Delas. Son dos baldosas en equilibrio sujetadas por un taco y con pequeñas cabezas suspendidas aquí y allá. La galerista nos cuenta que el artista "trabaja sobre la memoria" y que en sus obras "utiliza objetos que tiene en su entorno". Esta obra cuesta 1.800 euros. Algo más caro, 4.000 euros, es un llamativo pendón que exhibe la misma galería y alude a los orígenes y las raíces. Se titula 'Agüeros de los nuestros".
Cerca, en la galería Ponce+Robles, nos paramos ante las fotografías de Irene Grau. Este proyecto consta de una serie de 12 fotos en las que la artista captura un detalle de una montaña donde ha colocado un triángulo de diversos colores hecho con los pigmentos puros. "La idea es ampliar con la pintura la altura total de la montaña", garantiza. Nos dan el precio: 1.650 euros cada una.
De igual modo nos llama la atención la obra de Greta Alfaro. Está en la galeríaRosa Santos. Por 2.800 euros nos podemos llevar una fotografía de un bodegón barroco antes y después de la intervención que la artista ha hecho en una perfomance. ¿Qué intervención? Nos recomiendan que pasemos a un pequeña sala oscura y apartada de las miradas. En la pantalla, vemos ese bodegón barroco mientras un pene -en concreto el del actor porno Tim Kruger-, se restriega y sodomiza al bodegón holandés. La videoinstalación cuesta 9.000 euros, nos comentan. La obra se llama 'El cataclismo nos alcanzará impávidos', en honor a Horacio, y se basa en la idea del banquete como representación de lo cultural y del mundo natural sometido al artificio humano, del poder del arte y del poder del falo. Lástima, se nos va de precio.
De compras: hasta 6.000 euros
Volvemos a la pintura ahora con un presupuesto algo más holgado, algo que nos permite empezar a detenernos en obras de artistas que suenan más reconocidos. En la galería lisboeta Filomena Soaresnos paramos en una obra de Jaime de la Jara, colaborador habitual deMaría del Corral. 'Cellings' es un acrílico sobre papel que nace de una instalación hecha en la propia galería interviniendo en una piscina. Cuesta 5.000 euros.
También nos llaman la atención un par de obras en Max Estrella. La primera son dos cuadros de Nico Munuera, titulados 'Little Fusuma V'. Color desnudo y poderoso, tamaño aceptable (aunque los hay mayores y, obviamente, más caros) y 3.000 euros cada uno. Cerca nos detenemos en una escultura de Jorge Perianes. Sus piezas son transgresoras y juegan con los extremos. Esta se trata de un espejo del que sale una vela doblada que está encendida. Son 3.500 euros. Si volvemos sobre nuestros pasos podremos adquirir por 5.000 una obra de Mona Hatoum. Es uno de sus trabajos más intimistas. Enmarcado encontramos un papel hecho por la artista donde ha grabado un cerebro.
Estas son sólo algunas pistas. El espectáculo de ARCO dura hasta el domingo pero no olviden tampoco que en su nueva vida como coleccionista 'low cost' no acaba aquí. Hay muchas más ferias de arte emergente que también pueblan Madrid este fin de semana.
Fuente
http://www.elconfidencial.com
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