A pesar del deterioro de la economía global, el mercado del arte creció en el año 2014 un 26%, batiendo el récord de facturación de subastas mundiales. China se posicionó por primera vez como el mayor mercado de obras del mundo, por delante de Estados Unidos. Las inversiones en este sector no dejan de aumentar, más teniendo en cuenta que se considera un mercado solvente que ofrece rendimientos de hasta el 15%. ¿Estamos ante una burbuja artística?
El sector del arte movió durante el año pasado 15.200 millones de dólares, lo que supone un crecimiento del 300% en la última década. Esta tasa de crecimiento de dos dígitos ha sido impulsada por una mezcla efervescente de lógica de inversión, especulación, pasión por las colecciones de arte y una demanda insaciable de los artistas más buscados de la nueva industria del museo del mundo. El aumento en el volumen total de negocio también ha sido impulsado por el acceso a información más fiable sobre el mercado, la desmaterialización de las ventas de obras de arte (ambos fenómenos relacionados con Internet, dado que ya el 91% de las personas que participan en el mercado del arte lo hacen a través de este medio) la "financiarización" del mercado, un aumento colosal de la población que consume arte (de aproximadamente medio millón en 1945 a alrededor de 70 millones en 2015) y una expansión del mercado a Asia, los países de la Costa del Pacífico, India, Sudáfrica, Medio Oriente y Sudamérica.
También se ve impulsado por la expansión de la industria del museo (700 museos nuevos por año) que se ha convertido en una realidad económica mundial significativa en el siglo XXI. De hecho, la demanda de obras de arte de calidad de museo es uno de los factores clave en el sorprendente crecimiento del mercado mundial del arte. Este mercado es ahora un mercado maduro y líquido, que ofrece rendimientos del 10% al 15% por año, por obras valoradas en más de 100.000 dólares.
Ciertamente, el precio del arte al parecer cambia de escala constantemente. Después de estancarse en un límite de alrededor de 10 millones de dólares en la década de los ochenta, ascendió a un límite de aproximadamente 100 millones entre 2000 y 2009 y, según el "New York Times", el 5 de febrero de 2015 cruzó el umbral de los 300 millones de dólares con la venta privada de un Gauguin a un comprador de Qatar.
El segmento de gama muy alta está respaldado por un puñado de actores americanos, europeos, asiáticos y también por actores procedentes de Oriente Medio, Latinoamérica y Rusia. Por otra parte, el mercado se amplía cada año, gracias al desarrollo exponencial de las ventas online. El número de clientes de todo el mundo se encuentra en pleno crecimiento. Las casas de subastas más prestigiosas reciben inscripciones de participantes a las subastas por Internet desde casi 200 países, gracias principalmente al Internet móvil.
La batalla de los titanes: China 'vs' Estados unidos
En 2014, Estados Unidos obtuvo un importante crecimiento tanto en el plano de las actas de subastas como en el plano de la facturación total. Sin embargo, perdió el primer puesto frente a China, que tiene el mercado más grande de obras maestras del mundo.
Durante el año 2014 el volumen de ventas anual de bellas artes asiáticas ascendió a 5.827 millones de dólares, el valor económico de las obras de arte también se incrementó y el concepto sobre las mismas de que eran un medio de asignación de activos fue firmemente aceptado por la gente adinerada del país. El experto en arte Gong Jisui afirmó: "A pesar de que no hay datos detallados disponibles, se acepta ampliamente que cada año el número de nuevos coleccionistas de arte aumenta más de un 20% y normalmente empiezan con la compra de obras de bajo precio de arte moderno y contemporáneo".
El crecimiento estable del mercado de subastas de las bellas artes chinas se debió principalmente a la macroeconomía del país. Las noticias favorables sobre la inversión en bolsa y el comienzo de un mercado alcista en 2014 atrajeron muchas inversiones. Los productos del mercado del arte, desde el punto de vista de la inversión. Por otro lado, al contraerse el mercado de las 'donaciones' (sobornos) debido a la política anticorrupción del país, las colecciones del mercado de donaciones no contribuyen al comercio del arte a corto plazo aunque no se realice su cobro de inmediato. Esto, en cierta medida, favoreció la confianza de la gente en el mercado de subastas.
En relación con los plazos de inversión en el país asiático, el análisis realizado por Artprice y AMMA (Art Market Monitor of Artron), reveló que la inversión a largo plazo presentaba un retorno extraordinario, con un índice de rendimiento anual compuesto del 21,1%. En cambio, la inversión a corto plazo, aunque con un índice muy alto de retorno (29,9%), implicó un alto riesgo.
Andy Warhol, el más valorado.
El año 2014 destacó también por otro récord sobrecogedor, el del número de subastas millonarias. Este ascendió a un total de 1679 o, lo que es lo mismo, una cifra cuatro veces más que hace 10 años. Recordemos que se alcanzó exactamente el mismo número en los resultados acumulados de los ejercicios 2004, 2005 y 2006. Por tanto, actualmente, el número de estas elevadísimas subastas equivale al conseguido en tres años, al inicio del nuevo milenio. Las subastas millonarias se multiplican en número pero también en intensidad: En 2014, se vendieron 116 obras por más de 10 millones de dólares en todo el mundo, lo que supuso un aumento de más del 500% en 10 años. En 2005, sólo fueron 18.
Dos artistas chinos y ocho occidentales componen un Top 10 especialmente rentable. Los volúmenes de negocios anuales otorgan el primer puesto a Andy Warhol, que logra los mejores ingresos por ventas en subasta de todos los tiempos: 569 millones de dólares. El icono norteamericano del pop art sobrepasa con mucho a Pablo Picasso, que alcanza los 375 millones de dólares en adjudicaciones en 2014.
Diana Gutiérrez Pino -
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