Para empezar esta reseña del gran artista chileno es necesario tener en cuenta tres cosas.
La primera es que como buen artista chileno, para triunfar y alcanzar el éxito, tuvo que irse de su país para nunca volver a vivir en él; como Roberto Matta.
Lo segundo que se me viene a la cabeza es ver su obra catalogada como hiperrealista, error. Quizás en los sesenta o setenta pudiera ser considerada como tal pero hoy por hoy, con artistas como Richard Estes como ejemplo, el género creo no es el adecuado, realista es más apropiado. Opinión personal, ojo.
La tercera es ver como un hombre con las ideas claras, desde el principio, logra con trabajo, perseverancia y más trabajo, crearse un mundo propio lejos de estigmas o calificaciones rápidas que no aportan nada.
Un sudamericano brillante, y transgresor, viviendo en la España de Franco no puede haber llegado mucho más lejos; escapa a Marruecos en 1972 donde vivió hasta su muerte en 2011.
Se habla de la compra de su palacio en Tanger, en 1972, donde se refugia y crea ese mundo tan personal olvidando algunos que ese mismo hombre en Chile, en los sesenta, se compró un avión para recorrer su país sin preocuparse de cosas nimias como hacer la fila en el aeropuerto y esas cosas. Extraordinario.
Los años sesenta son de retratos para gente adinerada o dictadorcillos, daba igual. Todo para obtener esos dólares tan necesarios para “escapar”.
Los años setenta son creativos y decidores, continua con su serie “Paquetes” (la empezó en los sesenta) que lo catapultan como artista internacional. El lugar para exponer sus primeros paquetes es Nueva York, 1970, la Galería Staempfli es la seleccionada.
Los años ochenta son de la Marlborough Gallery que será el espacio donde ficha como artista exclusivo.
En los años noventa vemos un Bravo solido que busca la perfección en cada obra.
El siglo XXI nos presenta un Bravo reconocido con varios homenajes, en diferentes países, que incluso se da el lujo de donar parte de su colección de esculturas greco romanas al Museo del Prado. Es bueno acotar que su interés en las esculturas también incluyeron, en su colección, artistas como: Andy Warhol, Auguste Rodin, Fernando Botero y Francis Bacon.
Corrección a Wikipedia: (agosto de 2011) Habla de dos grandes artistas chilenos: Matta y Bravo, olvidando a Mario Carreño. También sitúa el precio de su obra con un tope de medio millón de dólares, se quedó 800 mil dólares corto! “Cosas de Wikipedia”.
Como es habitual en los artistas que selecciona “Arte & Artistas” las referencias de la obra de Claudio Bravo son escasas por no decir lo poco que se habla del hombre.
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